Lindsay
Carlos nos dejó en su despacho, que no era muy grande, pero tenía un sofá muy cómodo en el que me senté junto a Kevin. No hablé hasta que nos quedamos solos y luego solo me salieron palabras en inglés. Estaba nerviosa y aún me sentía mareada, aunque se me había pasado bastante.
Él tenía la barbilla llena de sangre y una herida en el labio, aunque no pareció darle ninguna importancia. Aún no podía creerme que se hubiera liado a puñetazos con Brody.
—¿Qué te ha hecho? —me preguntó, secándome las lágrimas con los pulgares—. ¿Qué ha pasado, Linda?
Tuve que respirar un par de veces, para recordar todo lo que sabía de español. Kevin esperó con paciencia, sin dejar de secarme las lágrimas que no paraban de caer.
—Me dio un chupito —conseguí explicar al final, aunque se me escapó otro sollozo—. Ni siquiera lo pensé, no se me ocurrió...
—¿El qué, Linda? —insistió.
—Echó algo en la copa —confesé y él cerró los ojos—. No quiero volver a la clínica, yo no lo sabía...
Me envolvió entre sus brazos y yo enterré la cabeza en su pecho, rompiendo a llorar de nuevo. Dejé que me acariciase el pelo, pero no logró consolarme ni un poquito. Si mis padres volvían a meterme en ese sitio me iba a morir.
No supe cuánto tiempo estuvimos allí abrazados. Yo me aferré a la camiseta de él y no pude parar de llorar. Esta vez no había hecho nada malo, no me lo merecía.
La puerta se abrió en algún momento, y me separé de Kevin limpiándome las lágrimas. Mis padres entraron, con los suyos y Carlos. Todos parecían cabreados y yo solo pude agachar la cabeza.
—¿Qué ha pasado? —preguntó Charly.
No tenía muy claro si hablaba con nosotros, pero respondió Carlos, con tono ligero.
—Nos han avisado porque había menores en el bar y cuando he llegado, el menor en cuestión estaba zurrándose con el guiri.
Yo no levanté la mirada de mis uñas. Hacía más de un mes desde la sesión de fotos, me había quitado el pintauñas después y no me lo había vuelto a poner. Además, las llevaba más cortas que nunca.
—¿Brody está bien? —preguntó mi padre. Supuse que se metería en problemas, porque era menor y estaba a su cargo.
—Sí, le han dado un par de puntos en la ceja y el pómulo, pero no tiene nada grave.
—Seguro que puede permitirse una cirugía más... —se burló Kevin.
—¿Qué ha pasado, Kevin? —preguntó Charly de nuevo.
Alcé la vista parar mirarle y él clavó la vista en mí durante unos segundos.
—Ha sido culpa mía —me adelanté.
No quería que le regañasen a él tampoco. Sin embargo, se puso de pie y no me dejó seguir hablando.
—Estaba de fiesta con mis amigos y me he encontrado a Lindsay bailando con ese muñeco de plástico. Me he puesto celoso. —Se encogió de hombros, como si no tuviera importancia.
—¡Eso no es verdad!
No quería que cargase con la culpa por mí, pero él soltó un bufido casi divertido.
—Venga ya, Linda, ¿me vas a defender a estas alturas? Ni que tuviera cinco añitos...
—Yo no... —Parpadeé un par de veces. Ahora dijera lo que dijese parecería que trataba de defenderle.
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El nombre de las estrellas - Bilogía Estrellas 1 - *COMPLETA* ☑️
RomantizmKevin es un defensor de las causas perdidas y piensa que Lindsay necesita su ayuda. Lindsay cree que su vida es perfecta, al menos hasta que sus padres la exilian a Madrid. Victoria solo se preocupa por el siguiente partido de vóley o su liga de fút...