A tiempo.

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EMILIO
Nunca en mi vida había estado tan desesperado por llegar a algún lugar, sentía como la sangre helaba mi sistema entero, eso hacía que no tuviera un control total de mi cuerpo, solo podía mantener el pie en el acelerador esperando no chocar con ningún otro carro. En cuanto Nikolas me indicó que habíamos llegado me bajé hecho un rayo, le dije que se encargara de apagar el auto en lo que yo subía, pero su novia Eleaine decidió acompañarme, parecía igual de preocupada que yo.
Antes de entrar, miré la acera y me encontré con el teléfono de Joaquín tirado, sin duda alguna me puso los nervios de punta. Ingresamos al edificio y el chico de la recepción nos miró con desesperación, hasta que decidió acercase a nosotros.
-¿Ustedes son amigos de Joaquín?-Se encontraba temblando y apenas pudimos comprender bien su pregunta. Tanto la chica como yo asentimos sin mencionar palabra alguna.-Será mejor que suban urgentemente, creo que su amigo está en problemas, necesita ayuda.
Me importó dejarlo hablando solo, en cuanto escuché su oración salí corriendo hacia el elevador, sería más rápido, Andrés vivía en un último piso y llegaría más rápido por este medio, los minutos que pase allí dentro me parecieron eternos, movía mi pie con inquietud y las gotas de sudor no tardaron en aparecer sobre mi frente.
-Emilio...-Eleaine posó una mano sobre mi hombro, no la miré, solo mantenía mi vista al frente.-Joaquín estará bien.
-Eso espero.-Las puertas del elevador de abrieron y no dudé en salir corriendo.
Encontré la puerta del departamento semi abierta, solo entré y no vi a nadie sobre mi panorama, entonces decidí guiarme por el sonido de algunas cosas de la habitación cayéndose.
Mi control se esfumó cuando vi que Andrés se encontraba sobre Joaquín, lo estaba besando mientras el otro permanecía inconsciente, aún tenía su ropa y aunque la situación no era buena entonces quería decir que llegamos justo a tiempo.
-¡Quítale tus asquerosas manos de encima!-Tiré de él hasta que estuvimos frente a frente y pude percatarme de que no fue tan fácil que Joaquín terminara en esta situación, él había peleado y yo lo haría también.
NARRADOR
Eleaine se apresuró rápidamente a el cuerpo inmóvil de su amigo y lo abrazó contra su pecho mientras no pudo evitar llorar amargamente.
Por otra parte Emilio ejecutaba una pelea sangrienta contra Andrés, el interior del chico rizado ardía en llamas, lo cual podía reflejarse en el cuerpo manchado de un color carmín de Andrés, una vez que Marcos tuvo en el suelo a su contrincante, fue que comenzó lo peor; Emilio azotaba contra el piso la cabeza de Vázquez, no se detenía, parecía que cada golpe lo volvía más loco, más intenso, con más ganas de terminar con la vida de aquel chico.
-¡Eres un hijo de puta! ¡Joaquín no se merece esto!-Aquel chico enloquecido no podía evitar que de sus ojos salieran lágrimas que caían sobre el rostro de Andrés.
-¡Emilio, por Dios!-Caballero no tuvo más paciencia para esperar afuera, pronto entró al departamento para saber la razón de la tardanza.
El rizado no se inmutó ni un poco, estaba concentrado en su acto de justicia.
-¡Es suficiente!-Nikolas envolvió el cuerpo de Emilio y lo apartó de el chico golpeado con brusquedad.-¡Déjalo, ya!
-¡Tú no sabes qué demonios pasa! ¡Suéltame, Nikolas!-Marcos se forcejeaba intentando liberarse de su cárcel humana.-¡Solo mira a tu alrededor, carajo!
El nuevo integrante de escena acató las órdenes del chico al que mantenía preso y por un momento su corazón se detuvo, la imagen de su novia abrazando a su mejor amigo sin duda le destrozó el alma.
-¡Joaquín! ¡¿Fue él?! ¡Ahorita mismo lo mató!-Intentó abalanzarse contra Andrés, pero Emilio fue más rápido y logró detenerlo.
-Basta...-Marcos susurró posando una mano sobre el hombro de Caballero, pero este insistió en seguir con su acto.-Basta, basta, ¡Basta!
-Será mejor que nos vayamos, Joaquín no se encuentra bien, luego pueden seguir con esto.-La chica pelirroja acariciaba con compasión el cabello revuelto de Bondoni.
-Tiene razón, hay que irnos.-Emilio limpio la sangre de su rostro y acto seguido levantó en cuerpo de Joaquín entre sus brazos.
-¡No has ganado, Emilio! ¡Nos vamos a ver de nuevo!-Andrés no había logrado levantarse, puesto que había recibido dos golpizas en un solo día, era sorprendente que aún tuviera consciencia.
Una vez fuera, la pareja decidió que Marcos no podía manejar en el estado que se encontraba, su alteración seguro terminaría en accidente. Entonces fue que Eleaine se colocó frente el volante, a su lado se encontraba Niko y en la parte trasera Emilio que abrazaba con fuerza a Joaquín.
-Perdóname, por favor... Yo tenía que haber llegado contigo, nada de esto estaría pasando si no fuera por mi culpa.-Besaba con frecuencia la frente del menor, hasta que llegaron a casa de la pelirroja, donde aquella chica aseguró que estarían a salvo.
Bondoni aún no recuperaba la consciencia y cuando lo hizo se podía observar confundido, pálido.
-¿Qué pasó?-Se dedicó a observar a sus amigos alrededor de él, pero cuando sus ojos chocaron contra el rostro de Emilio fue que comenzó a recordar lo sucedido.-¿Dónde está? ¿Dónde está Andrés?
-Todo está bien, estás seguro aquí.-Su amiga se apresuró a abrazarlo y fue entonces que los dos chicos restantes salieron de la habitación para darles un poco de privacidad.
-¿Cómo fue que llegué aquí?-Se aferraba a la chaqueta de Eleaine con fuerza.
-Emilio nos pidió que lo lleváramos a la casa de Andrés, entonces te encontramos... Casi logra hacerte daño, pero llegamos antes, ¿No es así?-Se separaron y la chica sostenía a su amigo por el rostro.
-Estoy seguro de que no, gracias Eleaine.-Sonrió levemente, sentía que había llegado ese rayo de luz entorno a la oscuridad.
-No tienes que agradecerme nada a mi, en realidad todo fue por Emilio, estaba muy nervioso antes de llegar, manejaba muy rápido, se podía notar que se estaba muriendo por dentro.-Las palabras de la joven hicieron que el interior de Joaquín hormigueara un poco.
-¿Crees que puedas dejarlo pasar?-Solo obtuvo un "Claro" como respuesta y salió de la habitación dejando entrar al chico deseado.
En cuanto entró a la habitación extendió una bolsa con hielo hacia la dirección de Joaquín, este la tomó sin decir más. Emilio también sostenía una como intento de hacer que sus golpes se desinflamaran.
-Lo lamento...-El silencio se rompió cuando la voz de Emilio inundó la habitación.-Últimamente te he fallado mucho, creo que esto es lo peor, yo tenía que llegar a tu lado, nada de esto habría pasado si hubiera hecho las cosas bien.
-Emilio...-Joaquín se acercó rápidamente después de escuchar las palabras de Marcos.-No fue tu culpa, yo debí esperarte, es solo que..
-Lo sé, Joaco. A mi también me tomó por sorpresa, pero lo estoy arreglando, eso no es lo importante, es tonto lo que te voy a preguntar pero ¿Cómo te sientes?
-Intenté estar bien, gracias por llegar a tiempo, como siempre.-Deslizó su dedo pulgar por la mejilla de Emilio, pero este realizó una mueca de dolor.-Oh, lo siento.
-Esta bien, siempre llegaré a tiempo.-Las emociones del mayor lo envolvían en un mar sin fin, así que no dudó en envolver a su pequeño hombre entre sus brazos.-Solo quiero que estés bien.
Después de un rato de permanecer abrazos, decidieron que sería más cómodo recostarse sobre la cama en la que se encontraban, menos mal que era un cuarto de invitados.
Emilio acariciaba con suavidad el cabello de Joaquín, mientras el otro se aferraba a su cintura, para luego de unos minutos quedarse dormido.

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