Para sobrevivir en este mundo tienes dos opciones. Seguir lo que dice tu corazón o lo que dice tu mente.
El corazón suele guiarse por las emociones y por lo que siente, teniendo respuestas impulsivas y pocas veces bien pensadas. En cambio, tu mente siempre calcula y mueve sus piezas por lo que sabe y conoce, guiándose por lecciones, errores y casi siempre por un instinto lógico.
Se podría decir que estas dos opciones suelen ser muy diferentes y contradictorias, con una elijes lo que sientes y con la otra lo que sabes.
¿Pero que pasa cuando estas dos opciones coinciden?¿Qué pasa cuando tu corazón y tu mente te dice exactamente lo mismo?
Mentira.
En realidad esa fue la opción que a mi me dieron. Ambas dieron por sentado que era una mentira.
Por una vez hacían bien su trabajo de facilitarme la vida.
—¿Quién?
Me recosté desconcertada sobre el mostrador de la chica recepcionista de emergencias. Ella me miró confundía, después de todo ya había respondido la pregunta unos segundos atrás.
—Daniel. Su nombre era Daniel.
Guardé silencio intentando meterme en la cabeza sus palabras, pero no importaba cuántas vueltas le diera, algo no calzaba, no tenía sentido.
Suspiré y me pasé la mano por la frente con frustración. Sostuve mi cabeza con la mano apoyando el codo en el mostrador.
—¿Estas diciendo que Daniel me trajo?— repetí suavemente, ella asintió —¿En brazos y con el uniforme del campamento?— volvió asentir —¿Daniel?
—Qué si. ¿Cuántas veces más quieres que lo repita?— dijo ya con fastidio.
—Ahg, es que eso es simplemente imposible. Daniel ni si quiera estaba en el campamento, ¿cómo diablos pudo traerme? ¿Usó teletransportación o qué?
—¿Por qué me preguntas eso a mí? Solo te estoy diciendo lo que sé. Dijo ese nombre y justo después se fué con la otra chica.
Volví a suspirar frustrada y en un segundo, algo atrasado, mi cerebro procesó lo que acababa de decir —¿Una chica?
—Si, una chica de pelo negro. Ah, y también llevaba uniforme, pero el de ella parecía de porrista o algo así.
Podría se cualquiera, habían muchas chicas de pelo negro entre las animadoras y la mayoría eran mayores de edad y ya sabían manejar así que me dejaba demasiadas candidatas. Aunque pensándolo bien, solo una podría haberse preocupado tanto por mi como para traerme ella misma, y esa era...
—Mary, mi niña ya tenemos que irnos. Son casi las 8 y no puedo llegar tan tarde al trabajo— mamá me llamó saliendo de la oficina del doctor Jake y me miró algo impaciente.
Me dí por vencida con saber la verdad detrás de mis "salvadores" y caminé hacia ella algo desganada. Ya no tenía muchas formas de saber la verdad así que solo quedaba ir al campamento y esperar descubrir algo.
Nos despedimos de Jake y nos pusimos de camino. Mamá ahora tenía un auto nuevo y aunque me disgustada la razón de que lo tuviera, debía admitir que era muy bonito. Simplemente me dedique a aceptarlo, después de todo a ella le hacía feliz esos beneficios y no parecía del todo incomoda con el trabajo así que decidí ser feliz por lo que le alegraba a ella.
Por otro lado mi condición ya estaba bien, no del todo pero al menos me sentía mejor y con energía. Llevaba todo el día en cama recuperándome del sustito de la mañana pero como había sido algo pequeño con eso era suficiente. Solo me había alimentado bien y justo después del atardecer podía volver al campamento, esta vez con muchas más cosas en la cabeza que semanas atrás.
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Solo Tú (DESCONTINUADA)
Teen FictionTres años después de verse por última vez y ninguna de sus heridas fueron curadas. Tres años después y sus sentimientos no se atrevieron a desaparecer o cambiar. Él es un chico malo con un corazón tierno. Ella es una chica buena con el interior ro...