JOAQUÍN
Unos minutos después de ese suceso tan incomodo sonó la campana de la escuela, indicando el inicio de la jornada escolar, también el inicio de una nueva aventura. Ya tenía ubicado el salón en el que me tocaba, solo quedaba despedirme de mi hermoso novio, aunque a decir verdad, seguía teniendo mala cara y no comprendía el porqué.
-Amor, tenemos que irnos-Esbocé una sonrisa mientras colocaba mis brazos alrededor de su cuello.
-Está bien, suerte-Me evitó la mirada.
-¿No me vas a dar beso?-Hice un puchero mientras intentaba parecer tierno.
-Se nos hace tarde, te veo al rato-Se soltó de mi agarre y dio media vuelta marchándose.
Yo imité su acción y me dirigí a mi aula. Al llegar vi que algunos de mis compañeros ya habían entablado conversación entre ellos, obviamente ese no era mi caso. Quise omitir la soledad en la que me encontraba, prefería ser invisible estos días y observar de lejos pero al parecer, el pasar desapercibido no era mi talento ya que todos me miraron en cuanto crucé la puerta. Recibí sonrisas, miradas llenas de curiosidad y una que otra llena de desaprobación. Encontré un lugar al final del salón y me senté.
-Buenos días alumnos-Apareció la voz de un hombre alto, de tez blanca, castaño, barba un poco larga y un cuerpo bien trabajado. Al parecer será mi profesor.
-Buenos días-Respondió todo el salón al unísono.
-Me presento, soy Dante y también seré su maestro de literatura en este primer semestre, necesito que se presenten, pero antes quisiera poner algunas reglas, anoten-Sacó un plumón negro de su bolsillo y comenzó a escribir en el pizarrón.
Nosotros lo imitamos al sacar nuestras libretas y algunas plumas.
-La primer regla será la puntualidad, es necesaria para...-Fue interrumpido por una voz desde el marco de la puerta.
-Perdón profe, ¿Puedo pasar?-Emilio se hizo presente en él aula. Traía puesto un jean negro, playera blanca con estampado de puntos negros y una chamarra de mezclilla.
En la mañana no le había tomado importancia a su vestimenta, pero tenía un sentido de la moda un poco desconocido para mi gusto.
-Jóvenes, esto es lo que no deben hacer si es que quieren aprobar conmigo-Ignoró totalmente al rizado y se giró a mirarnos.
-Maestro, sigo aquí-Sonrío nervioso e hizo señas para llamar la atención de Dante.
-Pasa muchacho, pero que no se vuelva a repetir, porque no hay segundas oportunidades conmigo-Respondió de mala gana.
-Le prometo que no pasará de nuevo-Caminó dándole la espalda al docente y puso los ojos en blanco. Tomó asiento a mi lado.
-Hola Joaco-Dijo mirando al frente para no ser reprendido nuevamente. ¿Acababa de normbrarme "Joaco"?
-Hola Emilio-Imite su acto para evitar problemas.
La clase continuó silenciosa para nosotros puesto que la única voz presente era la de Dante.
-Bien, ahora necesito que se presenten. El primero seré yo, me llamo Dante Ramos Gómez, tengo 23 años y manejo una licenciatura en literatura, pero ahora comencemos con el señor impuntual y su compañero de asiento-Escupió retando a Emilio.
Mi despeinado compañero se levantó de su asiento muy seguro y habló.
-Hola a todos, soy Emilio Osorio Marcos-Sonrió ampliamente.
-Ahora dinos tu edad, lo que te gusta hacer, que carrera quieres y algún dato que quieras agregar-Continúo el maestro.
-Tengo 16 años, me apasiona cantar, actuar, bailar y ser vedett-Algo que hizo reír a toda la clase, menos a Dante y continuó-Quiero la carrera de actuación, soy muy sociable y creo que terminé.
Emilio recibió algunos aplausos, era mi turno, así que temeroso me levanté y dije.
-Hola,yo soy Joaquín Bondoni Gress, tengo 15 años; me gusta cantar, bailar y actuar, quisiera estudiar actuación o medicina, suelo ser un poco tímido pero me considero amable-Terminé mi discurso y de la misma manera que a Emilio, me aplaudieron.
Así fue con cada uno de mis compañeros, aprendí cosas de aquellos desconocidos y sonó la campana nuevamente; la clase había terminado. Emilio decidió que era buena idea estar juntos, ya que no conocíamos a nadie y de alguna manera nosotros éramos menos extraños que los demás.
En casi todas las clases fue lo mismo, se presentaba el maestro, nos presentábamos nosotros y así hasta que dio el timbre de salida. Andrés y yo habíamos quedado en irnos juntos, pero cuando intenté llamarle no me contestaba las llamadas y cuando por fin una entró comenzaron los problemas.
-¿Por qué no me contestabas?-Ya estaba un poco molesto.
-Hay mucho tráfico, ¿Sabías?-Un tono sarcástico inundó la bocina de mi celular.
-¿Cómo? ¿Te fuiste sin mi? Quedamos en irnos juntos-El coraje subió por mis venas y comencé a arder por dentro.
-Pensé que sería buena idea que convivieras más con tu futuro mejor amigo-Claramente se refería a Emilio.
-No empieces con tus celos sin sentido, Andrés, por favor-Intenté calmar la situación, pero resultó inútil.
-Ahora soy yo el que está haciendo las cosas mal-Podía sentir como enfurecía más con cada palabra.
-Hablamos luego, no le veo sentido a esta discusión-Hoy había sido un buen día, no quería terminarlo así.
Colgué la llamada y dirigí mi mirada a Emilio, quien caminaba a mi lado.
-¿Pasa algo?-Me miró curioso pero sonriendo amablemente.
-No, para nada. Todo está bien-Traté de devolverle la sonrisa, pero creo que era muy evidente que las cosas no estaban bien.
-Sí tú lo dices, te creo-Sonrío ladino mientras nos dirigíamos a su coche negro.
-Bueno, me tengo que ir rápido para tomar el bus-Revise la hora en mi celular y lo metí a mi pantalón.
-Sí quieres puedo llevarte-Se encogió de hombros y me miró esperando una respuesta.
-No, no te molestes, Emi-Rasqué mi nuca y me di la vuelta.
-Espera, Joaco. Yo puedo llevarte sin problemas- Su agarre alrededor de mi muñeca me impidió iniciar mi recorrido.
-Está...Está bien-Me sonrojé ya que nadie había tenido acercamientos tan prontos hacia mi, solo Andrés.
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Better
FanfictionAndrés Vázquez es novio de Joaquín Bondoni, pero al pasar a la preparatoria con la llegada de Emilio Marcos a sus vidas las cosas cambian, las máscaras comienzan a caer y las verdaderas caras salen a la luz.