5 SECONDS OF SUMMER. ALWAYS WILL BE YOU 2.

Capítulo 1.

30/01/2014

Me suena el despertador a las 11:30 y cuando veo la hora me despierto rápida. Cojo unos shorts negros altos y una camiseta sin mangas de Green Day. Me lavo el pelo y el cuerpo y me enjuago, al salir de la ducha me echo crema corporal, todo tiene que ser perfecto. Me pinto los ojos y me peino el pelo. Miro mi móvil y veo que son las 12:15, mierda llego tarde. Desbloqueo la pantalla y tengo dos mensajes. Ashton me ha hablado pero prefiero contestarle después. Echo mucho de menos a los chicos. Después de irme mantuvimos el contacto por skipe y hablo con todos ellos por whatsapp, pero hace ya más de seis meses que no los veo y quiero volver a estar con ellos. La buena noticia es que vendrían mañana por la noche. Ya he cumplido diecisiete años y vivo en un pequeño piso con mi amiga Gemma, siento que mi padre tenga que estar sólo otra vez pero voy mucho a visitarlo. Miro el otro mensaje, lo que me temía...Daniel me está esperando. Cojo las llaves del coche y salgo de casa. Daniel es un chico que conocí hace unos tres meses en una fiesta, y desde entonces nos hemos estado viendo. No somos novios, pero hace cosa de un mes que estamos como enrollados o algo parecido. Creo que podría llegar a gustarme de verdad...sigo pensando en Michael pero no sé si mis sentimientos han cambiado o no, lo descubriré cuando venga mañana.

Aparco el coche enfrente de la cafetería y allí estaba él, con su media sonrisa en el rostro. Tenía la mirada de Robert Pattinson, los labios de Brad Pitt y tenía una sonrisa de encanto. Me volvía loca.

-Siento llegar tarde-Digo dándole un beso en la mejilla y sentándome.

-Vale la pena esperarte, pequeña.

El problema era que tenía 25 años y era algo difetente a mí, pero por lo demás me iba bien con él. Ya se lo había presentado a mi padre, pero como un amigo. Y a mi amiga Gemma le parece que le gusto de verdad así que estoy intentándolo.

-¿Qué quieren?-Pregunta un chico con una gorra en la cabeza y una libretita en la mano.

-Para mí un té de hierbas-Digo.

-Para mí un chocolate caliente.

Lo que me llamó la atención de Daniel en esa fiesta fue su forma de ser. Lo ví sólo plantado en un árbol, con una americana azul oscuro y una camisa blanca. Tenía una taza en la mano y cuando fuí a preguntarle me dijo que era chocolate caliente, sí, un tío de 25 años en una fiesta tomando eso, me llamó mucho la atención. Un placer que compartimos es el de la lectura, muchas veces nuestras citas consisten en ir a librerías o bibliotecas.

-¿Cómo te fue ayer ?-Me preguntó. Se interesa mucho por mí.

-Un aburrimiento...me gustaría dejarme los estudios de una jodida vez. Menos mal que era el último día.

Él sonríe un poco.

-¿Y qué sería de tí si los dejas? Sólo te queda un año, tampoco es tanto.

-Ya...tienes razón...¿Cómo te fue a tí?

Daniel trabajaba en la oficina de su padre, pero sirviendo cafés y limpiando.

-Como siempre, no aguanto a mi padre. No me extraña que mi madre se fuera.

Dice apretando un poco los labios y

el camarero nos trae nuestro desyuno.

-Gracias-Decimos él y yo a la vez.

-Podrías volver a intentar estudiar.

-Mi padre no me dejará meterme en lo que en realidad me gustaría, dice que prefiere que esté limpiando su despacho, por eso estoy allí.

-Sabes que si necesitas irte de casa porque no lo aguantas más me tienes a mí ¿no?-Le pregunto mientras nos miramos a los ojos. Él alarga su mano para acariciar la mía.

-Lo sé y muchas gracias.

Ambos sonreímos y quitamos nuestras manos para dar un sorbo a la bebida. Me río cuando veo que se le ha manchado todo el labio superior de chocolate. Él se da cuenta e intenta limpiarse pero le quito las manos.

-Déjame a mí.

Le paso el dedo por los labios y después me lo chupo. Veo como se le forma una sonrisa pícara en la cara.

-Gracias.

-Podríamos ir a pasear cuando acabemos y si te apetece comemos en casa. Gemma no vuelve hasta pasado mañana.

-Sería genial-Y su sonrisa se ensancha.

***

Después del paseo fuimos a comprar unas hamburguesas para llevar y comerlas en casa.

-Pasa-Digo abriendo la puerta. Él ya había estado aquí otras veces así que deja las bolsas de la comida en la mesa y empieza a colocar los platos mientras yo dejo las llaves en mi habitación. Cuando vuelvo ya había puesto él solo la mesa.

-Eres un cielo-Le digo sonriente.

-Y tú eres mi sol.

Le doy un pequeño beso en los labios y nos sentamos a la mesa.

-Estas hamburguesas están realmente buenas.-Dice con la boca llena y tapándosela y yo me río.

-Calla y come, cerdo-El se ríe un poco. Acabamos con la comida en veinte minutos y ésta vez quito yo la mesa.

-Siéntate Daniel, yo recojo esto-Le digo, pero él me abraza por detrás y me da un beso.

-Vale, pero yo preparo palomitas y elijo la peli.

-Me parece bien.

Cuando acabo de recoger la cocina voy a lavarme los dientes. Cuando vuelvo Daniel está en el sofá con palomitas y jugo, esperándome. Me acuesto a su lado, apoyando la cabeza en sus pantorrillas.

-¿Qué peli has puesto?

-El diario de Noa.

-¿Te han dicho alguna vez lo cursi que eres?

Él se ríe y me besa la frente a modo de respuesta. Cojo el móvil y veo el mensaje de Ashton:

¡______! Mañana por la noche estamos allí. Espero que nos eches de menos tanto como nosotros a tí. X

Sonrío al leer el mensaje.

Sabes que no hahaha ;) Es broma, deseando veros.

-Daniel, vienen mis amigos mañana.

-Sí me lo dijiste-Dice mirando atento la pantalla.-Oh maldita sea, _____, voy a llorar.

-¡La película no lleva ni cinco minutos!-Digo riendo.

-Lo sé, pero es que...

-Bueno, lo que quería decirte es que llevo seis meses sin verlos y quiero dedicarles todo el tiempo posible, así que...siento mucho si no puedo quedar contigo tantas veces como antes.

Aparta los ojos de la tele y me da un beso en los labios.

-No importa, son tus amigos. Aprovecharé para ver también a los míos.

-Gracias por ser tan comprensivo-Agarro su cuello antes de que se separa y lo beso.