Después de haber tenido aquella conversación con su profesora, Sunhee solo se dedicó a estudiar como mono cinco días seguidos. Era lo único que hacía. Llegaba al Instituto, asistía a todas sus clases, sin saltarse ninguna, mucho menos las de Historia. En el receso no comía mucho más que un aperitivo como una manzana, o algo así. Pasaba en la Biblioteca, incluso, sus compañeros pensaban que se estaba volviendo una nerd cosa que no era así. Cuando volvía del Instituto se encerraba a estudiar en su habitación, toda la tarde y una gran parte de la noche. Anhelaba con toda su alma poder arreglar todas esas calificaciones bajas que tenía. Historia era un ramo importante, las calificaciones de esta podían perjudicar mucho las calificaciones para entrar a la Universidad. Sunhee solo quería terminar el año con calificaciones buenas, no las mismas mediocres de siempre. Si quería obtener un buen futuro debía esforzarse, algún día llegaría a donde su mamá y le sacaría todo esto en cara, demostrándole que podría lograr todo lo que se proponga. Hoy era viernes. Todos los alumnos habían esperado con tantas ansias la llegada del Viernes, día que tanto esperaban de la semana, aquel día que salían del 'reclusorio' como decían ellos. Sunhee traía unas ojeras terribles. Estaba pálida, su cabello un poco despeinado. No había dormido bien estos días. No le importaba mucho su apariencia, total, después podría darle un tiempo a esta. Estaba algo más callada, no hablaba mucho. Hoy se suponía que Yoongi iría a su departamento para que le ayudará en su trabajo de Artes. La joven obviamente había olvidado ese detalle.
─Sun, tienes una ojeras espantosas, ¿Lo sabes? ─comentó Hoseok, señalando sus ojos rasgados.
Sunhee solamente se limitó a encogerse de hombros, restándole importancia. No podía seguir así, solo llevaba cuatro días y estaba hecha bolsa. ¿Qué pasaría en las próximas semanas? Capaz un día de esos despierte muerta por su poca preocupación así misma.
─Sunhee. ─se paró al frente de ella. Bloqueando el camino. ─No puedes seguir así.
─¿Así cómo? ─preguntó fastidiada por el comportamiento de su amigo. ─Déjame.
Intentó quitar a su amigo del camino pero este de lo impidió agarrando suavemente sus muñecas e inclinándose hacía ella, ligeramente. Sus ojos la observaban con pena.
─Tenemos que hablar, pequeña. ─susurró cerca de su oído.
La joven no le quedó más que aceptar, de lo contrario, su mejor amigo estaría hostigando todo el día. Claramente no podían hablar en medio de uno de los pasillos del Instituto, donde transitaban muchos alumnos, no, no era cómodo para ninguno de los dos. Entraron a la Biblioteca y se quedaron en un rincón. Sunhee había comenzado a inspeccionar algunos libros. Hoseok la detuvo.
─Pequeña. ─le llamó, quitando un libro de sus manos. ─Mira como estas.
Sunhee se miro completamente. Arrugó su nariz y nuevamente se encogió de hombros. Había dicho que estaba como siempre, simple y bonita. Normalmente se calificaba así.
─Estas pálida. No has comido bien. ─dijo. ─Más de la mitad de la noche estas estudiando, no duermes tus ocho horas. Ni siquiera me diriges la palabra, estas muy callada. Con suerte comes y en el receso te vas casi corriendo a la Biblioteca. ¿Eso está bien para tí? ─explicó.
Tenía razón. No era para nada bueno eso, Sunhee entendió perfectamente lo que su amigo le decía. Pero no le importaba. Era estúpido, en un principio apoyó su idea de ayudarla a estudiar, se encontraba feliz por saber que ella se preocuparía más de sus estudios y no sería tan 'vaga', pero ahora no lo hacía. Sunhee pasó una mano por su sien, suspiro frustrada. Sabía que había mucha razón en las palabras de Hoseok, pero no le haría caso.
─Estoy bien, ¿Ya? ─espetó molesta. ─No te preocupes por mi. Estoy estudiando, para mejor, ¿No ves? ─hizó un gesto con sus manos, dando a entender que estaba "bien" su punto de vista. ─Necesito obtener buenas calificaciones, tú más que nadie lo sabe. Déjame, yo se lo que hago.
El semblante de Hoseok cambió lentamente a uno más serio. De hacía tiempo que no veía a su amigo así, molesto. Era demasiado difícil verlo enojado o molesto. Siempre sonreía y toleraba cualquier berrinche de Sunhee. Pero esta vez no sería así, él solo intentaba cuidarla.
─No, no está bien. ─la señaló con su dedo, interrogante. ─Sun, entiendo que quieras estudiar, pero mira, solo llevas cinco días con esto y estas hecha bolsa. Lo respetó, tú quieres estudiar más y estas en todo lo correcto, pero no descuides tú cuerpo, necesitas comer y dormir. Además socializar mínimo con tú mejor amigo. ─cerró los ojos unos segundos, intentando no estallar allí mismo y con ella. ─Te quiero, y necesito lo mejor para ti. Estas señales ya las he visto antes.
Claro. Aquello ya lo había vívido solo hace unos meses, para ser exactos, nueve. Sunhee no comía, no dormía. Vivía con insomnio. No articulaba ni una sola palabra. Sus orejas se notaban a kilómetros. Hoseok estaba inquieto por el estado de Sunhee.
─¡Ya! ─ahogo en un grito. ─Perdón, estoy estresada con esto de Historia. Quiero entrar a una Universidad. Quiero demostrarle a todos que puedo. ─se desahogo, quitándose un pequeño peso de encima. ─Tu entiendes a lo que me refiero. ─su voz era tan fina, suave, ligera; parecía quebrarse en cualquier segundo.
Hoseok se acercó un poco más a su mejor amiga y las estrechó entre sus brazos. Consolando sus penas. Sunhee rodeó a su mejor amigo con sus brazos. Se sentía un poco mejor, el era su remedio, ¿Qué haría sin él? Se preguntaba cada día, el la había ayudado demasiado. Era la persona más importante en su vida. Así estuvieron unos cuantos minutos, abrazados. Cualquiera diría que ambos se gustaban y tenían una relación en secreto. Pero ambos solo tenían una linda amistad. Hoseok en tan poco tiempo logró hacer feliz a Sunhee en aquellos tiempos donde ni siquiera sonreía. Aquellos jóvenes tenían una amistad invaluable, tan cómica. El destino los había unido, estaba más que claro. El cariño que se tenían era imparable. Esta amistad duraría mucho. Esta totalmente comprobado.
El sonido del timbre los separó. Ambos parecían indiferentes, pero por dentro se sentían totalmente satisfechos del cariño que se compartían entre ambos.
─¿Todo estará bien? ─preguntó tomando sus mejillas.
Sunhee asintió.
─Sunhee. Sonríe, por favor. ─le pidió, aún tomándola de las mejillas.
Y así fue, Sunhee sonrió. Esto era suficiente para hacer sonreír a Jung Hoseok.
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Smile, please. ©Jeon Jungkook
FanfictionSunhee, una chica antipática y aburrida. Jungkook, un chico animoso, engreído y atractivo, dos personas muy distintas, pero con más cosas en común. El conocerse cambiará todo, ¿pero que hay detrás de todo? Esta novela está hecha completamente por m...