Que imprudencia la de ella, venir a bombardear con preguntas a Sunhee, era totalmente ordinario, y más si se trataba de su vida personal. Aún así siendo un juego, no le agradaba, para nada. La pregunta era simple, de algún modo, pero a Sunhee no le agradó ni en lo más mínimo.
¿Tú y Hoseok mantienen una amistad con ventajas?
Sabía, y perfectamente a lo que se refería. Y no, no era así, ¿Ella y Hoseok manteniendo una amistad con ventajas en secreto? No claro que no. La pregunta incómodo a todos los presentes, inclusive, Jungkook, quien pasó una mano por su nuca.
─¿A qué va todo esto? ─se levantó del suelo, donde se encontraba sentada. ─¿Crees que yo y Jung Hoseok tenemos algo más que un amistad?
Estaba más que claro. Sunhee podía intimidar, y demasiado. No obtuvo respuesta por la otra chica, solo la observaba con cierto temor y vergüenza, se arrepentía de haber hecho tal pregunta, que no correspondían al tema. Sunhee enmarcó una ceja, en signo de pregunta, emitiendo un pequeño; ¿Mh? No le quedaba nada más que hacer ahí. El ambiente no era bueno, ya no. Dejó a los presentes solos ahí. Tomó la chamarra que estaba tirada en el sofá junto a sus llaves y celular. No planeaba volver luego. Abrió la puerta y se fue, dando un gran portazo. Seguro algún día, uno de los empleados del edificio le reclamaría eso, aquella puerta saldría por romperse en cualquier momento. Se sentía molesta, con ella misma y aquella chica. Quizá habrá exagerado, pero no, su pregunta no fue la mejor. Atrás de ella venía un chico. Llamaba a su nombre pero ella ni caso. Tenía la paciencia al límite, no quería hablar con nadie. Eso estaba más que claro. Los llamados cada vez se hacían más fornidos, no entendía la indirecta de la joven, quería estar sola, ¿Era muy difícil de entender? Fuera del edificio no había nadie, ni un alma, solo unos pocos autos que andaban cerca de allí. Sunhee seguía caminando ignorando los llamados. Fue allí cuando sintió que una mano la detenía, con fuerza. Se giró a ver aquel. Su mirada era tan fría, podría llegar a matar a cualquiera. ¿De quién había heredado aquello?
─¿P-puedes detener un poco y hacerme caso? ─cuestionó, recuperando el aliento que había perdido.
─¿Y tú no entiendes cuando alguien quiere estar solo? ─alejó la mano con un movimiento rápido.
─No te vayas así.. ─suspiro.
─Ve, anda, sigue disfrutando, pero a mi.. ─hizo una pequeña pausa. ─Déjame sola.
─Deja de ser tan infantil, Sunhee. ─gruñó acercándose peligrosamente a ella.
─¡Tú deja de entrometerte en lo que no te importa Jeon! ─gritó desesperadamente.
Se sentía molesta, más que eso, enfurecida. Necesitaba su tiempo, estar sola, ¿Era muy difícil de entender? Su respiración agitada se podía oír desde metros, sus labios temblaban ligeramente, al igual que sus manos. Jungkook la observaba de la misma forma, molesto. Le parecía tan infantil ésta chica. Siempre reaccionando mal. Los segundos se hicieron eternos, parecían ser horas, ninguno despegaba la mirada del otro. Si las miradas matarán, Jungkook ya estaría más que muerto. Cuando pensaba tener todo bajo control, Sunhee se giro con la intención de irse, pero la detuvo agarrando sus brazos con fuerza. Al parecer había olvidado un pequeño detalle.
─No te puedes ir así. ─dijo.
─Jungkook.. ─murmuro en un hilo de voz. ─Duele.. ─lloriqueó.
El castaño había olvidado que Sunhee era delicada a sus brazos. Recordó el papel que había leído, las quemaduras en los brazos. La soltó con rapidez, pidiendo disculpas por su actitud y acción. Muy tonto había sido.
Habían logrado quedar en un pequeño acuerdo. Se sentaron en una banca que estaba en una plaza, relativamente cerca del lugar. Silencio, solo había silencio, ninguno podía articular una pregunta. Por una parte Sunhee solo quería ir a dormir, descansar. Por otra, Jungkook quería preguntar respecto a lo que había leído del papel.
─¿Tienes heridas en los brazos? ─dijo, más bien, susurró.
Sunhee movió su cabeza en un sí. No quiso entrar más en el tema.
─¿Por qué? ─comenzó el interrogatorio.
Sunhee miro a Jungkook con recelo, debatiéndose mentalmente si contarle o no, ¿Debía? Quizá así podría dejarlo tranquilo un rato y que dejara de hacerle preguntas tontas. Al final término por aceptar, no encontraba las palabras correctas para contar su dolorosa experiencia con el fuego.
─Hace menos de un año.. Presencié un incendio, estuve en riesgo de muerte. ─confesó.
Su voz parecía quebrarse en cualquier segundo. Era tan fina, ligera, que apenas podía oírse. Sunhee podría parecer una chica totalmente agresiva, antipática, amargada, ruda. Pero en realidad era una persona muy delicada, frágil y débil. Un comentario podía romperla en mil pedazos. Sus pequeños ojos se cristalizaron de un segundo a otro. No quería, no debía. Llorar frente a una persona que supuestamente es tú enemigo, ¿Está bien? No, claramente no.
─El humo, el fuego.. Causó mucho daño en mi. ─tapó su rostro con ambas manos. ─El fuego causó graves heridas en mis brazos y piernas. Estuve mucho tiempo en el hospital. Soy muy frágil respecto a mis brazos. Las heridas pueden haber cicatricado, pero no al cien. Puedo parecer muy exagerada, pero solo intento cuidarme. Más que nada, el daño no está por dentro, llevo cargando una dolorosa cicatriz por dentro.
Esa explicación respondió muchas de las preguntas del chico. Intentaba procesar todo esa información, le era difícil, debía admitirlo. Jamás se le había pasado por la cabeza que aquella chica podía tener un pasado, de alguna forma, brutal.
─¿Por qué ocurrió todo eso?─se lleno de valentía para preguntar aquello.
Sunhee soltó una de esas risas arrogantes de ella.
─Fue mi culpa.
¿Su culpa? ¿A que se refería cuando decía eso? Jeon Jungkook planeaba hacerles otras preguntas, necesitaba responder todas sus dudas, aprovechar que Sunhee estaba abriendo su frío corazón, relatando una parte dolorosa de su vida. Pero todo eso se esfumó cuando se percató del sollozos de la joven. Sintió su corazón entrujarse de la tristeza, era la primera vez que veía a Sunhee así. No sabía muy bien como responder a ésto. Se acercó a ella y la estrechó entre sus brazos, intentando consolarla y de paso, detener el llanto de la joven, que parecía ser incesante. Sunhee rodeó con su brazos el torso de Jungkook, respondiendo al abrazo de éste. Aquel gesto le pareció tan inusual. Jungkook intentaba compartirle su calor corporal y cariño. Los minutos pasaban, ambos jóvenes de sentían bien así; abrazados. La situación era cálida y confortable. La sensación que sentían ambos, era inexplicable. Era tan fascinante. Los sollozos de Sunhee habían cesado. La joven alzó ligeramente la mirada, encontrándose con los profundos ojos de Jungkook. Esos bien feos que decía ella. Sonrió ligeramente. Sus mejillas se tiñeron de un color carmín.
─Sonríe, te queda muy bien. ─murmuro.
Sus rostros se acercaron el uno al otro, sus labios estaban separados por unos cuantos centímetros, podría ser hasta milímetros. La respiración de ambos era agitada, gracias al momento. Fue Jungkook quien accedió y acercó sus labios a los de Sunhee. Sus labios se habían posado sobre los de Sunhee. Había sentido los esponjosos labios de Sunhee sobre los suyos, y de alguna forma, estos encajaban perfectamente.
Debía admitirlo, le gustó. Y mucho.
No me agradó mucho, re raro el cap, ahq.
Bye bye, biabores.
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Smile, please. ©Jeon Jungkook
FanfictionSunhee, una chica antipática y aburrida. Jungkook, un chico animoso, engreído y atractivo, dos personas muy distintas, pero con más cosas en común. El conocerse cambiará todo, ¿pero que hay detrás de todo? Esta novela está hecha completamente por m...