Capitulo 1. Hola Y Adiós.

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Como cada primera mañana de verano, se escuchaba la campana desde el edificio más alto del campamento.

Empezaba otra travesía en el campamento Pacto. Un lugar donde todos podían disfrutar unas excepcionales vacaciones.

En la entrada habían caras nuevas, niños con sus padres, ancianos, jóvenes en grupos y parejas enamoradas. Todos esperando inscribirse en la mejor de las opciones.

El campamento era gigantesco, dividido en tres secciones. La sección de vacaciones libres, la más pequeña y menos poblada, especialmente para los que deseaban unas vacaciones tranquilas en una simple cabaña disfrutando del aire libre.

La segunda era la sección de parejas, destinada a personas que deseaban disfrutar de unas vacaciones con aventura y retos en pareja, lo mejor para un romance eterno en el bosque.

Y la tercera y más grande, la sección juvenil, destinada a jóvenes que buscaban compañía, retos, aventura, conocer gente, disfrutar y aprender de la natureza. Con una gran lista de cosas para hacer, la mejor entrada al lago, una cancha de basket, otra de fútbol, un escenario al aire libre donde se hacían muchas actividades, casas para diez personas en lo alto de los árboles, y aquí estaba lo más importante del campamento, los equipos de deporte y sus porristas animando a todo dar, lo mejor de lo mejor ya que se hacían competencias con otros campamentos y que mejor que ser parte del orgullo del ganador o del perdedor que al menos dio todo.

Todos los ya inscritos caminaban al centro del campamento, donde se dividía las secciones, esperando la bienvenida de los campistas y el director. La alegría en el campamento era única, habian personas conociéndose y amigos reencontrandose, pero había algo diferente ese verano.

La sección juvenil estaba apagada. Algunos con caras tristes y otros confundidos. ¿Que pasaba? Yo sabía.

—¿Cómo es posible que tengas que irte? Apenas comenzaron las vacaciones. ¿No vendrás más? Mary, no entiendo que esta pasando— Dijo entre lágrimas una pelinegra abrazandome con fuerza. Le devolví el abrazo y me aparte.

—Lo siento— lo único que pude decir mientras también secaba mis lágrimas.

—¿Pero porque hoy?— se quejó un rubio abrazandonos a las dos mientras intentaba contener las lágrimas.

—Lo siento...— repetí —Ni si quiera tendria que estar aquí. Ya no soy parte del campamento. Solo vine hoy a despedirme— Me aparte de los dos y mire a mi alrededor, estábamos rodeados.

Daniel, el rubio, me miró triste y acaricio mi cabeza, sabía que no nos veríamos más y se obligaba a sí mismo a no llorar.

—¡No es posible!— Una rubia salió de entre la gente y me miró enojada con lágrimas en los ojos —¡Eres la capitana! ¿Que haremos las animadoras sin ti? ¿Que hará el equipo sin ti?— hizo un puchero. Y yo baje la cabeza con tristeza.

—No me necesitan para ganar. Ellos ganarán si se esfuerzan por si mismos. ¡Son buenos jugando! Y si pierden la esperanza porque yo no esté me sentiré realmente mal, saben que lo único que hago es apoyarlos y levantarles los ánimos. Ustedes que son el equipo de animadoras deben hacerlo también, el juego y apoyar no es de una sola persona, es de un grupo que trabajan juntos con un objetivo. ¡Si están juntos y creen en si mismos podrán hacer cualquier cosa!— dije con orgullo y se produjo un silencio abrumador, los mire asustada hasta que la mayoría de las animadoras comenzaron a llorar.

—¡Te vamos a extrañar!— Gritaron todas casi a la vez. Sonreí.

Daniel se acercó y me abrazó con fuerza. Mi mejor amigo, el que siempre me hacía sonreír, el que siempre estaba ahí para cualquier locura, dispuesto a todo. Se separo de mi y me miro a los ojos.

Solo Tú (DESCONTINUADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora