Smile, please. ©Jeon Jungkook

Capítulo 38

Apenas quedaban dos semanas para navidad. Seúl ya estaba al tanto de aquello, las decoraciones y preparativos ya se hacían presente en la ciudad, dándole un toque navideño muy llamativo. Al igual que la ciudad, las personas también estaban preparándose para recibir la navidad con emoción y alegría. Aunque no todos.

Las clases ya iban a finalizar y está última semana eran las pruebas finales. Sunhee se había matado estudiando, pero todo era tan difícil está vez. No tenía el apoyo de Jungkook para estudiar y realmente, era necesario. Hoseok le ayudaba, y mucho, pero no era suficiente. Su estado de ánimo había bajado considerablemente. Vivía con insomnio, comía muy poco y se había vuelto una antisocial, ni siquiera hablaba con su mejor amigo, más que unas pocas palabras. En cambio, Hoseok se temía lo peor. Sunhee había perdido a alguien sumamente importante en su vida, se había enamorado de Jungkook y por más que lo negará, no iba a cambiar ese hecho.

─Sunhee, te he traído café para que arregles ese rostro tan demacrado. ─dijo, con café en manos y una sonrisa ladina.

La joven solo se limitó a mover la cabeza y forzar una sonrisa en signo de agradecimiento. Realmente apenas modelaba palabras.

En estos instantes se encontraba en el patio trasero del instituto, allí todo era más tranquilo y no habían tantos alumnos, por lo que, le era más fácil estudiar y concentrarse.

Al chico no le quedó más remedio que irse del lugar. Ya estaba agotado de tener que insitir y hacer hablar a la joven, porque todo lo que hacía era en vano, nada servía.

¿Qué era lo peor para la chica? Tener que ver a Jeon Jungkook todos los días en el Instituto, con una chica al lado, quién parecía estar de lo más feliz. Quizá estuvo bien, quizá realmente debía negar todos sus sentimientos, pues, el se veía de lo más bien sin la presencia de ella. Dolía y muchísimo, pero ella fue quién permitió que se alejara.

Dejo de lado los pensamientos que tenía, de nada le servía seguir dándole vueltas al tema, no conseguía nada bueno para si misma. Pegó la vista en el libro que tenía delante de ella, de historia para ser exactos. Tenía un grosor bastante grande y debía leer por lo menos la mitad de este para entender bien el contenido del exámen, todo esto la tenía muy estresada. De un momento a otro, un rostro pálido y de ojos rasgados tenía delante de ella. Llevaba tiempo de no verlo.

─Sunhee, tanto tiempo. ─mencionó su nombre a modo de saludo, junto a una sonrisa.

Yoongi debía admitir este pequeño detalle. Pasar semanas sin ver a Sunhee fue doloroso, realmente la extrañó.

─Min. ─saludó.

Fue un saludo frío y poco convencedor. No venía acompañado de una sonrisa, ni de un gesto, nada.

─¿Qué? ¿Me extrañaste? ─cuestionó, para poder sentarse a un lado de la chica.

Sunhee no dijo nada, no tenía ganas de hablar. Las ganas de hacer sus cosas cotidianas habían desaparecido hace unas semanas.

─Estoy ocupada, si te vas, estaré mejor. Gracias. ─fue una manera sutil de decirle que su audencia, molestaba.

Yoongi acató las órdenes de la chica. De nada le servía pelear o reclamarle de su actitud a la castaña, lo único que conseguiría sería un pelea absurda y molestar aún más a la joven. Ya le preguntaría a Hoseok que ocurría con ella, solía ser una chica aburrida y con poco interés por las personas y sus cosas, pero la indiferencia era mayor está vez.

(...)

La brisa marina inundaba las fosas nasales de Sunhee. El olor marino, la arena y las olas retumbando en la arena era una sensación bastante placentera.