Todos guardaron silencio. Solo miraron expectantes en espera de una respuesta ante las palabras acusatorias de Antony.
Ninguno parecía del todo sorprendido, al parecer yo era la única desconcertada con la noticia. Algunos se miraron de forma rara mientras otros giraron descaradamente a mirarme. No podía confirmar de más formas lo que eso significaba.
Antony movió la carta impaciente frente a Andy al no recibir ninguna respuesta de este. Andy miraba seriamente a su amigo, pero se podía notar a leguas como mentalmente le maldecia sin compasión.
La mirada azul del castaño entonces bajó a la carta, ya no parecía tan calmado y mucho menos parecía querer aceptar el castigo.
—Eso fue una emergencia— dijo devolviendo la mirada a su amigo que aún lo observaba impaciente.
Antony soltó una risita y acercó la carta al rostro de Andy, su mirada era desafiante y aunque estuviera sonriendo podíamos percibir una punzante maldad en ella.
—No hay excepciones, y lo sabes.
La tensión en el aire se podía cortar con unas tijeras. Ellos dos se miraban desafiantes y parecian tener una intensa discusión mental mientras los demás sólo mirábamos incómodos en espera de alguna solución.
—¡Solo acepta el maldito castigo, Andy!
El silencio fue roto por otro desafio. Me giré sorprendida hacia la voz ¿Rebecca, que estás haciendo?
La chica parecía molesta, no entendía porqué, pero al parecer Andy era culpable de ello, ya que aún en lo lejos pude notar como la miraba con incomodidad.
—¿O a caso también huiras ahora?— volvió a soltar aún más encendida.
Quedé boquiabierta y completamente desconcertada. ¿A qué venía eso? ¿Por qué siento que me estoy perdiendo de algo?
Andy hizo una mueca en modo derrota y arrebató la carta de las manos a Antony. La abrió y comenzó a leerla con mala gana.
Inmediatamente comenzaron los murmullos con ese acto, habían muchos sorprendidos y otros confundidos. Y por otro lado estaba yo, sin saber cual sentimiento representaba mejor lo que estaba sintiendo en ese momento.
—¿Ya lo leíste completo?— canturrio Antony divertido, Andy bajo la hoja y lo miró mal.
—Sé lo que tramas y no lo voy a hacer.
—Claro que lo harás, es un castigo por incumplir las reglas así que no tienes opción— aseguró el peli negro provocando una mirada asesina de parte del otro —Pero como ya leíste no lo puedes hacer solo.
Le quitó la carta y se dirigió al resto que miraba y escuchaba con curiosidad todo. Nos dio la misma sonrisa llena de maldad de antes y miró la carta.
—Quieren saber lo que dice, ¿no?
Todos gritaron un si emocionado, yo los mire confundida y sintiéndome algo rara.
Antony procedió a leer —"Dicen que las ataduras nos frenan, pero a veces hay que atarnos para no frenarnos nosotros mismos" Eres un ser valiente, así que toma toda esa valentía y atrévete a vivir tres días encadenado al peor de tus miedos.
Apenas terminó de leer comenzaron los aullidos de los que entendían lo que esa carta realmente significaba: Tres días esposados al sexo opuesto.
Era uno de los retos más esperados por todos desde tiempo remotos, lo podía recordar con la claridad del agua. Era atrevido y tan problemático como se escuchaba. Auqnue quizás esa era la razón de su gran fama.
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Solo Tú (DESCONTINUADA)
Genç KurguTres años después de verse por última vez y ninguna de sus heridas fueron curadas. Tres años después y sus sentimientos no se atrevieron a desaparecer o cambiar. Él es un chico malo con un corazón tierno. Ella es una chica buena con el interior ro...