Capítulo 2

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Sunhee

─Hey, amigo.─sonrió dándole un pequeño golpe en la espalda del chico.

Levanté mi mirada, descubriendo de quién se trataba aquella persona.

Allí estaba él. Alto, cabello castaño, labios ligeramente delgados, luciendo una sonrisa totalmente falsa para mi gusto.

─Hoseok. ─lo saludó. ─No pensaba encontrarte aquí. ─me observó con una sonrisa divertida. ─Hola, también para ti.

─¿Se conocen? ─preguntó mi amigo, el chismoso.

─No.

─Sí.

Respondimos al unísono.

─Que graciosos. ─se burló. ─Hey, ya. ¿Qué haces por aquí, Jungkook?

─Vine por un café. ─dijo. ─¿Puedo sentarme con ustedes?

─¡Claro! ─exclamó Hoseok con emoción. ─Así podemos conocernos mejor.

Debería irme, dije para mis adentros.

(...)

Aún no sé cómo termine cediendo ante aquella descabellada idea. Pues, por error, solté que me iba mal en historia, mágicamente Jeon Jungkook se ofreció ayudarme. Al  principio me negué muchas veces, pero lo pensé bien, tal vez este chico me pueda servir para estudiar.

Únicamente eso.

─Bien, ¿ya entendiste? ─preguntó con cansancio, me había explicado unas siete o nueve veces.

─Algo. ─suspire frustrada. ─Jeon, esto está muy difícil. ─dije mientras fingía llorar.

─Bueno, con llantos nos conseguirás nada. Repasa las fechas. ─señaló el libro.

─Que pereza. En mi país no eran tan difíciles los exámenes. ─gruñí. ─Al contrario, eran tan fáciles.

─Deja de quejarte, eres insoportable. ─se jaló los cabellos con fuerza. ─¿Te puedes soportar a tí misma?

─No. ─me encogí de hombros. ─Y si tan insoportable soy, la puerta está bien abierta, para que salgas de aquí. ─le fulmine con la mirada.

Soltó un suspiro. ─No. Prometí ayudarte, y así será.

Frote mis manos contra mi rostro con frustración, este chico era peor que la profesora del Instituto. Volví mi vista al libro. Comencé a repasar algunas fechas, supuestamente importantes.  Así estuve por una hora, mientras Jeon solo miraba su celular o buscaba algo con la mirada, en mi habitación.

─¡Ya está! ─exclame riendo de manera maniática. ─Lo hice, repase, estudié, ya está.

─Hey, hey. Bájale a tú emoción cuatro rayas. ─alzó sus manos.

─¡Ya, ya! No s necesario que me hables así. ─ gruñí mientras alzaba mis brazos

─¿Qué tienes en los brazos? ─preguntó con cierta curiosidad.

─Nada. ─volví a mi postura. ─No necesito más tú ayuda, puedes irte.

─No, aún no hemos terminado. Y dime, ¿te cortas?

Su pregunta me incómodo por completo, fue como un balde de agua fría. Y no, esa no era la razón de mis heridas. Pues, al alzar los brazos, dejé que se visualizaran unas heridas.

Provocadas por fuego.

─No es nada, punto. ─me crucé de brazos. ─Lárgate de aquí.

─Pero..

─Vete Jeon. ─señalé la puerta.

─Eres una mal agradecida, ni siquiera me das un "gracias". ─arrugó su nariz molesto.

─¡Que te vayas! ─grité con la paciencia colapsada.

Mi grito se escucho por todo el Departamento, llamando la atención de Hoseok. Rápidamente vino y sacó a Jungkook de mi habitación. Sí no lo hacía, sufriría las consecuencias de mi rabia incontrolable.

─¿Estas bien? ─preguntó el castaño. Asentí con una pequeña sonrisa. ─Trata de no enfadarte tanto. ─me reprochó y salió de la habitación.

¿Como no me voy a enojar? Solo lo conozco hace un día, y ya está en mi lista de personas que odio. Sí, soy una persona que le guarda rencor a las personas. ─que no me agradan─ ¿Y? No soy la única.

Comencé a ordenar mi habitación, guardar los libros, recoger ropa del suelo, etcétera. Ya había ordenado toda mi habitación, había quedado como nueva. Al cabo de unos minutos, salí de mi habitación dispuesta a buscar algo para alimentar a mi pobre estómago.

─¿Qué hace el aquí aún? ─señalé al castaño, el cuál me observaba divertido.

─Ya se va, Sunhee.─gruñó mi amigo.

─Um, ¿en serio? ─preguntó el otro algo confundido.

─Sí, eso está diciendo. ─respondí yo, por Hoseok.

Un suspiro salió de los labios de Jeon.

─Un gusto ayudarte, querida Sunhee. ─se acercó a mí con una sonrisa burlona. ─Merezco un gracias, ¿no?

─No, yo no te pedí tú ayuda, tú lo hiciste por tú cuenta. ─alce ambas cejas.

─ Bien. ─ presionó sus labios con fuerza.

Pude notar como Hoseok se reía, por lo bajo, claro.

Hoseok le hizo una señal para que lo siguiera hasta la puerta, observé a Jeon hasta que llegará a la puerta, solo quería que se fuera. Al ver como salía tras la puerta, giré sobre mis talones y camine hacia la cocina, que era tipo americana. Saqué unas verduras para hacerme una ensalada,

─¿Por qué no te agrada? Es bastante simpático. ─dijo tras cerrar la puerta.

─No me agrada, simplemente no me agrada. Algo tiene, su personalidad, tal vez.──me alce de hombros.

─No juzgues a un libro por su portada. ─me señaló sonriente.

─No juzgues q un libro por su portada ─ lo imité en un tono gracioso.

─Que inmadura eres. ─ comenzó a reír.

─No me agrada y punto. No estoy interesada en hacer amigos. Contigo me basta. ─le dije mientras aliñaba mi ensalada nutritiva. ─Intenta no invitarlo aquí, ¿por favor?

─ Ah, está bien. Si es por ti, obviamente lo haré. ─sonrió.

─Eres una amor Hobi. ─me acerqué a él para poder abrazarle.

─¿Podrías llevarte así, con todas las personas? ─ comenzó a acariciar mi cabello.

Levanté mi mirada hacia él, le mire raro y lo solté.

─Thank U Next. ─seguido a esto, hice una mueca de asco. 

─Te dura muy poco lo cariñosa. ─comenzó a reír.

Smile, please. ©Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora