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Traición

JOAQUÍN
Al llegar a la oficina nos hicieron pasar casi inmediatamente, el señor Juan se veía muy serio, al parecer le seguía costando trabajo aceptar la propuesta de Emilio.
-Siéntense-Bajó las hojas que sostenía frente a él para poder vernos.
Obedecimos su petición y los nervios podían sentirse en el aire.
-Miren, la propuesta de una pareja homosexual en la televisión va a causar mucha controversia, habrá comentarios crueles y de mal gusto, pero también existirán los comentarios buenos y harán que la mente de muchas personas se abra, ¿Están dispuestos a enfrentar eso?-Elevó una ceja, parecía retarnos.
-Estamos dispuestos, pero para abrir mentes primero tenemos que hacerlo con las personas que tenemos alrededor, ¿No lo cree, señor productor?-Emilio se mostró seguro de que ninguna razón que su papá nos diera sería suficiente para no seguir avanzando, también sentí que era una indirecta hacia su progenitor.
-Está bien Emilio, solo les pido respeto entre ustedes y que tomen con seriedad el proyecto, llevan una gran responsabilidad sobre sus hombros, ¿Okay?-
-Téngalo por seguro-Respondimos al unísono, parecía que de alguna forma estábamos conectados.
-Tomen los libretos, lamentó haberlos llamado un día viernes, pero así tendrán tiempo para estudiar sus líneas. Los necesito aquí el lunes a las 8:00 a.m, pueden irse-Tomamos el conjunto de hojas que tenia extendidos hacia nuestra dirección.
Salimos de aquella industria televisiva y Emilio rompió el silencio:
-Voy a pasar aquí cerca por los amigos que te comenté y luego te llevo a tu casa, ¿Sí?-Me miro esperando aprobación mientras yo iba distraído pensando en cómo no lastimar a Andrés.
-¿Eh? Claro que sí, pero no me dejarás en mi casa, tengo que ir a otro lugar antes-Le dediqué una mirada rápida y volví a centrar mi vista a la ventanilla del auto mirando las calles.
-¿Y que haremos con tus maletas?-Cierto, había olvidado por completo esa parte-Bueno, no te preocupes, pasas por ellas cuando puedas.
Unas calles después el auto se detuvo en una esquina, no sabía con exactitud a quien esperábamos, pero mi duda desapareció pronto dejando ver a un par de chicos.
Uno era mi compañero de un grupo musical del que aún formo parte, aquel chico de cabello rubio y rizado, un par de rendijas como ojos y complexión delgada levantó su mano para saludar a Emilio, por otro lado un chico moreno de baja estatura, tez morena y fisonomía algo ancha levantó su dedo medio en cuanto mi amigo salió, supuse que por educación yo también debía hacerlo, así que descendí del auto.
-Ven-Me tomó de la muñeca guiándome hasta quedar frente al par de chicos-El es...
-Diego Valdés Badillo-Lo miré serio, lo cual me duró poco porque después tuve el impulso de lanzarme sobre el.
-Te extrañé tanto, Joaquín-Me levantó en el aire haciéndonos girar, cuando se detuvo noté las caras de extrañeza de Emilio y su otro amigo.
-Veo que ya se conocen-Marcos esbozó una sonrisa de confusión.
-Claro, estamos en el mismo grupo de música-El asiático pasó un brazo sobre mis hombros.
-Bueno, el es Emmanuel-El chico extendió su mano en busca del contacto con la mía.
-Mucho gusto, Joaquín Bondoni-Sonreí amablemente estrechando su mano.
-No le hagas caso a este idiota, ¿De cuando acá es tan formal? Me puedes decir Textos, si quieres-Soltó una pequeña risa ganándose un puño en el brazo por parte de Emilio.
-Vendrás con nosotros, ¿Verdad Joaco?-Negué un poco con la cabeza-Oh vamos, hace mucho no te veo-Hizo un pequeño puchero juntando sus palmas en señal de súplica.
-Tengo algo que hacer, pero si puedo los alcanzo en un rato, ¿Va?-Lo empujé un poco haciéndolo reír.
-¿En donde te voy a dejar?-Emilio interrumpió nuestro reencuentro.
-Aquí está bien, el lugar a donde debo ir no queda lejos-Señalé la dirección hacia donde debía emprender mi camino-Fue un gusto conocerte... ¿Textos?-Reí un poco tras nombrarlo así.
-Adiós Diego-Él volvió a abrazarme-Te veo luego Emi-Levanté la mano despidiéndolos.
Antes de iniciar mi camino decidí colocarme mis audífonos para hacer todo más ameno, puse mi reproductor en aleatorio y la canción "Coincidir-Macaco" una canción que no escuchaba hace tiempo. Mi andar continuó hasta que llegué fuera de una escuela grande donde Andrés iba a rodar, ¿Qué como lo supe? Bueno, el fandom es peor que el FBI, fue fácil conseguir esa información, afuera del instituto se encontraban los campers de los diferentes actores que participarían en la serie, me dediqué a buscar el nombre de mi novio en alguno de los camerinos.
Cuando por fin lo encontré respiré hondo quitándome los audífonos, se notaba que la puerta no contenía seguro, Andrés siempre había sido muy distraído con esas cosas, así que entré sin tocar, pero fue la peor decisión.
-No mames...-Solté bajó mientras las lagrimas corrían por mis mejillas. La imagen de Andrés sin camisa sobre uno de sus compañeros de trabajo hizo que me rompiera por completo.
Di media vuelta buscando escapar del lugar y evitar que mi corazón se siguiera cayendo a pedazos.
-Joaquín, espera...-Andrés fue más rápido que yo al tomarme del brazo haciéndome girar.
-No me toques, eres un asco-Quité su mano de mi brazo de manera brusca, para luego darle una bofetada.
-No es lo que parece mi amor, yo solo te quiero a ti-Su cara cambio de estar sonrojada por el calor que él y su acompañante ejercían, a estar pálido por mi llegada inesperada.
-No seas cínico, ¿Podrías inventar un pretexto nuevo? Que flojera que solo te sepas el que todos dicen. Ahora si me lo permites, te dejo disfrutar del calor de tu amigo-Solté una risa sarcástica, estaba dispuesto a marcharme de ahí.
-¡Joaquín escúchame! Por favor...-El juntaba sus manos en señal de súplica pero no haría que lo pudiera perdonar.
-¿Escuchar qué? ¿Pensabas que si tú eras una persona infiel yo también lo sería? Perdóname, pero no todos somos la misma mierda-Lo empujé con tanta fuerza que terminó cayendo de espaldas en el pavimento.
Mi andar rápido se convirtió en una carrera sin rumbo, me sentía perdido. En realidad no era tanto por que yo aún lo quisiera como antes, si no porque traté de cuidar su corazón, traté de no traicionarlo, que estúpido fui.
EMILIO
Al finalizar nuestro viaje fuera de la casa de Renata el teléfono de mi amigo Chino comenzó a sonar indicando una llamada entrante, lo cual hizo que todos nos quedáramos dentro del auto esperando que terminara de hablar.
-¿Joaquín?-Cuando Diego pronunció su nombre mi corazón dio un salto, pero algo me decía que las cosas no iban bien-¿Por qué lloras? ¿Qué pasó?-Tenía razón y me comencé a tensar, la ansiedad invadía mi cuerpo.
Le hice señas para que me lo pasara, pero mi amigo hizo caso omiso a mis súplicas.
-No te preocupes, te mandó la ubicación por WhatsApp, te quiero-Colgó y una mirada fulminante de parte mía lo atravesó.
-¿Por qué chingados no me lo pasaste?-Mi molestia era real, necesitaba hablar con él para saber si todo estaba bien.
-Porque me pidió que no te dijera nada, sabía que te  ibas a poner como loco, tampoco creas que me dio muchos detalles, pero me aseguró que nos contaría en la fiesta, viene para acá-Diego también se veía preocupado, era raro escuchar triste a Joaquín, por eso me preocupaba tanto, debía ser algo grave.