Solo Tú (DESCONTINUADA)

Capitulo 17. Tan Linda.

Narra Maria Hill

Caminé detrás de Daniel. Miraba su espalda e intentaba descubrir por qué estaba enojado. Suspiré temerosa de que la misma persona de la noche anterior se girara y me mirara con esos ojos enojados.

El chico se detuvo frente a la fuente del centro del campamento y se giró. Lo mire a los ojos y por suerte estaba normal, era el mismo Daniel de siempre.

—Mary yo...— comenzó a hablar con algo de nerviosismo —Por lo que pasó ayer, lo siento mucho. No era yo mismo y sé que lo que hice no fue lindo— se escusó dando un paso hacia mi, parecía realmente arrepentido y adolorido por su comportamiento. Baje la mirada.

—No entiendo por qué te comportaste así. Parecías realmente enojado— cruce los brazos. El se mordió el labio con frustración.

—La verdad es que no recuerdo mucho— lo mire sorprendida —Solo tu cara asustada y me siento terrible con ese recuerdo. Por favor, disculpame— suplicó y lo miré. Volvía a ser el Daniel de siempre, ¿cómo no podría perdonarlo?

—No te preocupes. El alcohol hace que todo el mundo haga cosas de las que después se arrepiente— dije haciendo una mueca. El levantó una ceja confundido —Ayer casi hago un Stripti.

El rubio abrió los ojos con asombro y luego río —¿Como llegaste a eso?

Rei también —Realmente no lo sé.

Nos miramos sonrientes y Daniel me pidió sentarme junto a él en la fuente, lo seguí sin dudarlo.

—Entonces, todo fue una locura para todo el mundo ayer— dijo mirando la gente pasar, sonreí.

—Creo que fué mucho más que una locura.

Vi una sonrisa en su rostro y lo mire fijamente, podía perdonar lo que había pasado la noche anterior pero necesitaba algun tipo de explicación.

—¿Que fue lo que te pasó?

El chico me miró algo asustado —Pensé que-

—Si te perdono— lo interrumpí —Pero necesito saber la razón de tu comportamiento. ¿Por qué te enojaste de esa forma?

Daniel me miró en silencio unos segundos y después cambió la vista hacia el horizonte —Supongo que me irrita que las cosas no estén a mi favor.

Levanté una ceja confundida —¿Eso que tiene que ver con la camisa de Andy?

Él suspiro con una sonrisa triste —A veces eres un poco cruel, Mary.

—Pues lo siento. Si no me dices las cosas claramente no puedo adivinar nada— dije cruzandome de brazos, él me miró y estuvo pensativo unos segundos. Abrió la boca para hablar pero bajó la cabeza arrepentido, lo mire compasiva —Dime que pasa.

—No importa— Se puso de pie —Estaba borracho y no recuerdo por qué me enojé.

—¿Y piensas que te voy a creer?— levante una ceja desconcertada. Él me miró y luego cambió la vista al frente mordiendose el labio.

—Por ahora hazlo. Ya encontraré una forma para que te enteres de lo otro—Dijo casi en un susurro pero escuché perfectamente sus palabras.

—¿Lo otro?— incline la cabeza y el rió suavemente.

—Solo vamonos.

Tomó mi mano y hacíendome pararme me llevó de camino a las habitaciones.

No hablé en todo el camino, estaba muy confundida y algo pensativa. Sabía que habían muchas cosas que al rubio le faltaban por decirme. Cosas importantes. Algo dentro de mi me decía que esas cosas eran tan importantes como peligrosas así que dejé de darle vueltas. El me diría cuando estuviera preparado ¿no?