Capítulo 15.

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No, nada bueno comienza en un auto de escapada — Taylor Swift.


—Señor De La Vega, estoy esperando su respuesta... —dije levantándome de mi asiento, para recibirlo de mejor manera, el hombre me vio de arriba abajo, inspeccionándome como siempre en cada detalle y supongo calificándome como lo hacen todos los hombres.

—Estoy aquí para ser su nuevo asesor de negocios y la Señorita Támez estaba ya aquí cuando yo llegué, yo solo me he presentado ante ella como lo haría como con cualquiera.

—¿Porque en la tierra querría ser mi asesor de negocios?

—Porque así usted se dará cuenta de que venderme es la mejor opción, soy el mejor en esto señorita, nadie mejor que yo la puede asesorar en este mundo tan rudo.

—Bien, si quiere el empleo, tendrá que esperar como todos por su entrevista debida.

—Por supuesto, no estaba esperando un trato especial solo por nuestra historia.

—Nosotros no tenemos ninguna historia —dije seria. Ese hombre podría exasperar a cualquiera- le pido entonces que espere afuera, en el recibidor con los demás.

—Por supuesto, señorita. —Dijo asintiendo hacia mí y luego se regresó por donde venía.

—¡Dios santo! Sí podía, ¡Juró que lo mataba! —exclamé molesta. La chica a mi lado se había sentado detrás de mí, en el sillón. La escuché soltar una pequeña risita.

Instintivamente me giré para callarla. Luego yo solita me obligué a no hacer nada que la pudiera espantar, en caso de que ella fuera la persona correcta para el puesto.

Pero eso sí, más le valía no estar relacionado de ningún tipo con ese tipo.

—Señorita, comencemos —dije sentándome frente a ella—, dígame su nombre y porque quiere este puesto.

—Mi nombre es Amanda Támez Domínguez, soy egresada de la licenciatura en Administración de empresas, con una maestría en finanzas internacionales y múltiples diplomados para fortalecer dichos conocimientos, puede verlo todo en mi curriculum. —La chica me lo dio en la mano. Lo acepté de buena gana, abrí la carpeta y todo lo que la chica decía era verdad, incluso tenía cartas de recomendación de empresas que yo no sabía que existían aquí.

Parecía más que calificada para el puesto de asistente.

Diría que a juzgar por lo que se ve en estas hojas, la chica debería estar aplicando para ser gerente o un puesto más elevado sí era posible, no una simple asistente.

—Señorita Támez, ¿porque quiere trabajar para mí? Sí de acuerdo a su curriculum, está usted más que calificada para este puesto.

—Puede llamarme Amanda si lo prefiere, ¿quiere la verdad?

—Por favor, si usted es honesta conmigo, yo lo seré con usted.

—Tuve un problema personal con mi último jefe y ahora solo quiero algo de paz y calma. —Me fijé en su carpeta para corroborar lo que me decía, pero solo encontrar más cartas de recomendación, la última era de una empresa que hacía telas aquí, en la ciudad.

—Puedo preguntar, que tipo de problema.

—Ninguno legal, no es nada de eso señorita.

—No es eso lo que me preocupa.

—Se lo diré, pero no puede decir nada, por favor.

—Por supuesto.

—Y no quiero que piense que me estoy valiendo de esto para obtener el puesto mediante simpatía, ni nada de eso. —La chica parecía ponerse cada vez más y más nerviosa con cada palabra que salía de su boca, no sé lo que la ponía así, pero no debía ser nada bueno, me apiade de ella y no quise saber más.

Está vez, vas a quedarte. Bilogía: Segundas OportunidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora