El día transcurrió bien. Todo marchaba a la perfección. El sol descendía lentamente. La temperatura había bajado favorecidamente. Hoseok y Haeun eran lo más felices con esa salida a la playa. Jugaban y reían en la playa, incluso, hicieron un castillo de arena. Era como dos niños pequeños. Bueno, Sunhee derrumbó su castillo de una patada, burlándose de ambos.
Mientras tanto, Sunhee y Jungkook estaban en la arena, estirados sobre esta, contemplando la vista del mar y la brisa marina. El silencio era adecuado, confortable.
─Haeun te quitará a Hoseok, ¿no crees? ─rió burlesco.
─Calla. ─le miro con molestia. ─El no me dejaría sola, jamás.
Había dicho aquello con tanta seguridad. Podría poner las manos al fuego por su amigo, no dudaba en ni una sola palabra de él. Jungkook la veía de reojo. ¿Tanta confianza podía haber entre dos personas?
─¿Por qué no vas a jugar con ellos? ─se giró a verlo, semi estirada.
─Porque no. ─se alzó de hombros.
─Pirqui ni. ─le imitó riendo.
─Eres una inmadura. ─tomó entre sus manos arena y se la lanzó. ─Infantil.
Sunhee abrió sus ojos indignada, devolviéndole el acto.
─Mira quien habla. ─gruñó. ─El que me lanza arena. Imbécil.
─¿Por qué me ofendes así?
─Porque eres un imbécil, ¿O me equívoco? ─se reincorporó y río.
─Para ti sí. ─bufo. ─Pero soy un imbécil, un guapo imbécil.
Sunhee le miro sonriendo. Quizá tenía razón.
(...)
Hoy era lunes. Todos los alumnos del Instituto de Seúl tenía un aspecto de zombies, incluído Sunhee. Como era normal, los alumnos alegaban entre ellos respecto al lunes. Que lo odiaban. Sunhee había dormido sus ocho horas, más bien, durmió diez horas, lo suficiente para reparar energías del día anterior. Bueno, para ella no. Ella necesitaba dormir un día entero. Los pasillos estaban llenos de alumnos. El receso había comenzado, y los alumnos estaban dispersados por todo el Instituto. Sunhee estaba en la Biblioteca buscando libros para estudiar. Dentro de tres días tenía un exámen y de historia. Había buscado a Jungkook un buen tiempo, pero ni había venido a clases, ¿por qué? No tenía idea. Quizá se había quedado dormido. Luego de clases iría a su casa pedir ayuda para estudiar.
El día transcurrió normal. Hoseok coincidía en una clase con ella, aquella fue la más divertida, su amigo la hacia sonreír con una que otra estupidez. Las demás estuvo sola, excepto de una, que la pasó junto a Yoongi. Hablaban de cualquier cosa, interesante para ambos. Le agradaba el chico, tenía una personalidad relativa a la de ella. Después de clases se dirigió a la casa de Jungkook, llegaría de sorpresa. Hoseok no la acompaño, debía ayudar con algo a Haeun. Si, al parecer en poco tiempo se volvieron muy unidos. Esto no agradaba para nada a Sunhee. No quería que la hicieran a un lado. Ya estaba delante de la puerta de Jungkook, bueno, según las indicaciones, era aquí. Tocó una vez, nadie abrió. Tocó otra vez, nadie. Tocó por tercera vez, si obtuvo respuesta.
─¿Sunhee? ─ladeó su cabeza hacia un lado. ─¿Qué haces acá?
Un Jungkook se hizo presente. Su rostro no era el mejor. Tenía la nariz roja. Su voz era bastante suave y poco irritable. Vestía una polera ancha, negra, un pantalón de chándal, negro, también.
─¿Qué te pasó? ─le interrogó, mirando su ropa de arriba hacia abajo.
Suspiro. ─Pasa.
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Smile, please. ©Jeon Jungkook
FanfictionSunhee, una chica antipática y aburrida. Jungkook, un chico animoso, engreído y atractivo, dos personas muy distintas, pero con más cosas en común. El conocerse cambiará todo, ¿pero que hay detrás de todo? Esta novela está hecha completamente por m...