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Las alertas y quejidos se escuchaban por toda la aldea. Sunagakure estaba en medio de un complot lleno de miedos e ira por lo sucedido.

Toda la esperanza y tranquilidad que en algún momento se albergaba, fue arrebatado... Igual que el Kazekage.

No puede ser posible — masculló Kankuro entre dientes para irse corriendo hacia la entrada de Suna.

Habían pasado solo minutos desde que aquel ave con olor a arcilla se dirigió hacia el norte. El rastro era totalmente nulo para poder encontrarlo a una corta distancia.

Y sabiendo ello, las personas empezaron a lamentarse. Puesto que, sin Gaara, estaban vulnerables ante cualquier ataque; sea por invasión de territorio o por simple batalla a muerte.

Ambas opciones eran totalmente trágicas y de gran pérdida humana.

Ninguno quería dar respuesta. No podían acelerarse a que esa noticia sea escuchada.

Así como los de alto mando, los jóvenes ninjas tenían que cumplir una gran misión a pesar del desastre actual que aquejaba su presente.

Traten de que los aldeanos mantengan el orden y vigilen constantemente los alrededores. Si encuentran alguna pista me lo dan a conocer — ordenó la rubia de coletas sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Todo con la intención de correr hacia donde su hermano de en medio había ido.

Los tres Genin asintieron con un frío recorriendo sus espaldas. Era la primera vez que presenciaban un ataque indirecto a Sunagakure.

Esto y muy aparte que el temor volvió a acunarlos como ese día en la misión de emergencia. Revivir tragedias solo hacía que el alma se detenga en un punto y no avance. Retroceder hasta sentirse a salvo.

Sentirse a salvo es solo adormilar el miedo.

Gaara-Sama... ¿Por qué él?... — mientras los tres corrían, Sari no pudo contener las palabras de impotencia adjunto a la cólera que desbordada hasta desear golpear un muro en el trayecto.

Ante ello, la castaña de cabello corto solo trató de dispersar sus emociones e ideas. No era momento para lamentarse, ni recurrir al odio... Su Sensei fue secuestrado y lo mínimo que podía hacer ella era ayudar.

Si Gaara hizo muchos deberes hasta llegar a su ansiado puesto. ¿Cómo podía ella devolverle la gratitud con desvanecerse en medio del camino?

Relájate, ya oiste a Temari-Sensei; no tenemos tiempo de pensar más que aliviar la desesperación — reprendió Daiki hacia su compañera.

Las ligeras palabras entre ellos empezaron a brotar como los gritos desesperados de la gente que no supo lo que pasaba.

Poco a poco la aldea se fue calmando. Y apenas esto ocurría, se encontró bajo un silencio profundo.

La noche había caído hace horas, pero casi nadie dormía. Todos estaban en la espera de alguna noticia. Aunque solo se proclamó el envío de ayuda para Kankuro, quien resultó herido de batalla por un integrante de Akatsuki; Sasori.

Los días sombríos aparecieron al igual como una sombra. Así dejando que el miedo haya carcomido casi por completo la seguridad.

 Así dejando que el miedo haya carcomido casi por completo la seguridad

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Just Me & You | GaaMatsu Fanfic | #AlianzaAwards Donde viven las historias. Descúbrelo ahora