No podía creer lo que sus ojos estaban viendo. Allí estaba Sunhee, borracha, bailando como si nada, en frente de muchísimas personas. No sabía que hacer, ¿debería ir y sacarla de allí? O, ¿Dejarla ser, bajo los efectos del alcohol? La respuesta estaba más que clara, pero él se debatía en ir o no ir. Después de todo, le causaba mucha gracia esta faceta de Sunhee. Borracha y bailando. Era una experta en perrear, que dato más increíble. Optó por sacarla del lugar, sinó, seguiría haciendo el ridículo en frente de todos y no, no quería eso. Haeun la dejó ahí, un rato más. Ella vería lo que debía hacer. Le tomó por lo hombros y la encaminó a la planta de arriba. Sunhee le miraba sin expresión, no entendía absolutamente nada. Jungkook soltaba una que otra carcajada por el estado ebrio de la joven. Le parecía muy gracioso al desgraciado. Usaría esto como excusa próximamente.
─¡Hey! ─se detuvo en el pasillo. ─¿Por qué me sacas así de la nada? Quiero bailar~
─No seas tonta Sunhee. ─rió nuevamente. ─Estás borracha.
─No es cierto, Kook, estoy estupenda, ¿no crees? ─se dió una vuelta en su lugar.
─Bastante... ─alzó las cejas, mojando sus labios. ─Pero estás haciendo el ridículo.
─Eres un envidioso. ─se cruzó de brazos. ─Soy el alma de la fiesta junto a Haeun. Y tú.. ─le miro de pies a cabeza, inspeccionando su vestimenta. Le observó con disgusto. ─No eres nada.
Jungkook se quedó callado. Le parecía muy inmadura la actitud de Sunhee. Pero, ¡Vamos! ¿Qué más se puede esperar de una persona ebria? Movió su cabeza de un lado hacia otro, decepcionado totalmente. Sunhee no le prestó atención y decidió volver a la pista. Lástima. Jungkook no le dejaría hacer el ridículo otra vez, frente a todos. Le tomó de las muñecas y abrió la puerta de una habitación. Era de color blanco, estaba todo ordenado. Muebles lindos, un clóset de ropa etcétera. Parecía ser la habitación de Taehyung. Al parecer éste chico tenía gustos carísimos. Sunhee inspeccionó la habitación con la mirada. Delante de sus ojos había una cama gigante, cubierta de cobijas peludas. Un perro estaba acostado encima de ella. Se giró a ver a Jungkook, desconcertada.
─¿Te quieres acostar conmigo? ¿Tienes condón?
─¡Sunhee! ─gritó con las mejillas rojas de vergüenza. ─Que tonta eres.
─¿Entonces qué? No quiero dormir, iré a la fiesta.
Dispuesta a volver a la fiesta, caminó directo a la puerta, pero el brazo fuerte de Jungkook lo evitó. Se quedaron observándose unos segundos. La tensión se podía evidenciar desde kilómetros. Le indicó que se sentará en la cama. Sunhee obedeció. Se acercó a ella y se agachó para quedar a su altura, frente de ella. Le sonrió.
─¿Me puedes mostrar tus brazos? ─le preguntó.
─¿Para qué?
─¿Puedes o no? ─bufó.
Sunhee se levantó las mangas de su vestido y le enseño sus brazos.
Estaba más que comprobado, tenía muchas heridas en los brazos. Cicatrices de quemaduras y cortes. Pero algo no estaba bien, ella jamás mencionó cortes. Pasó una mano por sus débiles brazos, rozando su dedo pulgar sobre estos. Los miraba con detenimiento, examinando éstos. Sunhee no sólo tenía heridas de quemaduras, también, cortes, y no muy viejos que digamos. Parecían ser recientes. No quiso preguntarle nada. No quería ser abusivo y aprovechar que estaba ebria para preguntarle cosas que no correspondían. Suspiro frustrado. Sunhee no le a contado la historia completa, y las dudas volvían aparecer. Todo esto le parecía tan extraño. La joven sólo tardó minutos en quedarse profundamente dormida. Mañana despertaría con una resaca horrible.
(...)
El día parecía ser normal. El cielo estaba cubierto de nubes que cubrían el Sol, aún así, los rayos del Sol traspaban estas sin ningún problema. Le temperatura era estándar. Ni muy fría, ni muy caliente. No se escuchaba ningún ruido, solo unas gotas caer al suelo. Sunhee abría sus pequeños y rasgados ojos lentamente. Aún estaba dormida, creía estar despertando en un sueño, ya que, todo lo que veía no lo reconocía. No estaba en su habitación pequeña, no estaba en su incómoda cama, no vestía ropa cómoda. Cerró sus ojos un par se segundos y luego los abrió ligeramente. Todo seguía allí mismo. Un dolor en su cabeza se hizo presente. Tenía una resaca horrible e insoportable. Se intentó peinar el cabello con la mano, en acto fallido, no lo logró. Comenzó a recordar algunas cosas que hizo en la noche anterior.
Salió con Haeun a una fiesta.
Bebió más de la cuenta.
Lo dió todo en la pista.
Lo demás estaba borroso, ¿Qué había ocurrido? Procuró no forzar mucho su cabeza. De un momento a otro un chico pasó por delante de sus ojos, estaba en polera y un short. Con una manos secaba su cabello, que parecía estar húmedo. Sunhee abrió sus ojos desconcertada, ¿Qué hacía en la habitación de Taehyung? El chico notó con rapidez a la joven. Le miro sonriente y agitó su mano, en modo de saludo.
─Buen día, chica. ─sonrió. ─Debes estar agotada, ¿No? Anoche lo diste todo. Claro que sí.
Esas palabras resonaban por la cabeza de la joven, anoche lo diste todo. ¿A qué se refería con eso? Le perturbó un poco. Se reincorporó en la cama y le preguntó con cierta sutileza.
─¿Qué pasó anoche? ─dijo con una voz ronca.
─Nada malo. ─rió. ─Solo bailaste y tomaste más de la cuenta.
─Uhg. Que asco. ─gruñó. ─Haeun, ¿Dónde está?
─Haeun duerme en la habitación de invitados. ─se sentó en la orilla de la cama. ─¿Quieres que le llamé?
─No es necesario. ─negó.
─¿O llamó a Jungkook?
─No, estoy bien así.
Había vuelto a tomar su postura de chica antipática. Estaba en la casa de un total desconocido y necesitaba volver a su casa. Esta sería la última y primera vez que asistía a una fiesta. Creía que en cualquier minuto su cabeza explotaría del dolor. Alzó las cobijas y se levantó de un santiamén. Taehyung le observaba confuso, cualquiera se quedaría acostada en tremenda cama, gozando de ésta. Pero ella no, ella se levantó sin decir nada.
─¿A donde vas?
─Que te importa. ─le respondió con brusquedad.
Taehyung se quedó sorprendido por la actitud de la chica. La noche anterior había sido muy simpática, en cierta forma, pero esta vez no. Esta vez fue diferente. Sunhee tomó sus botines y se los colocó. Necesitaba irse a su departamento a descansar de intentar procesar todo lo ocurrido la noche anterior. Le preguntó al joven donde estaba el baño, él le indicó donde estaba y fue directamente allá. Se miro al espejo asqueada por su apariencia. Tenía el maquillaje corrido y su cabello despeinado.
─Parezco puta con este vestido de mierda. ─se confesó así misma.
Abrió el grifo del agua y mojó su rostro, limpiando el resto de maquillaje que quedaba. Aún no entendía como aceptó ir a una fiesta con Haeun. Le debía una, y una grandísima. Amarró su cabello con una coleta baja desalmada. Abrió la puerta y salió. Taehyung ya no estaba en la habitación. Aprovechó para salir de ella. Tomó su celular que estaba en la mesita de noche y lo guardó entre su pecho. Camino con pereza a la puerta de la habitación. Giró el manojo, dejando paso a la salida. Delante de sus ojos había un pasillo bastante extenso, lleno de puertas, cuadros y adornos. No había nadie en el camino. Caminó por el lado derecho, donde se suponía que estarían las escaleras y sí. Allí estaban, delante de ellas. Posó su mano sobre la baranda y bajo con cuidado, procurando no caer. No esperaba encontrarse con Jungkook en medio del camino.
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Smile, please. ©Jeon Jungkook
FanfictionSunhee, una chica antipática y aburrida. Jungkook, un chico animoso, engreído y atractivo, dos personas muy distintas, pero con más cosas en común. El conocerse cambiará todo, ¿pero que hay detrás de todo? Esta novela está hecha completamente por m...