JOAQUÍN
Al terminar nuestro almuerzo, Emilio me dirigió a su habitación en la segunda planta de la casa.
-Que bonita-Me detuve en el marco de la puerta mientras observaba su amplia habitación con tonalidades negras, blancas y rojas, era como un cuarto que te sugería hacer cosas indebidas dentro de él.
-Pasa, te buscaré algo de ropa-Emilio me sacó de mis pensamientos sucios y en cuanto se fue, me paré frente al mueble de su televisión, ahí encontré fotos con su novia y detalles que ella había hecho para él, los toqué con cuidado para no romper nada y su presencia repentina logró sobresaltarme.
-¿Que...haces?-Se sorprendió al darse cuenta de que era lo que llamaba tanto mi atención.
-Son muy lindos todos tus detalles-Sonreí levemente intentado parecer normal ante mis ganas de querer arrancar todo lo que tuviera que ver con ella de la vida de Emilio.
-No supe que escogerte, ¿Puedes ayudarme con eso?-Evadió el tema de la manera más obvia que conozco, solo asentí y fui tras él.
Entramos a un cuarto al costado del baño, su closet era bastante amplio, me entretuve entre sus pantalones y camisetas.
-Dejaré que escojas con calma, no molesto más señor Bondoni. Si me necesita estaré sentado en la cama esperando por usted-Señaló hacia afuera y salió.
Me incliné por un pantalón de mezclilla claro, camiseta rosa de un tono bajo, cinturón negro y los tenis negros que llevaba en mi maleta.
-Ya terminé, Mailo...-Lo encontré con mi teléfono entre sus manos, parecía estar tomando la decisión de responder algún mensaje o llamada-¿Pasa algo?
-Andrés te está llamando, ¿Sabes qué? Mejor voy abajo por tus tenis mientras hablas con calma-Pude notar su reacción al darse cuenta de que lo que había dicho era cierto, volveríamos a la normalidad, a cómo todo se había quedado antes de ir de viaje.
Atendí sin pensarlo mucho.
-¿Bueno?-
-Amor, ¿Cómo te las estas pasando?-Se escuchaba calmado en comparación de las veces anteriores en las que podía tener cerca a Emilio.
-Muy bien...-No quería decirle que estaba de vuelta, prefería darle una sorpresa y así poder hablar las cosas de manera directa-Me estoy juntando con Emilio y su novia-Solté una risita nerviosa.
-¿Ella te agrada? ¿El piojoso ese te está tratando bien?-
-Ella es muy amable, sí...Hacen una linda pareja-Esbocé una sonrisa forzada aunque sabía que él no lo notaría.
-Me alegra que te la pases bien, amor. Por cierto, ¿Cuando vuelves?-Sus nervios eran un poco evidentes o tal vez sólo era yo que comenzaba a alucinar cosas.
-En un par de días, amor. Me tengo que ir porque pienso ir a la playa un rato. Te amo-Colgué la llamada y me castigué un poco mentalmente por haberle mentido, pero quería ver su cara de sorpresa al verme.
Entré al baño con toda la inspiración, tenía un buen outfit y también buena música.
-Regálame tú corazón, déjame entrar a ese lugar, donde nacen las flores, donde nace el amor-Canté por todo el baño, Zoé era un grupo que causaba gran fascinación en mi.
Al salir aún me encontraba solo, así que cerré la puerta y me dediqué a vestirme con calma.
Bajé descalzo debido a que todas mis cosas seguían guardadas en mi maleta.
-¿Terminaste de hablar?-Emilio estaba sentado mientras miraba un programa de ejercicios.
-Sí, ya puedes bañarte si quieres-Me encogí de hombros mientras abría mi maleta.
No me respondió y se dirigió a arriba para alistarse, parecía molesto y lo entiendo, yo también lo estaba aunque ninguno de los dos tuviera alguna razón para estarlo, no éramos nada, probablemente nunca lo seriamos.
El pequeño perrito de Emilio apareció en escena intentando juguetear un poco conmigo, le lancé la pelota que traía en el hocico y él fue por ella, después de un rato volvió sin esta, supuse que la había extraviado en el piso de arriba y subí.
Frente al balcón pude ver una hamaca, tomé el atrevimiento de sentarme en ella mientras pensaba en lo difícil que sería deshacerme del sentimiento que tenía por Emilio.
-Mi amor...Se me olvidó mi ropa-Su madre subió las escaleras buscando a su rizado hijo, me miró curiosa y se acercó a mi-¿Puedo?-
-Claro Mamá Niu-Se me escapó una risa nerviosa después de analizar mis palabras-
-¿Que te pasa chiquito? Sabes que puedes confiar en mi-Pasó su brazo por encima de mis hombros y me acercó a su pecho.
-Nada, todo está bien-Solté un suspiro que evidentemente me delató.
-Ese suspiro me dice otra cosa, ¿Es por Emilio?-Me quedé un poco anonadado, no sabía cómo es que lo manejó como si tuviera conocimiento de todo.
-Algo así...-No iba a mentir, menos a la persona que más conocía a aquel chico que me tenía confundido.
-Mira amor... Yo sé que ambos tienen pareja y todo lo que tú gustes, pero se quieren. Sus ojos los delatan, te volviste especial en la vida de mi pequeño, no es porque sea mi hijo pero lo conozco lo suficiente para saber que eres importante, es transparente contigo y se siente bien. Hasta puedo decir que contigo es diferente, lo volviste más tranquilo, más paciente y responsable, pusiste una sonrisa en su rostro que jamás había visto. Solo que tiene miedo a lo que puedas causar en él, es algo que nunca había experimentado en un muchacho hasta que llegaste tú. Dense el tiempo y hagan que todo funcione, ¿Sí?-Me separe de ella para que pudiera tomar mis mejillas y sonrió-Te quiero Joaquín, gracias por hacerle tanto bien a mi niño-Dejó un pequeño beso en mi frente y entró a su recámara para luego salir rápidamente y hacerme señal de que guardara silencio.
Marcos salió de arreglarse en un tiempo récord, vistiendo una playera negra con estampado de código de barras, pantalón de mezclilla clara y tenis negros; Emilio podría usar una bolsa de basura y siempre se vería bien.
-Escuché la voz de mi mamá, ¿Estuvo aquí?-Miró hacia todos lados en busca de Niurka y yo recordé la señal de silencio que me hizo.
-No, no que yo sepa-Alcé los hombros y me giré a seguir jugando con la perrita.
-Deberíamos echar las maletas al carro, ¿No?-El ambiente lo sentía un poco tenso por ambas partes y era más que obvio, ninguno de los dos sabía como expresar su sentir.
-Como gustes-No quería estar mal con el, no podía estarlo-Oye Mailo...-Él se acercó a mi y yo lo tomé por la playera jalándolo hacia mí para poder tomarlo entre mis brazos-Te quiero-Solté bajo y luego descendí para tomar mis pertenencias.
Una vez dadas las 3:00 de la tarde emprendimos el trayecto para ver al señor productor y por un momento Emilio detuvo la música.
-Oye, después de la junta iré con dos de mis amigos a una fiesta, ¿Te gustaría venir?-Esbozó una sonrisa llena de ilusión.
-No Mailo, necesito hablar las cosas con Andrés, pero será luego, ¿Sí?-Sonreí levemente colocando mi mano izquierda sobre su rodilla.
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Better
FanfictionAndrés Vázquez es novio de Joaquín Bondoni, pero al pasar a la preparatoria con la llegada de Emilio Marcos a sus vidas las cosas cambian, las máscaras comienzan a caer y las verdaderas caras salen a la luz.