O8

10.9K 423 67
                                    

- ¡Qué bueno que está!- escuché que una chica decía.

Caminé hasta donde estaba el tumulto de chicas para ver quien estaba ahí. Con Pedro atrás mío nos hicimos lugar entre la ronda que había hecho.

- ¿Qué están haciendo acá?- pregunté al ver a Santiago Y Julián sacándose fotos.

- Te vinimos a buscar- contestó mi hermano.

- Vámonos a casa- los agarré a cada uno de los brazos- ridículos.

Me subí al auto y cerré la puerta.

- Ahora vez lo que es cuando vas a los entrenamientos. - Dijo Santiago poniendo el auto en marcha.

- Pero a vos te gusta que vaya a verte, no te hagas el boludo.

Los dos rieron y Julián se dio vuelta.

- ¿Celosa, Solcito?

- Ni en tus mejores sueños.- contesté y dejé de prestarles atención.

La escuela no estaba lejos de casa, pero teníamos que comprar para comer y estaba más que claro que Julián almorzaria con nosotros.

- ¿Que vas a hacer hoy a la tarde?- abrí la puerta de mi casa y entré.

- Entrena Pedro, seguramente vaya. ¿Ustedes?

- Juega la reserva, ¿Querés venir?

- No, gracias. Si no voy con Pedri salgo con Tobo.

- Que tinchos que son tus amigos.

- Siempre los mismo vos- miré al cordobés- Te metes con Pedro y te metes conmigo también.

- Más buena esta Solci- me abrazó y besó mi frente.

- Deja a mi hermana, cordobés boludo.- dijo Santiago sentándose en la mesa.

- ¿Qué sale el viernes?- me senté al lado de mi hermano y Julián del otro lado.

- ¡Los veinte de mi hermano!- exclamé. - No crezcas más, Santi.

Empezamos a organizar lo que Santiago  iba a hacer para su cumpleaños, mientras almorzabamos; hasta que Julián habló y detonó todo.

- Terminé con Delfina.

AMAR(te); Julián Álvarez. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora