Apenas llevaban cuatro horas de viaje, y el clima ya se notaba mucho más invernal. Shirayuki se encogía tras la espalda de Mitsuhide, agradeciendo que éste le sirviera de parapeto, pues el viento soplaba fuerte y congelaba sus manos. Pese a que en un principio insistió en ir en su propio caballo, el hecho de que había prisa hizo que cambiara de parecer. Aún no lo dominaba tan bien como los demás, y eso podía retrasarlos. Shirayuki se revolvió incómoda, tratando de buscar una postura cómoda.
-¿Estás bien?- Preguntó Mitsuhide al notar el movimiento en su espalda.- Podemos parar si lo necesitas.
-No, no hace falta.- Negó con la cabeza.- Sólo estaba intentando acomodarme.- Se excusó. Lo cierto era que aunque consideraba a Mitsuhide como un hermano mayor, y viajar con él siempre había sido cómodo para ella, tras tanto tiempo montando con Obi se había acostumbrado a él, por lo que cambiar de persona la hacía sentir algo incómoda, obligándola a buscar nuevas posturas que le permitieran relajarse.
-De todas formas, creo que debemos parar un poco, ya no siento las manos.- Se quejó Mitsuhide.- Y los caballos necesitan descansar.
Tras una corta trotada, se puso a la vera de Zen, que lo miró con la nariz roja y el flequillo pegado a la frente.
-Creo que debemos parar a descansar un poco.- Dijo adelantándose a Mitsuhide.
-Justo te iba a decir eso.- Sonrió Mitsuhide.
Tras una corta búsqueda, encontraron una cueva que les protegía del viento, donde encendieron un fuego para entrar en calor.
-Cogeremos un resfriado.- Se lamentaba Obi extendiendo las manos hacia el fuego.
-Ya os dije que este año el invierno venía pisando fuerte.- Contestó Zen envuelto en una manta.- ¿Cómo estás Shirayuki?
-Bastante bien, Mitsuhide me ha estado parando el viento, así que sólo tengo frías las manos.- Sonrió frotándoselas.- Pero ya las tengo mucho mejor.
-En ese caso tal vez deberíamos seguir.- Dijo Kiki.- Debemos llegar al próximo pueblo antes de que anochezca. Sería un problema pasar la noche fuera.
Todos asintieron, y recogieron las cosas, dispuestos a reemprender su viaje.
-Shirayuki, ¿no irás con Mitsuhide?- Preguntó Zen al ver que se dirigía al caballo de Obi, quien se giró sobresaltado, pues no se esperaba verla allí al lado.
-Ha sido por la costumbre.- Se apresuró a contestar Shirayuki avergonzada. No lo había pensado, simplemente tenía automatizado ir con Obi.
-No pasa nada.- Se apresuró a decir Mitsuhide.- Si nos vamos turnando los caballos llegarán más descansados, y además, así me puedo adelantar para buscar un pueblo.- Sonrió.
Todos subieron a sus respectivas monturas, y emprendieron nuevamente el camino.
El viento era cada vez más fuerte y frío, y empezaba a costar avanzar. Habían escogido la ruta por la montaña para llegar antes, pero ahora en retrospectiva, quizá habría sido mejor ir por el valle. Fuera como fuere, ahora ya era tarde para cambiar de idea, y lo único que podían hacer era seguir adelante.
Un escalofrío recorrió la espalda de Shirayuki. Hacía rato que tenía frío, pero empezaba colarse en sus huesos, por lo que no pudo evitar pegarse más a Obi en busca de calor y de protección frente a la ventisca que estaba iniciando algo más arriba. Notó cómo Obi se acomodaba nuevamente, y notó algo en sus manos. Con curiosidad abrió los ojos y se asomó por el lateral, viendo antes ella los guantes de su guardaespaldas.
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La marca- Akagami no Shirayukihime
FanfictionTras una serie de asesinatos en el norte de Clarines, Shirayuki se verá obligada a regresar de Lyrias parando su entrenamiento. Será entonces cuando los cinco emprendan un viaje para investigarlos, y lo que parecía una simple misión, se convertirá e...