Capítulo 22
Advertencia: el contenido que están por leer contiene escenas fuertes, tales como abuso y mención de sustancias psicoactivas, si crees que puede afectar tu salud mental no lo leas y sí decides hacerlo que sea con responsabilidad, recordemos que la salud mental es importante.
Notita: aquí explico más sobre el pasado de Leseth y tengan pañuelos listos para llorar como yo lo hice al escribirlo.
Leseth.
No eres especial.
No eres suficiente.
Estás roto.
Se acabó.
Siento como las inseguridades me consumen vivo, por una fracción de segundo quiero creer que esto es un error, pero no lo es y todo es mi culpa.
Noto las heridas en mis brazos sintiéndome avergonzado, ¿Cómo Alaska hablaba en serio?
Ahora puedo confirmar que es imposible que sienta algo por mí, ¿Atracción? Hay mejores chicos que yo, Deán es un claro ejemplo.
Y lo envidio, como no pensé envidiar a alguien, porque tiene todo lo que quisiera.
Después de cortar llamada con Alaska no me logré contener y busqué todo sobre ellos encontrándome una historia de ellos dos riendo, parecen tan felices.
No la mereces.
Y es verdad y ese hecho duele.
Mi teléfono suena, no obstante no respondo, debe ser Elena pidiendo explicaciones de mi falta a trabajar.
El timbre de la casa suena, bajo las escaleras con mi chaqueta en mano y guardando el teléfono en mi bolso del pantalón.
Abro la puerta.
Me sonríe.
Le correspondo.
—Vamos a pasar una noche especial— me asegura acercándose, tocando mis labios con sus pulgares.
Sostiene mi mentón, no tiemblo como otras veces, (tal vez sea la línea de cocaína de hace un momento), besa mis labios.
¿Lo peor?
Le correspondo, imaginándome otros labios, otra mirada.
Abandona mis labios, besando mi cuello y doy algunos pasos atrás hasta dejar caer mi espalda en la puerta principal.
Sonrío, creo que también suelto una risa ronca.
Alaska.
Mi sol.
—Me gusta tu nueva faceta, Leseth— escucho y succiona mi piel, en un beso húmedo.
No respondo, todo da vueltas.
¿Qué dijo?
Un extraño sonido abandona mis labios, supongo escuchar su risa, no lo sé, no estoy seguro de nada.
—Necesito más —balbuceo.
Sus labios vuelven a los míos.
—Y lo tendrás— asegura depositando un beso cerca de mi oreja.
Ahora entiendo a Sara.
No hay más dolor, solo ese limbo.
Y lo necesitó.
Lo necesito, tanto.
Alaska
Nick parece estar a punto de tener un ataque de pánico.
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Bajo La Lluvia
Teen Fiction"Te envió lejos, pero al mismo tiempo no puedo soltar tu mano" Ella es el sol. Él es la tormenta. Juntos forman un arcoíris de canciones, creando una amistad o tal vez es más complejo que eso... Leseth no desea vivir. Alaska ama sonreír. Su zozobra...