EMILIO
Durante todo el tiempo en el que tuve que esperar que Joaquín apareciera, me mantuve ansioso, estresado, necesitaba que llegara y parecía que el tiempo estaba en mi contra, los minutos se me hacían eternos. Cuando se escuchó el timbre, pude jurar que mi corazón quería salirse de mi pecho, pero al abrirse la puerta dejó ver a un chico de piel blanca, ojos claros y cabello castaño, era Mauricio Mariscal un invitado más de Renata Guerra, ¿Por qué no llegas, Bondoni?
El teléfono de Diego volvió a sonar, tuve que contestar yo, dado mi amigo se encontraba bailando en el centro junto con Emmanuel.
-¿Hola?-
-Emilio...Estoy afuera-Sentí esas 3 palabras como si fueran un detonante en mi interior e inmediatamente salí corriendo hacia la puerta.
-¿Que pasó?-Fue lo único que pudo salir de mi boca al verlo con los ojos rojos y un poco hinchados.
-Solo abrázame-Se lanzó a mis brazos mientras sollozaba, me dediqué a acariciar su cabello y hacer pequeños sonidos como si intentara calmar a un bebé-Shhh... Calma, todo estará bien.-
-¡Joaquín!-Escuché a Diego a mis espaldas para luego unirse a nuestro abrazo.
Ahí estábamos los 3 abrazados afuera de una casa ajena, pronto Textos también se unió, sin duda mis amigos tenían un buen corazón.
Una vez que nos separamos, Joaquín se encontraba más tranquilo, lo hicimos pasar y nos sentamos en la barra que se encontraba en el pequeño bar de aquella casa.
-¿Estás listo?-Preguntó mi amigo asiático pasando su brazo por los hombros de Joaquín.
-Sí...-El menor tomó gran cantidad de aire dejándolo ir en un suspiro-Encontré a Andrés besándose con su compañero, estaban en su camerino semidesnudos.-Sus ojos comenzaron a cristalizarse.
Sus palabras fueron como un balde de agua fría que se impactó en mi cara haciendo que saltara de mi asiento en dirección a la puerta, entonces la sensación fría que había recorrido mi cuerpo hace un momento fue sustituida por un ardor que me invadía por completo .
-No, Emilio por favor-Joaquín se paró frente a mi colocando sus manos en mi pecho para intentar detenerme, al igual que mis amigos me tomaron por los brazos intentando mantenerme dentro del lugar.
-Déjame Joaquín, en serio déjenme todos-No podía pensar, necesitaba salir corriendo de ahí para buscar al estúpido ese, nadie se mete con Joaquín, ¿Que tan mierda debías ser para dañar a una persona tan buena como él?
-Por favor, ven, vamos a hablar-Me jaló hacia la puerta trasera, por un momento olvidé que la festejada era amiga de Joaquín.
Me llevó a rastras al jardín trasero, se sentó bajo la sombra de un árbol y yo lo hice también.
-Odio que te hagan daño...-Mis lagrimas amenazaban con salir, no sabía con exactitud el porqué, pero de lo que si estaba seguro era de que estaban cargadas de coraje y tristeza.
-Mailo, mírame.-Tomó mi mentón con cuidado-No me duele porque aún lo quiera a mi lado, si no porque pensé que era alguien honesto e intenté darle la sinceridad que merecía su corazón, pero fui un estúpido.
-No... No digas eso, tú eres maravilloso-La distancia que se había entre nuestros rostros fue disminuyendo hasta el punto en el que nuestros alientos se mezclaban.
-Mailo... Esto no está bien-Sus palabras me importaron poco, lo tomé por la playera y lo jalé en mi dirección haciendo que sus labios se impactaran con los míos.
Después de un par de segundos aquel beso de piquito fue tomando forma hasta convertirse en un baile lento entre su boca y la mía, del que nuestras lenguas eran partícipes.
De un momento a otro Joaquín ya se encontraba a horcadas sobre mi, mientras yo acariciaba su cintura y la apretaba para juntar más nuestros cuerpos, sin duda era un beso necesitado desde ya hace tiempo.
-Emil...-La voz de Renata Guerra se hizo presente sobresaltándonos y haciendo que Joaquín bajara de mis piernas-¡¿Joaquín?!
Renata era amiga de Maria hace un años, incluso antes de que empezáramos una relación.
Sabía que un mundo de problemas se avecinaban sobre mi, no lo iba a poder evitar, sería el momento perfecto para acabar con esto.
-Vamos a partir el pastel, chicos. Deberían entrar-Sonrío de la manera más falsa posible, intentó parecer normal, pero Joaquín y yo sabíamos que no lo había logrado.
Una vez que Renata entró a su casa, Joaquín volteó a mirarme totalmente pálido, se puso casi histérico.
-¡Emilio! ¿Que vas a hacer? ¿Que le vas a decir a María? ¿Cómo le vas a explicar que su amiga nos vio besándonos?-Me tomó por la playera sacudiéndome un poco.
-Joaco, tranquilo-Me reí leve colocando mis manos sobre las suyas.
-¿Cómo que tranquilo? ¿No entiendes que vas a tener graves problemas? Y tú estás así, como si nada-Seguía tomando con fuerza mi prenda y no dejaba de jalarme.
-Puede que no haya estado bien, pero servirá para acabar con mi relación de una vez-Me levanté limpiando mi trasero del pasto que se había impregnado en el pantalón, para luego extenderle la mano.
Cuando entramos a la casa el primero en acercarse fue Diego.
-Hermano, ¿Que pasó?-Puso su mano en mi hombro, no sabía con exactitud el porqué de la pregunta.
-¿De qué hablas, chino?-
-Renata entró totalmente pálida, tuvieron que sentarla y echarle aire. Después hizo una llamada-Se sabía que lo primero que Guerra haría iba a ser contarle todo a María.
El resto de la fiesta transcurrió lo más normal posible, al parecer Joaquín y Textos congeniaron bien, porque se la pasaban bailando, haciendo chistes y comentando los outfits del resto de la gente que se encontraba en el lugar. Cabe agregar que Bondoni es un gran bailarín, así que no dudó en añadirse en los bailes de Diego, Emmanuel y de paso jalarme a mi para que fuera partícipe de ellos.
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Better
FanfictionAndrés Vázquez es novio de Joaquín Bondoni, pero al pasar a la preparatoria con la llegada de Emilio Marcos a sus vidas las cosas cambian, las máscaras comienzan a caer y las verdaderas caras salen a la luz.