Capítulo 9.

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No me dejes con el corazón roto esta noche — Karmin.


El fin de semana se acabó más rápido de lo que pude darme cuenta y entonces tuve que darles la cara a mis nuevas responsabilidades.

Lo primero en la lista era hablar con el que esperaba fuera mi nuevo abogado.

Esperaba y deseaba, porque era imposible que pudiera hacer todo esto sola.

Hugo había programado una cita para vernos en casa, para mayor comodidad mía y sospecho que para mantenerlo vigilado.

Hugo se había puesto en plan "papá protector conmigo" y no me dejaba sola ni un segundo, lo cual me hacía sentir segura y protegida y le agradecía infinitamente, porque realmente yo no tenía idea de en lo que me estaba metiendo.

Excepto que para mí suerte en esta caso yo ya sabía bien en que me estaba metiendo con Christian.

Y ahora como siempre, Christian había llegado puntual.

Algo que no le había dicho a Hugo, es que Christian había sido mi novio hacía muchos años, fue el primero que tuve y con el que viví toda clase de experiencias de carácter importante en la vida de todo ser humano.

Sobre todo, en la vida de una mujer y gracias a Dios él había aceptado venir a ayudarme, aun después de que no habíamos quedado en los mejores términos, cuando habíamos, terminamos.

No había sido una mala relación, solo un mal final, esperaba más de él y el esperaba más de mí, pero no estábamos listos y ambos lo sabíamos, al cabo de unos años ambos lo entendimos por nuestra cuenta.

Él lo entendió con Anabelle Rodríguez, quien ahora era su esposa y yo por mi parte, lo hice sola.

No me molesto que haya hecho su vida de nuevo después de mí, al contrario, siempre le quise y querré por todo lo que vivimos, me dio grandes momentos que jamás voy a querer olvidar, por lo que estaba feliz que se hubiera casado con Ana, quien no era nada menos que otra chica de mi clase que siempre había estado enamorada de él.

Lo vi entrar a la habitación listo para trabajar, tan profesional como siempre, con todo y su portafolios en mano.

—Hola, Ella. —Dijo dándome una gran sonrisa.

—Hola Christian. —Dije sonriendo.

—Preguntaría cómo estás, pero desde que entré por la puerta de esta casa supe que definitivamente has estado mejor que yo.

Me reí por su comentario. Porque en parte no era cierto, pero en parte sí.

—¿A qué te refieres con eso? —dije después de que me di cuenta de lo que acababa de decir.

—Eso no importa, venimos a trabajar. —Dijo tratando de restarle importancia al asunto.

Levanté la vista y Hugo aún seguía con nosotros en la habitación.

—Puedes confiar en él, no hay ningún problema.

Hugo le sonrió y Christian respiro un poco más relajado.

—Me estoy divorciando. —Dijo al fin. Le indique que se sentara en un pequeño sofá de la sala que estaba en el recibidor.

—Pero ¿cómo? Sí parecía que todo estaba bien entre ustedes.

—Lo estaba o eso creía yo también, pero luego ella dijo que ya no podía seguir de la manera en la que vivíamos, que no podía seguir esperando algo de mí que no iba a pasar y que había encontrado alguien que sí pudiera dárselo ahora.

Está vez, vas a quedarte. Bilogía: Segundas OportunidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora