Capítulo 10
Leseth.
Advertencia: el siguiente capítulo trae escenas fuertes tanto físicas como emocionales. Sí consideras que esto puede perjudicarte lo mejor será no leerlo o hazlo con responsabilidad.
No soy capaz de disculparme, Alaska se marcha enfadada y me quedo unos minutos tomando aire fresco.
Idiota.
Admito que ella no merecía eso de mí, no una persona con un brillo especial, pero no puedo evitarlo.
No puedo evitar alejar a las personas cada vez que siento que se acercan demasiado.
Desconfiar se volvió un hábito.
Limpio mi rostro adentrándome a mi trabajo, me cruzo con mi mejor amiga, pero no soy capaz de decir una respuesta pasiva.
Me sigue.
-Leseth...
-Ahora no, Elena.
Guardo mis sentimientos, de nuevo porque llorar frente a todos no es algo que me hará sentir mejor.
Tal vez lo mejor para Alaska es que se aparte de mi vida.
Alaska.
Antes de encender el motor del auto mi teléfono vibra, atiendo la llamada porque me extraña que Deán sea capaz de llamarme a esta hora.
-¿Hola?
-Hola-la línea se queda en silencio y frunzo el entrecejo-. Mason esta de pesado con que quiere invitarte a un bar y para que pueda dejarme conducir tranquilo espero que decidas aceptar.
-Una manera extraña de invitarme-murmuro.
-Espero que eso sea un sí.
-Por supuesto, ahora mándame la ubicación.
Finalizo esa extraña llamada, no pienso amargarme mi noche, no hoy. Ya mañana refunfuño en su nombre.
No tardo demasiado en llegar al local, me encargo de estacionarlo lo más cerca porque probablemente tenga que venir mañana por él, emborracharme suena divertido.
Entro al local diciendo mi nombre sin necesidad de hacer fila, admito que es increíble ahorrarte unas horas paradas para entrar a beber a un lugar.
Encuentro a Mason y Deán en una mesa apartada de todos, tienen una copa en mano. Mason está diciendo tonterías la única persona que puede hacer reír realmente a Deán es Mason y admiro eso.
Me siento alado de Deán y le arrebato su copa para beberla yo.
-¿Por qué siento que algo paso? -pregunta Mason al verme dejar la copa enfrente suya.
-No es nada- murmuro.
No me cree, pero tampoco insiste en el tema.
No puedes entrar como si nada a la vida de los demás.
No puedes encariñarte con alguien que solo observas.
Me regaño, me escupo la verdad que duele, pero necesito hacerlo. La bebida llega y sé que es obra de Mason así que la acepto, el susodicho se fue después de preguntarme si estaba bien y estoy segura de que debe estar en un baño público cumpliendo la asquerosa fantasía de tener sexo en un lugar así.
Deán no parece querer hablar demasiado, nunca quiere hacerlo.
Bebo otra copa.
Creo que va la cuarta cuando Mason vuelve aparecer con una sonrisa. Se acerca y me pasa un brazo por mis hombros.
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Bajo La Lluvia
Teen Fiction"Te envió lejos, pero al mismo tiempo no puedo soltar tu mano" Ella es el sol. Él es la tormenta. Juntos forman un arcoíris de canciones, creando una amistad o tal vez es más complejo que eso... Leseth no desea vivir. Alaska ama sonreír. Su zozobra...