Capítulo 19
Capítulo largo, por la espera:)
Alaska
Leseth parece algo intimidado al pasar por los pasillos del centro, sostengo en todo momento su mano deteniéndome cada tanto que su cuerpo lo necesite. Parece molesto por necesitar ayuda, resopla cada que le duele algo y maldice, nunca creí ver esta faceta de Leseth.
Pero aquí esta.
Y no me intimida, han pasado tres días donde no he salido del centro comunitario más que para irme a dar una ducha a pesar de que Leseth dice que puede solo, no quiero dejarlo. La primera noche se despertó gritando y sollozando, provocando que mi corazón se destrozara por verlo así de alterado hasta que una enfermera le brindo un calmante.
No podía dejarlo solo y Elena estaba muy ocupada con la universidad y cuidar de su madre que con tiempo podía pasar unas horas del día con Leseth en ese momento yo salía porque prefería platicar o jugar con los niños de aquí que ver su interacción.
No lo voy a negar, a veces dolía, pero no era momento, no cuando Leseth estaba tan mal.
Coloco mi mirada en su perfil, en su cabello ondulado cubriendo parte de su frente, en la manera que su nariz se arruga con molestia y como las pecas se esparcen en su rostro. Es irreal y admito que deseo acercarme y acariciar su mejilla, pero me contengo.
Llegamos hasta el jardín, donde se encuentran niños jugando. Los tulipanes amarillos, rojos y rosas parecen brindarle vida a este lugar, es maravilloso.
Tal vez traer una plantita no sea mala idea.
Unos niños se acercan a nosotros y me saludan con emoción, tan solo tres días me hacen ya no querer despegarme de ellos. Sol parece curiosa ante la presencia de Leseth y se acerca un poco a él preguntando su nombre.
—Eres el chico que Alas está cuidando—comenta la niña con cierto brillo en sus ojos.
—Así es—responde Leseth con una sonrisa.
Está a punto de responder cuando el mismo joven que me echo a patadas de su juego les grita que deben seguir jugando.
Sol y los demás se despiden de mí con una sonrisa y abrazos, sin embargo, Carlos otro de los niños se detiene y vuelve a caminar hasta nosotros.
—¿Quieren venir? — pregunta con sus ojos brillando.
Observó primero a Leseth que parece cómodo con aceptar así que seguimos a los niños a otra sección que nunca había entrado. Las paredes están en color planco, pero hay cuadros pintados con colores brillantes, son sus obras. Cada cuadro contiene un nombre distinto.
Sonrió.
Zaniah esta sentada junto a otro chico que parece de su edad platicando con risas escandalosas incluidas.
—Niño lindo —comenta la pelirroja con alegría viendo directamente a Leseth—, y una muñeca— dice sonriéndome.
Palmea a su lado y con cuidado ayudo a Leseth a sentarse. Truena sus dedos algo incómodo por la gente nueva y se pega un poco más a mí.
—Podemos ver alguna película— comenta Sol acercándose a nosotros y nadie es capaz de negarse.
...
Un nuevo día, aparco en el estacionamiento del centro comunitario. Observo el teléfono que está en el portavaso, sigue sin batería porque realmente no me he preocupado demasiado por él, en el trabajo me comunico por medio de correos y a pesar de que estoy trabajando poco, Dylan no me presiona. Prometí que cuando esto termine puedo ser su esclava, lo dije en broma, espero que lo tomara así, la verdad.
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Bajo La Lluvia
Teen Fiction"Te envió lejos, pero al mismo tiempo no puedo soltar tu mano" Ella es el sol. Él es la tormenta. Juntos forman un arcoíris de canciones, creando una amistad o tal vez es más complejo que eso... Leseth no desea vivir. Alaska ama sonreír. Su zozobra...