Solo Tú (DESCONTINUADA)

Capitulo 19. Un Completo Desastre.

Diez de la noche. Sentados en las escaleras de la habitación de los chicos. Andy en silencio, con un ojo morado y la nariz posiblemente rota. Yo sin zapatos, con un fuerte olor a cerveza en la ropa y el cabello. Estábamos hechos un desastre y parecía que veniamos de alguna rara apocalipsis zombie.

Suspire ¿Como llegamos a esto?

Esa era una pregunta interesante. Y la respuesta era aún mas curiosa.

~Tres horas antes~

—¡Mary apurate! Ya se nos hace tarde y eres la invitada de honor asi que deberías estar allá de inmediato— Rebecca subió por las escaleras y me miró ansiosa mientras terminaba de maquillarme frente al espejo.

—Aún estoy algo confundida. La vez pasada todo quedó hecho un desastre ¿como puede el campamento permitir otra fiesta así de rápido?— me giré y la miré.

—Eso fue el fin de semana pasado. Ya hace mucho de eso— dijo despreocupada y la mire con las cejas levantadas.

—Hoy es miércoles.

La chica sonrió e ignoro mis palabras. Camino hacia mi y arregló ligeramente mi cabello con las manos. La fiesta no sería tan informal ya que habían invitado también a los campistas así que decidí ponerme un vestido corto color durazno con unos zapatos negros medianamente altos.

—Hermosa— dijo la pelinegra dándole el visto bueno a mi combinación, sonreí —Pero sigo pensando que le falta algo más para ser perfectamente hermoso. Quizás más esfuerzo en resaltar tus rasgos— dijo en modo regaño y yo solo rei. Ella llevaba desde siempre insistiendo en resaltar mis ojos y piel, pero nunca acepte o hice lo que ella pedía.

—Dejalo así.

—Algún día tendrás que hacerlo. Y verás en ese entonces como nadie podrá apartar la mirada de ti— habló con seguridad y solté una risita.

—Esta bien, algún día lo haré. Pero exactamente por eso estoy esperando un momento especial y perfecto para usarlo— dije guiñandole el ojo y ella sonrió cómplice.

—¡Ya vámonos!— gritó Yanter desde el primer piso y las dos bajamos inmediatamente.

La fiesta sería en la cabaña de fiestas del campamento. Se supone que solo era utilizada en momentos especiales así que me sorprendió bastante el saber que habían permitido hacer la "reunión" ahí.

Entramos y al instante todo el mundo me miró. Sentí escalofríos cuando todos gritaron ¡bienvenida a casa!

—¿Que?— miré a mis amigas confundida. Todas sonrieron cómplices y Rebecca me abrazó.

—Lo de celebrar la nueva entrenadora era una distracción. En realidad queríamos hacerte una fiesta de bienvenida— dijo sonriente y la mire sosprendida.

—¡Chicas!— miré a todas sonriendo —No tenían que hacerlo— hablé sintiendo mi voz romperse, me estaba emocionado mucho.

—¡No llores, que arruinaras el maquillaje!— gritó Yanet y pestañie para secar mis húmedos ojos. Sonreí con emoción.

—Gracias— las mire a todas y luego a todas las personas frente a mi —En serio, gracias— hablé sin poder contener las lágrimas que se acumulaban en mis ojos.

—No seas tonta— habló cariñosa Rebecca y me dio un f abrazo —Te hemos extrañado mucho, y ahora que estas aquí otra vez, vamos a aprovecharlo al máximo.

Escondí el rostro en su cuello intentando no llorar mientras sentía a la gente a nuestro alrededor hacer bullicio hacia nosotras. Sonreí.

Luego de un rato de saludos y bonitas palabras la fiesta comenzó. Habia buena música, comida y lo que según Rebecca no podía faltar, alcohol.