Capitulo 26: Sé Que No Estas Bien.

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Narra María Hill

Crucé las piernas y sonreí ante la historia que Cloe me contaba por telefono. Su emoción se desbordaba y no podía evitar sonreír ante su alegre voz.

—... Solo me giré un segundo a ver a mi perrita y al volverme a girar Sam estaba lleno de espuma de pies a cabeza. ¡Parecía un muñeco de nieve sacado de alguna película de terror navideña!— continuó la historia y rio a carcajadas provocando una risita de mi parte, la imagen mental que me había creado era demasiado graciosa. —y entonces me vuelvo a girar y estaba toda la comida completamente entre llamás. Adiós puré de papas. Adiós pollo. Adiós comida navideña.

La chica volvió a reír y pude escuchar a alguien gruñir del otro lado del teléfono, posiblemente era el propio Sam cansado de que contara la historia una y otra vez.

—Fue la mejor noche de Navidad de la historia— dijo entre risitas y luego suspiró —Ojalá hubieras estado aquí.

—Si...— sonreí algo triste —Pero al menos ustedes lo pasaron bien, y al final comieron pizza asi que estoy segura de que no tienen nada de que quejarse.

Hablé con un poco de mas entuciasmo. Cloe se quedó en silencio mientras yo mostraba una sonrisa para mi misma ya que sabía que ella no podía verme.

—Dios, no quiero imaginar la sonrisa que tienes ahora.

Confundida ante sus palabras solo frunci el ceño —¿Que?

Ella suspiró —No creas que no me doy cuenta del desánimo que hay en tu voz. Intentas parecer feliz y positiva como normalmente eres, pero te conozco bien Mary, y sé que no estas bien, no intentes ocultramelo.

Sorprendida y algo confundida me quedé sin habla. Cloe no era tan intuitiva asi que era sorprendente que notara algo así con sólo escucharme hablar unas pocas palabras.

¿Acaso estaba siendo demasiado obvia?

Suspiré mentalmente intentando relajarme, y pensé en alguna forma de esquivar el tema para no preocuparla. Odiaba preocupar a los que me importaban.

—¿De qué hablas, Cloe? Yo estoy bien, perfectamente bien— me hice la desentendida e intente hablar lo mas normal posible.

—Cuando dices que estás perfectamente bien es cuando más mal estás— soltó con seguridad y maldije mentalmente, ya había olvidado lo terca que era mi amiga y lo mucho que ya me conocía. No era tan fácil engañarla. —Mike me contó todo— Maldito Mike —Sé que colapsaste y que posiblemente no haya sido un colapso normal.

—Solo estuve corriendo demasiado— me excuse —No había tomado mis medicamentos y mi cuerpo no pudo más. Solo eso, tampoco es para tanto. Solo fue un descuido de mi parte.

—¿Solo un descuido? No me vengas con historias, Mary. Puede que mi intuición no sea tan buena pero estoy casi segura de que ese colapso no fue un descuido, y mucho menos cuando estas tan desanimada y apagada después de que ocurrió. Te pasó algo más y me lo estás ocultando como si eso le quitara peso.

Suspiré algo cansada —No es nada importante. No debes preocuparte por eso.

Cloe suspiró con molestia y volvió a guardar silencio unos segundos, pero luego habló.

—Esto no tendrá nada que ver con Andy, ¿verdad?

Dios, ya me estaba asustando. ¿Como podía acertar algo así sin tener ninguna pista?

—Pues...

—Se acabó el tiempo— una campista se me acercó y me miró impaciente.

Apenas recordaba que estaba en el teléfono del campamento, en el único que podía utilizar. Después de todo los aparatos electrónicos como celulares o laptops estaban completamente prohibidos en el campamento. Era algún tipo de regla que intentaba despegar un poco a los jóvenes de la tecnología e intentaba unirlos a la naturaleza y a las personas a su alrededor.

Solo Tú (DESCONTINUADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora