Capítulo 11

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Sunhee examinó a la chica con la mirada. Tez blanca, cabello rubio, alta y bonita. Creía habérsele topado unas dos o tres veces en el Instituto. No la conocía bien. Aunque tampoco quería conocerla. Evitó hacer contacto visual con Jungkook, quien no se había percatado de la presencia de Sunhee. Namjoon le había dicho a la joven que los atendiera pero esta se negó. El chico se encontraba totalmente confundido por su actitud.

─¿Por qué no quieres ir? ─le interrogó el, susurrando suavemente.

─No se me apetece. ─respondió con una simplicidad increíble.

Namjoon no entendía ni un poco a la joven. Parecía que tuviera un trastorno de bipolaridad. A veces la veía tan alegre, -aunque no lo demostrará- y otras veces tan antipática y fría. Un ejemplo es éste; se había ofrecido para atender a todos los clientes este día. Pero de un momento a otro no quiere. Su actitud es bastante bipolar, pensaba el joven.

─Tú te ofreciste para atender a todos hoy. ─le señaló con su dedo amenazante. ─¿Por qué ya no?

─No quiero. ─bufó molesta.

Namjoon negó.

─Solo atiende, yo me encargo de lo demás. Sunhee.

No quería armar un berrinche allí mismo, optó por cortar por lo sano y se fue a pedir la orden de ambos. Namjoon sonreía satisfecho al ver que había logrado que Sunhee le hiciera caso. La joven soltaba una que otra grosería entre dientes. Le incomodaba ver a ambos jóvenes juntos, ¿Por qué? No tenía idea. Se acercó cautelosamente de no interrumpir nada, forzó una sonrisa totalmente arrogante y saludó.

─Buenas noches, ¿Qué se les ofrece? ─habló con aquella sonrisa mortificante.

Jeon la miro de pies a cabeza, y río un poco por su atuendo.

─Al fin. ─dijo la joven de cabellos rubios. ─Han demorado en venir. Supongo que tenían algún problema, que va. ─soltó una ligera risa.

─Usted también puede ir allá y hablarnos. ─sonrió con arrogancia. ─Mis disculpas.

─Señorita. Quisiéramos un Pie de Limón y dos cafés normales. ─ordenó él, con una cadencia.

Sunhee asintió lentamente, observando a los dos jóvenes de la mesa. Volvió a su postura de pocos amigos y camino hasta donde estaba Namjoon. Le ayudó a preparar el pedido y se los entregó. Después de ellos, no entró nadie más al local. Se quedaron un buen rato ahí, charlando, riendo, pasándose miraditas, etcétera. Sunhee solo les veía de reojo mientras ayudaba a ordenar y limpiar. Cuando por fin se había sentido completamente libre, ya que, se habían retirado del lugar, Jungkook se despidió de la chica con la que estaba y se acercó a Sunhee.

─¿Me da un café, señorita? ─sonrió de forma juguetona.

─Jódete, el local esta por cerrar. ─le enseñó el dedo de corazón ignorando completamente al joven.

Jungkook fingió esta sorprendido, uso esta situación para hacer enfadar a la castaña.

─Señorita, no puede ser más insolente. ─colocó una mano sobre su boca. ─Pondré una queja, para que cierren el local.

Sunhee intentaba ignorar cada estupidez que Jeon Jungkook hacía, pero era imposible no reír a sus comentarios exagerado que hacía. Fingiendo estar totalmente ofendido. Una pequeña carcajada salió de los labios de Sunhee.

─Mira. He conseguido hacerte reír, chica antipática. ─sonrió victorioso por su pequeño logro.

─Lo he hecho por que me das pena. Y careces de atención idiota. ─se manifestó ella, cruzándose de brazos.

─Y tú careces de amor. ─confesó burlándose.

La castaña calló unos segundos. Su cabeza y corazón intentaba procesar esas palabras tan directas, debía admitirlo, le había dolido un poco. Aquellas palabras pincharon su frío corazón.

Jungkook se dio cuenta de ello. Oh, querido, la has cagado.

─Tengo a Hobi y con él me basta y me sobra.

Sentía que en cualquier momento se iba a quebrar.

─Es una broma, ¿Lo sabes? ─río intentando arreglar el momento.

Sunhee solo ignoró sus palabras. De todos modos, tenía algo de razón en ellas. Le sirvió una pequeña taza de café, para que no la siguiera molestando. Se retiró de allí y se fue directo al baño, aguantando el nudo en la garganta que tenía. Las palabras de Jungkook le habían dolido, eso era más que obvio. Se cambió su camiseta por la que usaba antes, una camiseta bastante simple de color salmón. Amarró su cabello lacio y delgado con un pequeño moño desalmado.

(...)

Había salido más temprano que el horario que le correspondía. No había entrado nadie más a local, entonces, ¿Para que iba a seguir allí aburrida, sin hacer nada? Sería una pérdida de tiempo y, ella tenía cosas importantes que hacer, como por ejemplo; dormir. Se despidió de su compañero de trabajo con un simple ademán desinteresado. Jeon Jungkook se había quedado allí, esperando a la joven. Sabía que sus palabras habían marcado a Sunhee. No se había expresado correctamente y eso, lo tenía más que claro.

El transcurso hasta la casa fue ligero y breve. No había demorado más de quince minutos en llegar. Introdujo la llave en la cerradura de la puerta, con cautela, sin emitir sonido alguno. La giró y la puerta se abrió dando paso a la joven. Las luces estaban encendidas, la música sonaba en el living aquello significaba que Hoseok aún seguía levantado. Lanzó su bolso al sofá sin ninguna suavidad, sin importar que su pequeño bebé estaba allí, que no tenía ni la más mínima culpa de su mal humor. Camino dando pasos ligeros hacia el refrigerador, lo abrió y sacó una botella de soju que estaba allí. La levantó con cuidado y la examinó. Creía que era una buena acompañante para su mal humor. De un segundo a otro, Hoseok se hizo presente con una sonrisa resplandeciente.

─¿Cómo te fue, Sunhee? ─le preguntó sonriendo.

Su mirada se fijó en la botella de soju que tenía en las manos su querida amiga. Su expresión cambió totalmente. Le desagradaba ver a su amiga con alcohol.

─Bien. ─mintió.

─No pareciera. ─dijo, señalando la botella de alcohol. ─¿Qué haces con eso?

─¿No es obvio? ─rió sarcásticamente. ─Voy a beber un poco.

Respondió con aquella simplicidad de ella. Esa increíble forma de expresar cosas tan simples, para ella. Antes de que él pudiera decirle algo, lo calló, interponiendo un dedo sobre sus labios.

─Calla, por favor. ─le habló riendo. ─Déjame ser.

Después de aquellas palabras, se encaminó directo a su habitación dejando a su mejor amigo con la palabra en la boca.

;🍷

No pasa nada interesante que digamos. Bai.

Smile, please. ©Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora