Sólo soy su media, normal, un súper héroe cotidiano, tratando de salvar el mundo, pero nunca realmente seguro de cómo hacerlo — Smash Mouth.
Al día siguiente era mi primer día en la universidad, estaba más que nerviosa de regresar ahí después del escándalo que había provocado el día anterior con el caso de fraude del rector.
Y la verdad es que nada de lo que estaba haciendo ahora, me estaba ayudando a calmarme.
Puse música mientras me bañaba para poder relajarme, pero no podía, ninguna canción parecía ser lo suficiente para lo que estaba sintiendo, repasé toda la música que tenía, pasando por bandas con números en la lista de reproducción hasta las últimas letras de alfabeto que tenía al final.
Nada me estaba ayudando, al contrario, me sentía más ansiosa.
No había estado tan ansiosa desde que tenía veinte años.
La última vez fue en mi entrevista de trabajo para esa misma universidad.
Aún lo recuerdo como si hubiera sido ayer, no pude dormir en toda la noche, me había recomendado una conocida de mi madre para trabajar ahí.
No comí nada tampoco de desayuno, en realidad no comí nada hasta que estuve segura de que podría pasar el día, independientemente si me quedaba con el trabajo o no, tenía que estar segura de que podía con eso.
Sudaba frío, y me temblaban las piernas y manos de los nervios, pero una vez que la entrevista terminó, todo estuvo bien.
Y eso mismo me estaba pasando ahora.
Esperaba que este fuera el caso, apenas y comí también mi desayuno hoy. Por lo que Martha y la Chef María me hicieron un pequeño almuerzo para cuando me diera hambre y mis nervios bajarán.
—Verá que todo saldrá bien —me dijo Martha antes de dejarse ir hacia mí en un abrazo, que necesitaba hoy más que nunca.
—Gracias y gracias por lo del almuerzo, me hacen sentir mejor de lo que seguramente merezco.
—¡Tonterías! —dijo Martha.
—Usted se merece el sol, la luna y las estrellas porque es una excelente persona y no deje que nadie la haga sentir menos sin su consentimiento, usted es la dueña, les guste o no —dijo la Chef a mi lado, ella no me abrazo, pero sí que me dio una gran sonrisa de oreja a oreja.
Y eso era todo lo que necesitaba, tomé mi bolso y me fui hacia la escuela.
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Le había pedido a Amanda que viniera conmigo a la oficina y me ayudara como una asistente debería hacerlo, aunque no estaba segura de a qué me refería con eso.
Ella había aceptado de lo mas contenta, incluso diciendo que llegaría más temprano y pediría que todo se ordenará como a mí me gustaba y así tendría tiempo de saber como estaba organizado todo por ahí.
Tampoco sabía exactamente a qué se refería con eso.
Pero esperaba que no fuera de las personas que se vuelven locas por el poder y luego andan dando órdenes a diestra y siniestra nada más por que sí.
Queen, con Fat Bottom Girls me acompaño casi todo el camino, ayudándome así a llenarme de valentía.
O de agallas, depende de cómo lo veas.
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Está vez, vas a quedarte. Bilogía: Segundas Oportunidades
Roman d'amourLa vida es complicada, eso lo sabe de sobra Gabriella. Ella ha pasado toda su vida siendo una perdedora. Y lo peor es que comienza a estar bien con ello. Perdió cada gramo de su dignidad, todo para encajar. Y aun así nada fue suficiente. Entonces...