Capitulo 12. ¿Vainilla?

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Narra Daniel Stev

Casi dos días de puros pensamientos. De pura confusión. De pura impasiencia. Puro vacío.

La visita de Mary me había dejado quizás demasiado conmocionado. No podía sacar de mi cabeza su rostro, su sonrisa o su voz. La pequeña porrista de 14 años que recordaba había florecido en una hermosa rosa, y frente a mis ojos era la más hermosa del jardín.

Desde su repentina segunda despedida, no podía dejar de buscar una razón para sus acciones y las palabras del chico que la acompañaba.

No el conté a nadie de su aparición, y al parecer nadie más supo de ella, ni si quiera Andy.

Lunes en la mañana. Ya habiamos terminado el primer entrenamiento de la semana y con él se habían ido mis energías. No podía pasar demasiado sin pensar en ella y en nuestra conversación, incluso no podía logras que desapareciera la mala sañensacion de saber que ella estaba ahí por Andy. Mi tire en el sofá y observe el castaño entrar en la habitación. Al menos él no lo sabe.

—¡Daniel!— Elliot gritó en mi oído haciendo que lo mirara asustado —Llevo rato hablándote y no me estás escuchando. ¿Que miras?— miró por encima de mi cabeza y subió una ceja —¿A Andy? Noté que estabas raro pero esto ya está a otro nivel— dijo con una risa nerviosa.

—¡No estoy raro!— intenté defenderme. Michel pasó por nuestro lado y se sentó en el otro sofá.

—¿Tu también estas raro?

—¿También?— levanté una ceja.

—Andy desde la competencia está muy distraído, y cuando estamos abajo está como buscando a alguien— dijo Michel tomando una cerveza con cara de extrañeza.

—Eso me asusta— dijo Elliot y me miró horrorizado —¿Ustedes dos no se habrán besado o algo, verdad?

Michel escupió su cerveza y yo abrí los ojos estupefacto. Negué con cara de asco y le di un golpe en la nuca a mi amigo. Su estupidez podría llegar muy lejos a veces.

—Deja de decir cosas sin sentido, idiota. ¿Acaso crees que algo así podría pasar?

—¡Pero si los dos están raros, es por algo!

—!Ese algo no tiene que ser un beso!

—¿Beso?— Rebeca se acercó con las chicas, al parecen venían del entrenamiento y habían escuchado parte de la conversación.

—Andy y Daniel se besaron— dijo Elliot. Las chicas se quedaron en blanco.

—¡Ya te dije que no!— miré con enojo al castaño.

—Eso no lo había visto venir— habló Yanet conmocionada.

—¿Quién lo diría? El amor y el odio si son dos caras de la misma moneda— continuó Rebeca sentándose junto a Michel mientras el chico miraba hacia todos lados confundido.

—¡Dejen de ignorar a lo que estoy diciendo!— me puse de pie intentando arreglar el estúpido malentendido. —Jamás pasó algo así. ¡Y tampoco pasara! ¡Me gustan las mujeres, joder!

Grité con enojo y los cinco me miraron. Luego se escucho una puerta a mis espaldas y todos miraron en su dirección.

—Ahí viene el otro tortolito— bromeó Rebeca y todos rieron. Puse los ojos en blanco y me tire en el sofá.

—¿De qué hablaban?— Se acercó Antony junto a Andy, posiblemente habían escuchado mis palabras anteriores.

—De un amor fatídico— volvió a bromear Rebeca y le mandé una mirada asesina. La chica sonrió divertida.

Solo Tú (DESCONTINUADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora