Un suave aire traspasaba la ventana, entregando comodidad a los presentes en el departamento. Todo parecía estar sosegado. El clima, fuera y dentro del lugar. Las relaciones entre las personas presentes. Todo están de algún modo, "correcto". Era extraño, y había pasado el medio día y nada malo ocurría, eso era una gran novedad para Yong, quién siempre debía pasar por un problema al día, ya sea, muy mínimo o grandísimo. Así eran sus días, según ella.
Estaba en pijama aún. Ya habían dado más de las dos de la tarde, pero, ¿qué se supone que hace alguien un día sábado sin planes? Literalmente, nada. Estaba semi estirada entre el cuerpo de Haeun y Yoongi. Le pareció cómoda aquella posición, por lo que se quedó allí, no había nada ni nadie que la moviera. O eso supuestamente debíamos creer. Hoseok había decidió invitar a sus amigos, ya que, por las palabras que había dicho él, era un día perfecto para no hacer nada y ver películas junto a sus amigos. Bueno, todo era perfecto para el chico hasta que se enteró que el debía ser la "sirvienta" de sus queridos y maravillosos amigos.
Por fin tenía la oportunidad de sentarse nuevamente en el sofá propio de él, para seguir viendo la película, aunque con los amigos que tenía, apenas entendía lo que sucedía. De hecho, lo único que entendía era que a la actriz principal le había llegado el periodo, caótico, ¿no creen?
─ Hobi, bebé... ─sonrió, dándole un toque de aegyo su torpe actuación.
Hoseok conocía muy bien ese truco de Sunhee, solo le llamaba así para pedirle un favor.
─Realmente... ─suspiro con frustración, no se podía resistir a los encantos de la joven. ─¿Qué necesitas, Sun?
─Eres un amor Hobi. ─lo señaló con poca discreción, enviándole un beso en el aire. ─Si me traes más sushi, te amaré más que ahora.
Y lo hizo. Fue hasta la cocina solo para buscar comida a la chica. Verdaderamente sus amigos eran unos reales vagos, contando a Haeun que había tomado la suficiente confianza para pedir favores todo el tiempo. Básicos, claro.
El sonido de un golpe en la puerta captó la atención de los presentes, quiénes habían dejado de prestar atención a la película.
─Min Yoongi irás tú, he dicho. ─sin control alguno, empujó al chico con la intención de sacarlo a la fuerza del sofá.
Claro está que Yoongi no tenía intención alguna de moverse, pero la dueña de casa había hablado, no le quedaba más remedio que atender. Arregló un poco su cabello y giró el manojo de la puerta, abriendo de está. Su rostro cambió radicalmente al ver el rostro de su contrario. Jeon Jungkook. Ambos tenían un tipo de rivalización ahora.. y por nada más que Sunhee. Ese era el primer motivo.
Las miradas eran penetrantes, ninguno quería despegar la mirada del otro, como si de una guerra se tratase.
─Min, ¿quién es? ─la castaña se alzó un poco, intentando averiguar de quién de trataba, en acto fallido no consiguió nada.
─Una persona molesta. ─respondió con toda la simplicidad del mundo.
Su propósito era molestar a Jeon y lo estaba consiguiendo.
Hoseok se acercó hasta la puerta para por fin dejar sus dudas de lado y saber quién era. No tardó en saludarlo e invitarlo a pasar a su hogar.
─¡Es Jungkook! ─ Haeun exclamó, sorprendida. ─Cuanto tiempo sin verte sunbae.
Sunhee no pudo evitar dejar pasar esas palabras, por lo que rápidamente noto su presencia. Cruzaron miradas un par de segundos y la desvió al instante. De por sí, el contacto visual no le agradaba, mucho menos si se trataba de Jeon.
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Smile, please. ©Jeon Jungkook
FanfictionSunhee, una chica antipática y aburrida. Jungkook, un chico animoso, engreído y atractivo, dos personas muy distintas, pero con más cosas en común. El conocerse cambiará todo, ¿pero que hay detrás de todo? Esta novela está hecha completamente por m...