Cuando llegaste tú, te metiste en mi ser
Encendiste la luz, me llenaste de fe
Tanto tiempo busqué, pero al fin te encontré
Tan perfecta como te imaginé — Reik.
Tengo que admitir que lo que más nervios me daba no era ir a la gala, sino ir sola y sobre todo tener que ser juzgada por ello.
No había pensado en que tan nerviosa e incómoda me iba a sentir hasta ese momento hasta que el día del evento llegó.
Tuve de nuevo a Luigi ayudándome, él se encargó de todo desde que llegó, con excepción del bañarme, él me dijo que tenía que hacer en todo momento.
Gracias a Dios, porque por mucho que yo aparentara estar bajo control, la verdad es que estaba al borde de un colapso nervioso.
Nunca había estado así en toda mi vida.
Sentía un terrible nudo en mi estómago, mis piernas temblaban como gelatina y mi cuerpo entero sentía que me llevaría al suelo sí me soltaban, por eso es que agradecía a Luigi por dirigirme en todo momento.
Él tomó a una chica regular y la convirtió en todo una modelo de talla mundial.
Al terminar con dos horas de proceso de creación, que es como él lo llamaba, peinado, maquillaje y vestido, me sentía como una autentica princesa.
El hombre había hecho milagros conmigo. No podía creer que ese fuera mi reflejo en cuanto terminó y me dejo verme en el espejo.
—¡Dios santo!
Hasta Hugo opinó.
—Está usted muy hermosa, Señorita. —Me giré para escuchar su opinión. Y cuando capté su mirada no pude evitar sentirme un poco avergonzada, mis mejillas debieron de haberse puesto muy rojas en ese momento.
Si esa era la reacción que obtendría de él, no quería imaginar cómo me vería Nicholas.
Dios, el solo pronunciar su nombre hacía que quisiera desmayarme, me quedaba sin aliento y sentía que no podía respirar, por eso antes de que pasara cualquier cosa le pedí a Hugo que me ayudara a salir hacia la camioneta para irnos.
Todo el camino fue una tortura, pero no fue nada con lo que sentí en cuanto llegué.
No respire.
Eso es seguro.
No respire.
Retuve la respiración hasta que ya no pude más, creo que casi me puse morada, mientras distintos asistentes me condujeron hasta la entrada principal de la gala.
En la puerta, un banner estaba colgado anunciando la causa a apoyar.
El autismo.
Me parecía adecuado apoyar una causa como esa en este día en específico, ya que hoy era el día de la concientización. Pero también pensaba que bien podrían haber hecho una simple venta de pasteles y les habría ido bien.
No tenían por qué haber gastado todo este dinero, en un lugar que, si bien era lujoso y hermoso y que le hará feliz hasta el más excéntrico de la sociedad, recibirían a la crema y nata de toda la ciudad aquí y eso lo entendía, pero este lugar era absurda y ridículamente lujoso.
Lleno de brillos y lámparas de araña.
Lleno de gente con vestidos y trajes que costaban de seguro más de lo que yo me gastaba en renta en un año.
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Está vez, vas a quedarte. Bilogía: Segundas Oportunidades
RomanceLa vida es complicada, eso lo sabe de sobra Gabriella. Ella ha pasado toda su vida siendo una perdedora. Y lo peor es que comienza a estar bien con ello. Perdió cada gramo de su dignidad, todo para encajar. Y aun así nada fue suficiente. Entonces...