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- Días después -

Gaara

Los días restantes pasaron rápidamente... Así como las pequeñas charlas entre todos nosotros. Ni una palabra más y ni una menos, estaba completamente desolado.

Hoy sería el día...

El fin de semana llegó como la risa de mi hermana en toda su emoción. No eran exactamente las fechas vísperas el motivo de su alegría, sino que iría sola a Konoha a visitar a la familia Nara. Lo cual era imprudente.

Su abanico a la espalda, una mochila y ese semblante de victoria en mezcla con libertad era lo que resaltaba de ella.

Ahora mismo la escucho advirtiendo a Kankuro de que no cometa una tontería, mientras él mira a otro lado, distraído y sin ningún afán por comprender.

Entretanto, yo estaba listo para recibir a Matsuri. Sentado en el mueble de tres cuerpos, mirando escena tras escena, admirando la casa y el calor.  Esperando a que mi hermano se vaya luego de cenar y en ese caso tendría la casa sin interrupciones de por medio.

— Ah, ¿Seguías aquí? — preguntaba Kankuro despreocupado luego que Temari había dado un sermón de casi tres horas — Lo siento, te dejé de escuchar hace unos minutos —

— ¡! —

— Oh y antes de que te enojes... — interrumpe Kankuro previas a que Temari explote de colera — Sé lo que debo hacer, no soy un bebé, además... El único que se queda en casa es Gaara, así que las responsabilidades son de él — cruza los brazos.

Les observo igual que ellos a mi, nada impresionados y con poca curiosidad. No era novedad quedarme en casa cuando una festividad estaba próxima. Era verdad, no tenía afición alguna.

— Bueno, espero que para entonces haga lo que prometió — mi hermana deja escapar una queja.

— ¿Lo que prometió? — Kankuro replica — ¿Hizo algo del cuál no me he enterado? —

— Sí, pero en fin... Solo espero eso — contesta ella sin dar detalles.

Me alegraba eso, al menos existía confidencialidad entre nosotros. Si Kankuro se llegaba a enterar de lo que ocurrió, no iba a dejar de molestarme.

Temari tomó sus pertenencias, nos abrazó a ambos y partió con una gran sonrisa en los labios. Cerró la puerta de un golpe y solo pudimos contemplarla salir de la aldea a lo lejos a través de la ventana.

— Quién como ella con la suerte... — suspira Kankuro.

Si la suerte era el que uno tomara decisiones a su favor, pues sí, Temari tenía suerte.

Suerte de que esté felíz, porque ya habíamos pasado sucesos muy desagradables antes, si considero más por mi pasado y los lazos de odio que formé con ellos a raíz... Era injusto, lo menos que podía hacer era estar felíz por ella y por mi hermano.

— Bueno no tengo más que hacer aquí— dice abriendo el pórtico — Volveré más tarde —

Asentí con la cabeza accediendo a que todo estaría bien. Y no hubo más charla sobre eso.

Tras el sonar de la puerta cerrarse, corrí hacia la ventana, miré el reloj y la tarde-noche se aproximaba. Inspeccioné de que todo esté listo y en orden... y por todo me refería a mí y la sala.

Sin embargo, Matsuri no aparecía.

Supuse que era un arma de doble filo aquella carta. Una en que pueda llegar a venir y otra que rechazara totalmente mi petición... Pero me encontraba al borde de la tranquilidad.

Just Me & You | GaaMatsu Fanfic | #AlianzaAwards Donde viven las historias. Descúbrelo ahora