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Maratón 2 / ?

El arduo trabajo de un shinobi requiere la dedicación exacta para entablar la fuerza y habilidad necesaria ante una lucha.

Una fuerza sobrehumana que se fortalece a medida que el tiempo lo requiera.

Una fuerza que poco a poco Uzumaki Naruto descubría por sí mismo.

Él no cambiaba en absoluto a pesar de su apariencia.

Saltando de árbol en árbol mientras divisaba a lo lejos lo que sería su próxima meta a lograr.

El ingresar a Konoha.

Sus pasos agigantados corrieron hasta dentro de la Aldea de la Hoja cuando descendió del último árbol de gran copa.

Seguía siendo él...

Emocionado por su retorno tras haber entrenado con uno de los Legendarios Sannin, Jiraiya.

Y es que no era poco, los tres años fueron quizás los más difíciles e intensos; con sus pro y contras en cada suceso y evolución.

— He vuelto... — dijo tras un suspiro en medio de la entrada.

Jiraiya lo contemplaba a una distancia considerable. Su alumno recorría nuevamente los pasos por su hogar como si de un recuerdo nostálgico se tratara.

Las personas no habían cambiado. Sin embargo, la estructuración de la comunidad sí lo estaba.
Modernizando sus pequeñas veredas dando paso a un luminoso lugar acogedor, digno de ser admirado.

Posó su visión en la comunidad cuando se puso sobre un farol. Dando así el reencuentro con amistades y ligeras emociones.

Sí.

El reencuentro con los ahora Chunnin, causó en Naruto un pequeño cosquilleo en la espina dorsal de su fortalecido cuerpo.

Se había dado cuenta que se estancó... Quedó muy atrás. Estaba pisando los talones a todos los contemporáneos.

Bueno... Sin considerar que se estremeció de la impotencia cuando Shikamaru mencionaba de que Neji Hyuga era ya Jounin.

Los talones no eran suficientes.

No, más que los talones... Estaba siendo arrastrado.

Él solo era un Genin. Lo cual atormentó su mente por ser el único de la generación en tal caso.

— ¡¿Todos son Chunnin?!, ¿Incluso tú? — preguntó a la pelirosa con exaltación y ojos en blanco.

— Pues claro — afirmó ella con una sonrisa en los labios.

Naruto no pudo evitar bajar la mirada ante tal penosa situación.
Sakura había obtenido una gran habilidad gracias a Tsunade, la única mujer dentro de los Legendarios Sannin y Hokage.

Esto llevó dedicación de su parte quitando todo lo aprendido. Sakura se sentía orgullosa de sí.

Por otro lado, Shikamaru y Temari le habían comentado los avances para no atormentar los ánimos del pelirubio. Adjunto a esto, los exámenes chunnin que se aproximaban cada vez más por la temporada eran de ser importantes.