Solo Tú (DESCONTINUADA)

Capitulo 14. Viviré Con Ello.

Abrí la puerta de la ducha y salí envuelta en la toalla. Caminé frente a Yanet y Sara que se secaban el pelo en ropa interior frente al espejo. Una imagen bien común en el baño de chicas, ya llevábamos viendo la misma imagen por tanto tiempo que ya se había vuelto lo mas normal del mundo. Se dice que el pudor y la vergüenza entre las amistades desaparece con el tiempo y ese era nuestro caso.

Tomé otra toalla y envolví mi cabello mojado. Me quedé en ropa interior mientras pensaba algún outfi para la ocasión. Elegí un short blanco, una blusa negra con adornos rosas y unos
converse negros con detalles rojos. Simple, bonito y cómodo. No pedía más para una fiesta donde posiblemente iba a bailar hasta no poder más.

Me puse la ropa, solté mi cabello y lo planché utilizando el secador. Años atrás una vieja amiga de mi madre me había enseñado a hacerlo, el mejor consejo que jamás alguien me había dado.

Me puse frente al espejo notando que todas estaban ya vestidas menos Camille. La mire confundida, llevaba la toalla alrededor del cuerpo mientras miraba con indecisión su closet.

—¿Necesitas ayuda?— me puse detrás de ella.

—Bueno... ¿Que tipo de ropa debo utilizar para conquistar a un chico?— dijo tímida y todas voltearon a mirarla.

—Espera, ¿que?— Rebecca se acercó —¿A quien? ¿Desde cuando?

La pelirroja bajó la mirada y sus mejillas se camuflajearon con su cabello. La mire fijamente.

—¿Hablas de...— no termine la frase, ella asintió tímidamente. Una gran sonría apareció en mi cara.

—¿Quién? No sé lo guarden para  ustedes— Yanet se quejó sarandeandome por los hombros, reí. Camille sonrió.

—Es alguien que me gusta desde hace mucho.

—Desde hace mucho— alargue la palabra "mucho" y la palirroja giro los ojos con una sonrisa.

—¿Pero quien es?— insistió curiosa Yanet y Camille suspiró.

—Elliot— dijo tímidamente.

—Oh— la sonrisa de la rubia se desvaneció un poco, pero luego volvió a sorneir —Que bien. Harían una bonita pareja.

—Pero debo averiguar si le gusto— rio nerviosa la pelirroja.

—Tengo el presentimiento de que ya le gustas— hablo Rebecca y se dirigió a nosotras —¿No han notado que Elliot intenta ser menos idiota cuando está ella cerca?— las tres asentimos. —Creo que no tendrás que hacer mucho— le sonrió a la pelirroja.

—¿Pero te piensas confesar?— Sarah preguntó.

—No lo sé. Me da un poco de vergüenza dar el primer paso.

—A los chicos le gustan que sean atrevidas— aseguró la castaña.

—No se si pueda ser atrevida. Cuando estoy con él me pongo muy nerviosa y no sé que hacer— dijo sonriente y las cuatro nos miramos con ternura.

—Creo que si él no se lanza hoy, es porque es un idiota— habló Rebecca con seguridad. Camille la miró algo confundida.

—¿Por qué?

Rebecca nos miró son una amplia sonrisa y las tres entendiendo la indirecta le devolvimos el gesto. Rodeamos a la pelirroja y caminamos hacia nuestros closet buscando alguna ropa perfecta.

Camille nos miró confundida mientras decidimos la ropa y todo lo demás.

Al final le pusimos mi peto azul resaltando sus curvas, su piel pálida y su rojo cabello. Zapatos bajos y un cinto fino plateado. Le hicimos una treza al lado y le pusimos un maquillaje natural con un labial nut.