34.- La despedida - parte 1

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Kevin

Me sentía tan estúpido, que cuando llegamos al local dónde habíamos salido los cuatro para «despedirnos» de las vacaciones, pedí una copa hasta arriba de alcohol. No estaba seguro de cuándo había metido la pata con Lindsay, pero lo había hecho. Un segundo parecía a punto de besarme, y al segundo siguiente quería irse. ¿Qué mierda había dicho mal? ¿Era por haberle pedido que se quedase?

Seguramente sí. No quería hacerlo, joder. Pero no había podido evitarlo. Pensé que era mejor que lo supiera, que tuviera toda la información antes de tomar una decisión. Pero pensé que me rechazaría así que había soltado esas tonterías sobre avanzar y yo que sé.

En cualquier caso, después de lo que fuera que la había molestado, apenas habíamos hablado. Nos quedamos un buen rato mirando el cielo en silencio, y luego habíamos vuelto a la casa. Y por primera vez, me había pedido que no fuese a su habitación por la noche. Decía que estaba cansada...

Por supuesto, yo había aceptado su decisión, pero no logré dejar de sentirme mal en toda la noche. Ni siquiera logré conciliar el sueño, no dejé de repetir la conversación en mi mente en busca de lo que había hecho mal. Por la mañana había tratado de hablar con ella de nuevo, pero me había sonreído y me había asegurado que no pasaba nada.

Y ya está, era todo lo que le había sacado en todo el día. Que estaba bien y que no pasaba nada. Pero Saray había aprovechado un segundo que nos habíamos quedado a solas para decirme que Lindsay le había pedido volver a Nueva York, aunque estaba dudando hasta ese momento. Así que no solo la había cagado, para colmo la había convencido de irse.

¿Se habría cansado de mí? ¿Qué había cambiado? ¿Qué había hecho mal?

Luego planeamos esa salida a la discoteca de despedida. Pero yo no tenía ganas de fiesta. Solo quería que se quedase. ¿Estaba mal?

Esa viborilla había puesto mi vida patas arriba y tratando de cambiarla a ella, me había cambiado a mí mismo de alguna forma. Ahora era dependiente de ella y no quería que se fuera.

Me acerqué a la pista, dónde Lindsay bailaba con Vicky y sujeté su brazo sin pensar mucho lo que hacía, quizá estaba demasiado borracho como para pensar con claridad. La noche anterior había estado dispuesto a aceptar mi derrota con deportividad, pero ahora no me daba la gana.

—¿Qué haces? —me preguntó Lindsay con el ceño algo fruncido cuando la sujeté de la mano y tiré de ella hacia mí.

—No quiero que te vayas. Quédate en Madrid, conmigo —pedí.

—Estás borracho.

—Sí, lo estoy, pero eso no cambia lo que quiero, Linda.

—¿Y qué quieres? —preguntó, sin quitar la mala cara.

—Quédate conmigo, no me dejes.

—¡¿Qué coño haces, imbécil?! —El grito de mi hermana nos separó cuando estaba a punto de besar a Lindsay.

Alcé la cabeza, preocupado, para ver como un borracho le acababa de tirar la cerveza encima a Vicky, y trataba de quitarle la bebida de encima palpando con la mano. Mi hermana le apartó de un manotazo y arrugó la nariz asqueada.

—Vamos, te ayudo a limpiarte. —Lindsay cogió la mano de mi hermana mientras hablaba y me hizo un gesto de disculpa antes de llevarla hacia el baño.

Yo me planteé si tenía que partirle la cara al borracho, solo por sentirme mejor. Luego decidí que no merecía la pena y volví a la barra para pedirme otro cubata. Maldito momento había elegido para confesar...

El nombre de las estrellas - Bilogía Estrellas 1 - *COMPLETA* ☑️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora