Las puertas del edificio se abrieron dejando ver a una chica baja con cabello castaño. Sunhee recién llegaba de la playa. Con su ropa húmeda, cabello revuelto y mojado. Después de aquel incidente, Jungkook la tiró hacía el agua. Allí fue cuando comenzó el caos. Una guerra de arena y agua se inició, ninguno se quería dar por vencido, hasta que Sunhee había dicho que no podía más. Jungkook había salido victorioso y le sacó eso en cara todo el camino devuelta. Eso colapsó a la joven y dejó al pobre chico solo en la acera de unas calles oscuras. Venía totalmente desalmada. Tocó el botón del piso número cinco, donde estaba su departamento. Éste solo demoró segundos para llegar al destino. Las puertas se abrieron y dejaron era el gran pasillo iluminado de su piso. Sacó de su bolso las llaves del departamento, las introdujo en su puerta y la abrió. Cerró con cautela de está, para no despertar a su amigo, que debía de estar durmiendo a estas horas. No era muy temprano que digamos; doce un cuarto. Vió todas las luces de living apagadas, así que, supuso que su mejor amigo dormía. Tanteó la pared buscando la luz hasta que la encontró. Se sorprendió cuando vió una figura acostada en el sofá, durmiendo. Era Hoseok. Dormía como un bebé, claro, se veía bastante incómodo durmiendo en el sofá de la sala. Tenía su boca semi abierta. Sunhee se acercó allí hasta lo removió un poco, buscando despertar a su amigo.
─Hobi. ─susurró moviendo a su amigo. ─Venga, despierta..
Se removió un poco en el sofá. Dijo algo muy poco entendible.
─Vamos, no puedes dormir aquí. ─acarició el cabello de su amigo lentamente.
Sabía que aquello era uno de sus puntos débiles. Le encantaba el cariñito en el cabello. Hoseok nuevamente se removió, abrió un poco sus ojos. Se restregó los ojos con los puños de sus manos y saludó con un gesto a su mejor amiga. Sunhee sonrió enternecida.
─Sun, ¿Qué hora es? ─preguntó aún intentando despertarse.
─Hora de ir a descansar, Oppa. ─dijo.
─De hace tiempo que no escuchaba esa palabra. ─sonrió cansado.
─Lo sé. ─rió agotada, de la misma forma. ─Ve, anda a dormir. No debías esperarme.
Hoseok le respondió con unas cuantas palabras y se fue directo a su habitación. Para la suerte de Sunhee no le preguntó por las compras. Ya mañana le contaría lo ocurrido en su día caótico. Rascó suavemente su cabello, quitando un poco de arena que tenía. Estaba más que claro, se sentía sucia, asquerosa. Debía tomar una ducha. Y rápido.
(...)
─Me siento pésimo. Soy un asco total. ─se quejaba mientras caminaba directo a su casillero.
─¿A qué hora llegaste anoche? ─Hoseok recargo su cuerpo encima de un casillero, esperando la respuesta de su amiga.
─Creo que a las doce.. ─intentó recordar. Fue un intento fallido.
─Le diré a Jungkook que no te traiga tan tarde. ─espetó fingiendo molestarse.
─Cállate. ─sacó unos libros riéndose por el comentario de su amigo.
─Yoongi fue a buscarte ayer. Tarde. ─dijo, captando la atención de su amiga. ─Le dije que no estabas.
─¿Para qué me quería? ─le interrogó volviendo a caminar por los pasillos del Instituto.
─No lo sé. ─mintió.
Hoseok sabía perfectamente para que. Yoongi le había comentado ciertas cosas de Sunhee. Se lo había confesado a él. Creía sentir una ligera atracción hacía la joven. Aún no sabía si era algo pasajero, un capricho o, si realmente comenzaban a florecer sentimientos de amor respecto a Sunhee. La chica se quedó con la duda, ¿Para que la buscaría? El sonido del timbre retumbó en los oídos de Sunhee, quien se tapaba sus orejas. Sabía que cualquiera de estos días aquel sonido iba a reventar los pobres oídos de ella. Se despidió de su querido amigo con un gesto rápido y se dirigió hacia su próxima clase. Historia.
Tendría que poner toda su atención en aquella asignatura. Si quería obtener una buena calificación y un buen promedio, debía esforzarse, de alguna u otra forma. Entró al gran salón. Aún no aparecían todos los alumnos. Se sentó al final de la fila, como siempre. Sacó sus libros y cuadernos. La profesora aún no llegaba. Esto le pareció bastante inusual a la joven. Aquella vieja arrugada siempre estaba a la hora en su clase, jodiendo a los alumnos. Un chico de cabello castaño claro entraba por la puerta, con los audífonos puestos. De seguro, en su mundo. Sunhee se percató de ello y lo observó. Recordó lo que su amigo le había dicho. Le hizo una pequeña señal que el chico captó rápidamente. Se sentó en un pupitre cerca de la joven.
─Yoongi, hola. ─le saludó con un gesto.
─Sunhee. ─le saludó de la misma forma, con una ligera sonrisa, que parecía una mueca.
─Supe que me buscabas. ─se enderezó y volvió a su postura fría. ─¿Qué querías?
Se quedó callado unos segundos, mirando al frente. Como una estatua.
─Nada. ─se encogió de hombros. ─Necesitaba tú ayuda con Artes.
─¿Artes? ─ladeo su cabeza, confusa por tal petición.
─Hoseok me dijo que eras buenas dibujante. ─mordió su labio inferior con ciertos nervios. ─Próximamente tendré un trabajo. Así que, quise recurrir a tí.
─¿Voy a ganar algo con eso? ─alzó ambas cejas, en modo de pregunta.
Yoongi río irónico.
─¿Qué quieres a cambio, chica interesada? ─bromeó.
─Una salida a comer. ─se cruzó de brazos. ─Me conformo con cualquier cosa.
Yoongi encontró lo que buscaba. Salir con Sunhee. Claramente no podría llegar y decirle; ¡Hey! Salgamos a comer, es una cita. No queridos, el no podría, su reputación se iría a la mierda. Por eso ideó cualquier excusa para estar un poco más cerca de ella. Pero tremenda suerte tiene Min. Encontró más de lo que buscaba. Ambos se estrecharon la mano, cerrando el trato. Segundos después apareció la profesora de Historia. Luciendo unas ojeras tremendas y un humor terrible. Sunhee aguantó todo eso unas dos horas aproximadamente. Fue una total tortura. No veía la hora de poder salir de esta cárcel e irse a descansar. No había dormido lo suficiente la noche anterior. El aburrimiento no había sido tanto, Yoongi la distraía con alguna pregunta tonta respecto a la clase o comentario ofensivo calificando a la profesora como una amargada, comparándola con ella. Esto le sacaba una que otra sonrisa. Cuando el sonido del timbre sonó, la profesora dió por finalizada la clase. Sus preciados alumnos la tenían colapsando. Sunhee guardaba sus cosas con cierta tranquilidad pero ansiosa por salir del Instituto. Yoongi se despidió de ella con un ademán y se fue. Dentro del salón solo quedaba la profesora arrugada de Historia y ella.
─Sunhee. ─la llamó. ─Acércate por favor.
Sunhee accedió y se acercó a su profesora. La mujer parecía un poco decepcionada y molesta.
─Solo quedan unos meses para la finalización del año Escolar, ¿Lo sabes, no? ─juntó sus manos, inclinándose hacia la joven.
─Si, estoy conciente de ello. ─contestó con firmeza.
─Que bueno que lo tengas claro. ─se enderezó sobre la silla. ─No vas bien en Historia, de hecho, te va pésimo.
;🌱
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Smile, please. ©Jeon Jungkook
Fiksi PenggemarSunhee, una chica antipática y aburrida. Jungkook, un chico animoso, engreído y atractivo, dos personas muy distintas, pero con más cosas en común. El conocerse cambiará todo, ¿pero que hay detrás de todo? Esta novela está hecha completamente por m...