O23

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Bajé a buscar algo para cenar e intenté pasar desapercibida por el comedor, pero no pude. Los amigos de mi hermano, chicos de la sub 20, me vieron y no dudaron en saludarme; entre ellos estaba Julián.

Les mostré mi mejor sonrisa e intenté ser lo más simpática posible, pero verlos me ponía mal y hace menos de una hora se fue Ivo. Milagros no hago.

- ¿Estas bien? - preguntó Santiago. Asentí y caminé para la cocina. Él me siguió. - ¿Qué pasa?

- Terminé con Ivo- lloré- hoy cuando llegué del colegio lo llamé.  No podía ocultarselo más, me siento una mierda San.

- Sabíamos que iba a pasar- me abrazó- pero te prometo que todo va a estar bien. Tu primer corazón roto.

Suspiró. Me aleje de él y lo miré.

- Tengo hambre.

- ¿Qué querés comer? Con los chicos íbamos a pedir glovo, ¿pedís con nosotros?

Accedí a su propuesta y volvimos al comedor. Me senté lo más lejos que pude de Julián y busqué en mi teléfono que iba a cenar.

- ¿De dónde van a pedir? - les pregunté.

- Supongo que de hell's- respondió Adolfo.

- ¡uy, si! ¿pero se puede pedir por glovo?

- No se, pero si no se puede pedimos igual. - reí. Volví a la cocina a buscar el imán con el número.

- ¿Que te pasa?- giré y era Julián.

- Terminé con Ivo.

Me abrazó.

- Todo va a estar bien, lo vamos a superar.

- No me digas eso, no vamos a superar nada. No creerás que voy a estar con vos ahora.

- No, pero en algún momento si.

- Es en lo último que quiero pensar. No hace ni un día que terminé con él y no quiero volver a sufrir.

- Sol entende que te amo, que no te voy a hacer sufrir.

-Julián basta, respetame por favor.

- Obvio que te respeto- besó mi rostro- solamente quiero que sepas que te amo.

- ¿Cómo sabes que me amas?

Suspiró con una sonrisa.

- Porque no me imagino un futuro sin vos, porque me morí de celos cuando te vi con Ivo, pero me puse feliz al verte tan bien con él. Porque daría todo por estar con vos aunque sea un día. Porque me haces feliz.

Sonreí y lo abracé.

-Gracias por dejarme en claro tus sentimientos- lo miré- pero desde ya te pido perdón por ser como soy.

- ¡Cómo me vas a pedir perdón! Sol, te voy a esperar todo el tiempo que necesites.

Volvimos al comedor y pedimos la comida. Esta vez me senté al lado de Julián.

- ¿Todo bien ustedes?- Pepo nos preguntó.

- Si- dijo el cordobés con una sonrisa.

- ¿Falta mucho? Tengo hambre.

- Comete al cordobés. - rió Adolfo.

- ¿Vos decís?

AMAR(te); Julián Álvarez. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora