Capítulo 37

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Realmente Jeon Jungkook se sentía como un niño indefenso. Por fin, después de tanto tiempo, logró decir todo lo que su corazón guardaba. Por parte, creía que no sería la gran novedad para la joven, debido que, lo que ocurría entre ambos era muy notorio.. Las salidas, los juegos, la miradas y besos, eran cosa de enamorados e incluso, un ciego podría notar el amor que existía entre Jungkook y Sunhee, ¿pero realmente el amor era mutuo? La castaña no se esperaba esta clase de confesión, ¿de verdad había sucedido? Aún intentaba procesar las palabras que habían salido de la boca del susodicho, discernir lo decía, era difícil para Sunhee. Pero la forma en la cuál formulaba cada palabra, su tono, las acciones y la mirada tan penetrante; acompañaba con la situación, dándole así, un toque de completa transparencia al hablar.

El sonido del celular alarmó a Sunhee, despistandola de la situación que estaba viviendo en estos momentos. Empujó a su contrario, sin ninguna suavidad al hacerlo. Tomó a su bebé entre sus manos y leyó el número que debía atender. Era un número desconocido, pero lo más insólito, no era eso, sinó, el código que indicaba que era de un país diferente al suyo. Pero conocía perfectamente ese código, también lo había usado.

─Es.. un número de Estados Unidos. ─musitó, intentando captar la atención del cataño.

─Estados Unidos..¿De verdad..? ─pensó un momento, conectando algún pieza. ─Tu eres de allí, ¿no será algún familiar?

La menor se quedó en silencio al escuchar aquello, el único familiar que tenía en Estados Unidos, era su madre, pero una llamada de ella era imposible recibir, no tenía como encontrar su número telefónico y ni siquiera sabía dónde se encontraba. Otra razón por la que no podía ser ella, era el simple hecho que ella misma le había pedido no verla más, ya que, era un supuesto "estorbo".

Sunhee se quedó paralizada, quizá si era. Cualquiera puede conseguir el número de quién se a estas alturas. Algunos supuestos "amigos" tenían su número aún y si su madre los había contactado, podía averiguar de su querida hija.

─Sunhee, atiende ese maldito teléfono. ─replicó, molesto por el sonido que emitía.

─No puedo.. no, no debe encontrarme.. no puedo hacerlo.  

Su estabilidad emocional se fue a la basura. Se había alterado por completo, tanto así que tiró su celular al suelo, sin percatarse que era su pequeño bebé de quién se trataba.

Algo estaba mal.

(...)

─Oh, Sun, eres un verdadero ángel. ─repitió por enésima vez en el día.

Sunhee había ido temprano a visitar a Jung. Traía una gran caja de donas, aquello sería el desayuno de ambos. Hoseok quedó completamente sorprendido al verla tan temprano y, con regalo en manos, tanto así, que no podía detenerse y dejar de agradecerle por aquel gesto tan dulce por su parte.

─Ya, es suficiente, no debes repetir eso todo el tiempo. ─siseó.

Realmente, Jung Hoseok podía ser un empalagoso cuando quería y eso, era tierno, pero después de un tiempo, se volvía aburrido y tedioso.

─Um, supe que ayer, Kook te acompaño a casa.

No había mencionado su nombre, pero tan solo escuchar "Kook" su cuerpo se estremeció por completo. Se sentía horrible. El chico ayer había confesado todo lo que traía dentro y ella simplemente ignoro todo eso. Después de lo sucedido anoche, con la llamada, Sunhee sufrió un tipo de crisis, dónde Jungkook fue quién la ayudo a salir de aquello. En la mañana, cuando había despertado, el ya no estaba. No había dejado ninguna nota, ningún mensaje, nada.

─Se quedó a dormir en casa. ─confesó.

─¡Sunhee! ─exclamó el nombre de su amiga, con cierta dificultad, debido al accidente. ─Me fui un tiempo y ya lo dejas quedarse en casa.

Smile, please. ©Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora