Capítulo 12

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La noche estaba totalmente estrellada. La Luna alumbraba las calles de Seúl. La gente descansaba en sus hogares, tranquilos. Una paz se podía sentir en el aire, una serenidad fascinante. El viento era ligero, el ambiente tibio y cálido. Era una noche cálida, agraciada. Sunhee tomaba lo poco y nada que le quedaba de la botella de alcohol. Sonreía plácidamente mientras sentía que el viento movía ligeramente su cabello. Le dió un sorbo a su botella, era el último. No quedaba nada más de líquido dentro de ella. Miró con asco la botella, no le gustaba beber, pero lo hacía de todas formas. Era como si alguien la obligara hacerlo. Dejó la botella encima de la pequeña mesa que estaba en el balcón. Su pijama corto de tela fina cubría la mayor parte de su cuerpo. Empleaba una pequeña remera de color negro con tiras delgadas, dejando al descubierto sus frágiles brazos. No acostumbraba a usar ese tipo de ropa, pues, hacía notar sus heridas en los brazos, algo que le avergonzaba un poco. Un pantalón de chándal delgado, que cubria completamente sus piernas. Su mejor amigo dormía tranquilamente en su habitación. Después de que Sunhee se fuera dejándolo con la palabra en la boca, no lo vió más en la noche. Se sentía mal consigo misma por haberle hablado así. Una parte de ella le pedía a gritos que le pidiera disculpas -cuando despertara, obviamente- y otra, no le tomaba importancia. La otra era aquella que se tomaba todo a la ligera. Sintió una pequeña vibración en el bolsillo de su pantalón de chándal; llamándole la atención. Lo sacó de su bolsillo y lo revisó; un mensaje de un desconocido. Inmediatamente abrió la notificación. Eran tres mensajes.

Hola, no quería molestar. Soy Jungkook. 2:37

Creo que mis palabras no fueron correctas. Lamento haberte hablado así:( 2:37

Si te hice sentir mal, lo lamento. No fue mi intención, Sunhee:( 2:38

Leía atentamente cada mensaje. Una mueca de asco de formó en su rostro al leer Jungkook. No tenía muchas ganas de responder. Aparte de molestoso, era imprudente. ¿Cómo se le ocurre hablarle a estas horas de la madrugada? Por suerte, Sunhee estaba despierta y, tenía su celular en silencio, sino, hubiera sufrido las consecuencias de su enojo. Otro mensaje había llegado. Nuevamente.

Has leído los mensajes, no seas pesada y responde:c 2:41

Eres un total imprudente, ¿estas conciente de la hora? 2:41

Perdón. 2:42

De todas formas, ¿Qué haces despierta en el balcón de tu departamento? 2:42

¿Tú como sabes eso? 2:43

No obtuvo respuesta. El mensaje no había sido leído, muchos menos, respondido. Se sentía bajo vigilancia, aquello le perturbó un poco. No le dió muchas vueltas al asunto y cerró la ventana que daba hacia el balcón. Tomó el pequeño jersey que se encontraba sobre el sofá, se lo colocó y caminó directo a su habitación. El alcohol ya había causado efectos en ella, como por ejemplo; mareos. Lo único que deseaba en este instante era dormir un día completo.

(...)

─¿Qué tal me veo? ─dijo, dando vueltas en su lugar, con un estilo coqueto.

Sunhee sonrió saciada por la elegancia y estilo que relevaba su mejor amigo. Se relamio los labios, riendo ligeramente.

─¿Quieres que sea franca contigo? ─interpeló alzando una de sus finas cejas.

El chico asintió carcajeando por la compostura de su amiga.

─Estas como para darte. ─confesó mirando el atuendo de su amigo nuevamente.

─¡Hey! No seas tan sincera, por favor. ─rió avergonzado.

─Es una broma Hobi. ─se unió a su pequeña risa. ─Te vez estupendo, siempre tan reluciente tú. Me das envidia.

Mostró una pequeña mueca de repulsión, anhelando verse como su querido amigo. Relucir su belleza de la forma que lo hace él.

─Pero no entiendo, vamos a ir a comprar al supermercado. ─ladeó un poco su cabeza, confusa. ─No a un desfile de modas, bebé.

Hoseok se quedó en silencio. Su boca se volvió una "o" y su expresión cambio totalmente. Lo había olvidado. Era domingo, y el domingo se debe ir a comprar para abastecer sus pobres estómagos. Rió nervioso, no quería confesarle a su amiga que iría a una pequeña cita.

─Lo he olvidado. ─se acercó a su amiga con una sonrisa boba. ─Saldré con una amiga.

Ahora quien estaba más sorprendida era Sunhee. Por una parte le agradaba muchísimo saber que si mejor amigo estaba conociendo una chica. Pero por otra, se sentía enteramente ofendida, traicionada. Un suspiro salió por sus delgados labios. Cerró los ojos y sonrió apenada.

─Ve, yo hago las compras. ─abrió sus ojos levemente. ─Puedo encargarme de ello.

El castaño se sentó a su lado. Era su mejor amiga, no la cambiaría por nada, pero necesitaba un poco de su espacio. Normalmente pasaba gran parte de su tiempo junto a ella. Quería liberarse un poco. No lograba encontrar las palabras precisas para agradecerle. Balbuceó un par de veces, hasta que Sunhee lo calló.

─Si. Soy una amiga espectacular. ─sonrió altiva. ─No agradezcas, darling.

─De verdad de lo agradezco, Sunnie. ─habló en un tono acaramelado.

─Ya lárgate, si no quieres que me arrepienta. ─apuntó hacia la puerta. ─A la vuelta me contaras todo, con lujo y detalle. ─le miro amenazante .

Esas palabras fueron suficientes para que su amigo acatará aquellas órdenes. Le sonrió nuevamente, depósito un beso sobre su mejilla y se fue allí.

Sunhee comenzó a murmura cosas sin sentidos e intendibles. Se levantó del sofá cálido y cómodo, arrastrando sus pies. Tenía un dolor de cabeza no muy soportable que digamos. Todo gracias al alcohol sus había bebido la noche anterior. Se arrepentía totalmente de haberlo hecho, pero lo ya lo había hecho, ¿Qué más podía hacer? Recogió las llaves que estaban debajo de la encimera de la cocina. Estaban llenas de polvo, las sopló para sarcarle el polvo que llevaban encima. El día anterior que volvió de su trabajo, las había tirado junto a su bolso. Agarró el bolso que estaba en el sofá y su celular, dispuesta a salir de su pequeño departamento; se colocó sus Vans negras que estaban al lado de la puerta. Colgó su bolso sobre su hombro y salió dando un fuerte portazo. Para que todos se enteraran que había salido.

La puerta del elevador se abría lentamente, dejando ver a un joven de cabello castaño, con una sonrisa bastante particular. Lástima, Sunhee solo pedía un día de tranquilidad. Al parecer.. no lo tendrá.

;🍭

Smile, please. ©Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora