AMAR(te); Julián Álvarez.

O19

Me arrepiento. Me siento culpable. Desde ayer que no contesto los mensajes de mi novio y si lo hago es una manera cortante.

No dormí en toda la noche pensando en como le diría lo que hice a Ivo, engañé a mi novio. Tampoco voy a hacerme la víctima diciendo que Julián me besó y que yo no quise. Si, él me besó, pero yo tuve la oportunidad de alejarlo y no lo hice porque quería besarlo. Lo estaba disfrutando; en ese momento me olvidé de todo y quizá sea eso lo que me da más culpa, el haberme olvidado de mi novio y de Delfina, porque aunque nunca haya hablado con ella no se lo merece, nadie merece ser engañando.

Me duele mucho porque Ivo es lo mejor que me pudo haber pasado y como una imbécil la cagué, me cagué en él y en nuestra relación.

Mañana es el segundo partido. Desde ayer que no veo a los chicos, más que a mi hermano, ¿cómo voy a hacer para mirarlo a Julián a la cara?

- Vamos, Sol- dijo mi mamá fuera del baño- se va a hacer tarde.

Salí y agarré mi mochila. Por suerte hacía bastante calor y no tenía que cargar con un montón de cosas.

- ¿Esta todo bien?- preguntó. Asentí con una sonrisa y salimos del hotel.

Llegamos rápido y entramos. Nos sentamos en las gradas donde el sol pegaba no tan fuerte.

- Yo se que pasó algo con Julián, no soy boluda. - me giré para mirarla. Ella estaba viendo como Santiago hacía pases con Adolfo.

- Nos besamos, y me siento muy mal.

- ¿Por qué?

- Porque yo estoy con Ivo y no se merece eso.

- Sol yo no puedo decirte que hacer, pero tenes que decirle a Ivo.

- Si, ya sé. ¿Pero qué hago con Julián?

- Solamente se besaron, ¿te dijo de ser algo más?

- No-susurré

- Entonces ya está.

Durante el entrenamiento ninguna de las dos cruzó palabra. Se que no estaba enojada, quizá decepcionada porque no me creía capaz de hacer algo así y yo tampoco. Cuando terminó nos fuimos a la cafetería a esperar a mi hermano.

- Hola, Solci- se acercó a mi y me abrazó. -¿Estas bien?

Me conoce también que a veces es difícil ocultar cosas.

-Si-sonreí- estuviste genial.

- Hola, amiga hermosa- Pedro besó repetidamente mi frente. -¿cómo estás?

- Bien y vos.

-Bien-sonrió- ¿querés ir para el hotel? Tenemos la tarde libre.

- Si, dale. Tengo que hablar de algo con vos.

(...)

-Sentate-pedí.

- María Sol la haces re larga-suspiró- dale, decime.

- No me apures que es difícil para mi. -mordí mi labio.

- ¿Mataste a alguien?-negué- entonces tan grave no puede ser.

- Me comí a Julián-solté.

- ¿Qué?-gritó- si es grave.

- ¡Ya se!- Me senté al lado de él- es muy grave. Soy una mierda.

-Todo va a estar bien- pasó su brazo por mis hombros- voy a estar para vos.

- Gracias- murmuré- sos el mejor del mundo.

Aia.

¿Qué piensan que va a decir Santiago cuando se entere?