Love Match | Park Jinyoung

03.

- Señor Park... - balbuceé, mientras él manejaba de regreso a mi apartamento.

Luego de la revelación de la familia a la que pertenecía, Jinyoung no había mostrado mayor expresión. No podía saber si estaba enojado, si estaba incomodo o si la noticia le había caído bien. No tenía idea de lo que pasaba por la mente de mi jefe, como todos los días que llevaba a su lado, pero en aquella oportunidad, la confusión estaba mezclada con miedo inexplicable.

- Solo tengo una pregunta para ti. - dijo, sin quitar la mirada de la calle. - ¿Por qué?

- ¿Por qué...? - Jinyoung resopló por la nariz, un tanto exasperado.

- ¿Por qué no lo dijiste antes?

Esa era una muy buena pregunta, una buenísima pregunta.

Lo tenía todo en Jeju, pero a la misma vez, no tenía nada. Pero, ¿cómo explicarle eso a una persona con la que no tenía confianza? ¿Cómo contarle la razón detrás de mi mudanza a Seúl a la persona más cerrada que había conocido en mi vida?

- Señor Park, preferiría mantener este tipo de temas en privado.

- Eun Bi-ssi, soy una de las personas que piensa que la vida personal va separada de la laboral. Pero, a la misma vez, creo que uno debe trabajar con gente en la que pueda confiar, gente a la que conozca hasta el punto que sea necesario. - explicó, apretando el timón con ambas manos al dar vuelta en una esquina. - Tú eres mi secretaria, quien pasa más tiempo conmigo que cualquier otra persona. ¿Cómo se supone que confíe en ti si ni siquiera sabía que eres una de las herederas de una compañía el doble de grande que la mía?

Él tenía un buen punto. Entendía la parte de la confianza, entendía que necesitabas saber qué tipo de personas tenía cerca, pero aún así, se me hacía dificil poder contarle mi historia y lo que me llevó a dejar mi familia en Jeju.

El problema era que, si algo había aprendido de Park Jinyoung en los últimos meses, era que se caracterizaba por ser persistente. Él no iba a parar hasta sacarme la verdad, así que tenía que darle una muy buena respuesta.

- Creo que en los últimos meses, no he heho más que demostrarle que puede confiar y contar conmigo para lo que necesite. - repliqué, antes de aclararme la garganta para que mi voz no temblara. - Le he entregado muy buenos resultados en cada tarea asignada, he coordinado eficientemente cada proyecto que me ha encomendado y, sobretodo, he estado disponible para usted, aún fuera de las horas de trabajo. - un músculo cerca a una de las comisuras de sus labios se tenso, haciendo que Jinyoung muestre una mueca extraña y que se detenga a un costado de la calle.

Pensé que eso era todo, que mi respuesta había bastado para callarle. Cuán tonta fui.

- Tal vez no lo entiendas, Eun Bi-ssi, pero necesito gente a mi alrededor que sea transparente conmigo. No te pido que me reveles tus secretos más profundos, pero sí que seas sincera conmigo.

Eso era todo. Me había puesto entre la espada y la pared, una posición que no disfrutaba en absoluto, una posición que sacaba la peor parte de mí.

- Bien. ¿Quiere la verdad? - dije, exasperada por su insistencia y su terquedad. - Soy parte de la familia Kang, pero a la misma vez no lo soy. Como se rumorea en el mundo empresarial de Corea, no soy hija biológica de ninguno de los actuales directores de Kang Corp, pero a la misma vez siento que lo soy. Por eso, cuando sucedió algo en Jeju, algo que no pienso contarle porque no le incumbe, algo que representó un punto de quiebre en mi vida, decidí mudarme a Seúl sola y buscar la forma de salir adelante por mis propios medios. - Jinyoung volteó a verme con los ojos abiertos de par en par, atento a cada palabra que decía, atento a la forma tan brusca que tenía de soltarle todo. Pero no me detuve. - Puedo llevar el apellido, pero, en este momento, no tengo conexión alguna con la familia Kang. Es por eso que no se lo dije, cuando comencé a trabajar en su oficina.