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Hakuto...

Hakuto Del Clan Hoki...

Cualquiera que sea cual compuesto su nombre, éste retumbaba los andamios de un Kazekage al borde de una decisión anticipada.

El pelirrojo no podía apartarse de tal escenario.

La mirada baja de una mujer sencilla.
La belleza de una dama apropiada.
Y la educación de una ninja médico.

- Hermosa - fue lo único que se dijo el mismo Gaara.
No tuvo ni emoción ni malos pensamientos al decirlo.

Simplemente lo pensó tal cual.

— Bueno, dejemos que la joven pareja se conozca — dijo una de la escolta invitando a los demás a retirarse.

En ese momento, el calor de las mejillas se intensificó en el rostro del joven Kazekage.

— Gaara — inmediatamente Temari se juntó a su hermano menor para las últimas pautas — No olvides lo que hemos ensayado. Yo sé que podrás lograrlo, ya tienes un chance de por sí. Las del Clan no suelen ir a una entrevista sin maquillaje — sonrió al terminar con picardía.

Sin embargo, Gaara no entendía el punto; otra vez.
Lo tomaba todo literalmente, en absoluto. Y cada frase que recopiló de su hermana mayor fueron los estragos mitos del comportamiento femenino y las demandas que ha de hacerse en medio de una charla común.

En síntesis, era lo que Shikamaru hubiera catalogado como : qué flojera o fastidio.

— ¿Uh? —

— Ah... Que torpe... — rió la rubia de coletas — Quiero decir de que tienes oportunidad. Se está mostrando tal y como es — susurró para luego irse tras la cortina de seda.

— ¿Ah si? — replicó el pelirrojo retornando la mirada con Hakuto; quien le dedicaba una sonrisa plena y amistosa.

Las luces de la velada descendieron para acoger a los candidatos a una atmósfera romántica sinigual.
Apenas Gaara podía mantenerse en la postura de un Kage, puesto a que nunca se había sentado frente a una situación como ésa.

Era la primera vez que posaba en un sillón cómodo. Con el ámbar de las luces sobre él y una chica no conocida con altos rasgos delicados.

En cambio, con Matsuri era completamente distinta la situación. Él se encontraba tranquilo; sereno, con una media sonrisa y los deseos de besarla bajo las dunas de arena donde siempre solían encontrarse.

Pero este caso, sí que lo atrapó.

— Uhm — carraspeó Hakuto visualizando el Oasis.

A ese paso, el pelirrojo se estaba perdiendo en una dura batalla de palabras e ideas allegadas a lo irreal. Si es que deseaba poner pausa a esto, debía actuar cuanto antes.

— Ehm... — No obstante, parecía que la dama de al frente pensaba lo mismo.

El ambiente se volvió incómodo y con silencio; más aún.

No obstante; Gaara suspiró y contuvo el exaltar de sus emociones a raíz.
Tenía que centrarse y mantener firme su idea principal; volver a Suna y cumplir su anhelo.

— Soy Gaara Sabaku No; el Kazekage del País del Viento — mencionó con la voz ronca.

La visión y sonrisa de Hakuto volvieron. Ésta vez con mayor esmero al ver que el joven cooperaba.