35.- La despedida - parte 2

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Kevin

Aparté a Stesha de mí sorprendido. La verdad es que estaba borracho y pensaba que iba a abrazarme o algo parecido. Quizá porque estaba triste o porque veía que lo estaba yo. No me esperaba para nada su «ataque» y, por cierto, había sido tan raro como lo hubiera sido besar a Vicky.

Y entonces, al levantar la mirada, había visto a Lindsay mirándome con los ojos llenos de lágrimas. ¡Joder! ¿Por qué tenía que tener tan mala suerte en la vida? No había besado a otra tía desde que ella había aparecido para volverme loco, y me besaba Sasha y justo tenía que verlo.

Corrí tras ella y al llegar a la calle vi a mi hermana. Caminaba muy rápido y Lindsay parecía tener dificultades para atraparla. Supuse que también nos había visto. Y aquello me preocupó aún más. No quería hacer daño a Vicky.

Alcancé a Lindsay y sujeté su mano para girarla hacia mí, pero se soltó de un tirón y me clavó una mirada cabreada que me dolió de nuevo muy adentro.

—Me alegro mucho de haber decidido irme, Kevin —fue lo único que me dijo, antes de correr para alcanzar a Vicky.

Fue todo un logro que no se cayese de los tacones. Yo me quedé allí plantado, mirando como pasaba un brazo sobre los hombros de mi hermana, que se dejó consolar por ella. Stesha pasó por mi lado y me dio un golpecito en el brazo para que volviese a andar. Yo avancé sin energía, de alguna forma, sabía que había perdido mi oportunidad con Lindsay. No querría nada conmigo después de aquello. No se fiaría de mí.

-o-o-o-

Stesha

Alcancé a Victoria justo cuando estaba entrando en la casa. La discoteca estaba muy cerca de allí, supuse que ese era el motivo principal por el que nos habían dejado ir a los cuatro solos.

—¿Podemos hablar, morena? —pedí con suavidad.

Sabía que me había visto besarme con Kevin, pero podía explicárselo, ¿no? Ahora sabía que lo nuestro era especial y lo de su hermano no había significado nada. Sin embargo, ni me miró.

Sujeté su mano antes de que llegase a las escaleras y la hice girarse hacia mí. Y me arrepentí cuando me miró a la cara, con sus ojazos azules llenos de lágrimas que habían manchado de rímel sus mejillas.

—Te quiero —le dije, en un intento de aplacar su tristeza.

—No me toques, Stesha. —Se libró de mi mano con un movimiento brusco—. Tú no quieres a nadie, eres lo peor.

—Puedo explicártelo —lo intenté de nuevo.

—¡No quiero que me lo expliques! —me gritó furiosa de pronto—. ¡Y tú eres aún peor! Se supone que eres mi hermano...

—Vicky... —empecé otra vez, pero me cortó.

—¡No quiero oír nada! Llevabas razón, esto es un error. Ahora déjame en paz, no quiero volverte a ver.

—Deja de gritar —pidió Kevin.

—¡¿Te molesta que grite?! —Subió aún más la voz y su hermano se limitó a agachar la cabeza. ¿Por qué mierda no nos defendía?

—Victoria... —Y una vez más me interrumpió sin dejarme hablar.

—¿Si queríais liaros por qué has estado enrollándote conmigo? ¿Por qué tenías que jugar con mis sentimientos? —me preguntó con un nuevo torrente de lágrimas—. ¿Por qué no me lo dijiste? —Se giró hacia su hermano entonces.

—Win... —lo intentó él, pero todas las luces se encendieron y sus padres, los de Lindsay y Carlos y Andrea bajaron las escaleras.

—¿Qué pasa? —pregunto Charly.

El nombre de las estrellas - Bilogía Estrellas 1 - *COMPLETA* ☑️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora