Capitulo 9. Vamos a Casa.

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Caminé a paso rápido por la entrada del estacionamiento. Busqué con la mirada a Mike pero no divisé al castaño por ningún lado. Caminé hacia dos personas que fumaban junto a un auto rojo con la esperanza de preguntarle por el chico, pero no pude avanzar mucho, una mano me detuvo por el hombro hacíendome girar. Era un muchacho alto de ojos cafés con el cabello de un color plateado. Lo mire sorprendida.

—¿Que te pasó en el pelo?— rei ligeramente mientras subía la mano a tocar su cabello, para comprobar si era real.

—No querrás saber— Mike se paró derecho impidiendo que mi mano llegara su cabello. Volví a reír pensando en miles de respuestas al ¿Como llegó a tener el pelo así?

Mike suspiró y con una seña me pidió que lo siguiera. Cosa que me fue medio imposible, pues el chico caminaba algo rápido y mis cortas piernas casi no podían seguirle el ritmo.

Nos detuvimos frente a una puerta que parecía llevar a un aula. Mike se recostó a la pared diciendo que teníamos que esperar un poco, asentí dudosa. Se cruzo de brazos y el sonido de un papel en su mano llamó mi atención.

—¿Lo expulsaron?— dije miedosa, esperando una respuesta negativa a mi pregunta . El chico miro el papel y con el rostro sereno contestó.

—Por suerte no. Pero le quitaron la mitad de las vacaciones— me extendió el papel —Tendrá que venir por otro mes en modo de reflexión.

—¿Que fue lo que pasó?— tome la hoja y leí el principio.

—Por lo que sé, desde hace unas tres semanas unos mocosos llevan haciéndole burlas. Al parecer les pareció divertido saber que el enano era adoptado— habló con enojo y apreté el papel incomoda, no esperaba que esa fuera la causa —Lo descriminaron, le gritaron, le agredieron, lo humillaron, le escondieron las cosas y escribiendo por todos su casillero "Tu madre no te quería y por eso te tiró como basura" - sentí mi corazón contraerse, esas palabras podrían ser demasiado hirientes para cualquiera.

—¿Como es posible que niños tan pequeños puedan hacer algo tan cruel?— dije sintiendo enojo y tristeza al mismo tiempo.

—No fueron niños pequeños, y eso es lo que más me molesta— habló con rabia —Fueron unos imbéciles de quince años aburridos de su propia vida.

—¿Quince?— lo mire sorprendida —Son tres años mayores, ¿Que tienen en la cabeza?¿No tienen nada mejor que hacer?

—Repito, aburridos de su propia vida— se metió las manos en los bolsillo —Y no es solo eso, sino que también fueron unos cobardes y se hicieron las víctimas cuando el enano empezó a defenderse— subí una ceja —Tal y como escuchas.

—Entonces él, todo este tiempo...

—Solo se estaba defendiendo— una pequeña sonrisa pareció en su rostro —Y buena paliza les dió— Dijo orgullozo

—¡No te alegres por eso!— deje un pequeño golpeen su brazo —La violencia no es el mejor camino.

—¡Tú acabas de ser violenta conmigo! — se quejó sobandose el brazo y lo señale amenazante.

—No es lo mismo. Lo mío es con amor. Y estoy más que segura de que él los golpeó herido y enojado— me crucé de brazos y el chico puso los ojos en blanco.

—Al menos demostró que era valiente, y que es alguien que sabe encarar lo que le hace daño. Puede que no lo haya hecho de la mejor forma pero es admirable como enfrentó todo— habló seguro y sus palabras resonaron en mi cabeza, hacíendome sentir... Débil —No sabes lo orgulloso que estoy de que mi hermano de doce años le diera una paliza a esos tontos de quince— sonrió orgulloso y bajé la mirada algo deprimida, ya no estaba escuchando lo que él decía —Ey— sentí que tocó mi hombro y levante la mirada para encontrar su rostro preocupado —Pareces desanimada.

Solo Tú (DESCONTINUADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora