Pesadilla

2.1K 166 2
                                    

JOAQUIN
Después del desayuno subimos a hacer maletas, ya solo nos quedaba el día de mañana para disfrutar este paisaje maravilloso. Pensamos que sería buena idea quedarnos en algún otro lugar del estado en el que nos encontrábamos. Emilio regresó con maleta en mano y en mí surgió una duda que no pude contener.
-¿Que pasó con María? ¿Por qué se fue?-Me senté en la cama esperando su respuesta.
-Es algo difícil de explicar, tuvimos una discusión y no quiso escucharme más, así que se regresó a Canadá-Se sentó a mi lado.
-¿Has hablado con ella?-
-No, la verdad no lo he intentado y dudo mucho que sea buena idea-
Preferí no continuar con el tema, tampoco quería incomodar a Emilio.
-Nos vamos en 2 días, así que podríamos aprovechar el lugar-Cambió de tema y también cambió su tono de voz.
-¿A que te refieres?-No tenía idea de lo que estaba insinuando.
-Mira, estuve investigando y podemos ir a las Ruinas de Cobá-Las ruinas eran un lugar arqueológico donde hay templos antiguos, bastante turístico del estado.
-Claro, si quieres antes de eso podemos ir a la Riviera para buscar algún hotel o algo así.
Emilio aceptó y el plan dio inicio. Metimos en nuestras mochilas algunas cosas necesarias, junto con todo nuestro equipaje, tomamos nuestras gafas oscuras y nos profundizamos en la aventura.
Pedimos un taxi para estar seguros de que llegaríamos al lugar indicado y no perdernos. En el transcurso del camino nos tomamos muchas fotos que se quedarían en el celular de Emilio por siempre, no queríamos que se supiera que estábamos juntos porque el fandom enloquecería.
Al llegar a la Riviera lo primero que hicimos fue buscar algún lugar para quedarnos, encontramos unas cabañitas muy lindas, pero el problema fue que solo quedaba una y con cama matrimonial, al final aceptamos porque no queríamos perder más el tiempo, después de todo ya habíamos dormido juntos.
-¿A donde vamos ahora, señor Bondoni?-Habló burlón mientras metía las llaves a su mochila.
-Podríamos ir a las ruinas, ¿Le parece, joven Marcos?-Lo imité haciéndonos reír un poco.
-Pero no sabemos en donde quedan, ¿Quieres que pregunte?-Yo asentí y él se alejó.
Después de unos cuantos minutos Emilio volvió con las indicaciones.
-Me dijo una chica que no quedan lejos de aquí, solo a unos 15 minutos a pie-
-Pues vamos caminando entonces-Agarré las cintas de mi mochila y emprendí el viaje.
-¿Neta quieres ir a pie? Podemos pedir un taxi-Hizo puchero haciendo que volviera por él.
-Eres demasiado flojo, Mailo-Lo tomé de la mano y lo arrastré casi todo el camino.
Llegamos a las ruinas y obvio las fotos artísticas no se hicieron esperar por parte de mi acompañante.
-Sonríe-Trató de enfocar el lente de su celular.
-Te toca a ti, ya me tomaste un montón de fotos-Me levanté de las escaleras que habían en medio para subir a uno de los templos y le quite el teléfono.
-Joaquin Bondoni, eres arte. Mereces ser retratado hasta que me quede sin memoria-Un sonrojo se hizo presente en nuestros rostros.
Guardé su teléfono en mi bolsillo y saqué el mío.
-¿Que haces?-Pregunto sin perder la pose.
-No es justo que tú tengas fotos mías y yo no tenga ninguna tuya-Escondí mi sonrisa tonta detrás de mi celular.
Después de la sesión de fotos y de mucho insistir, lo convencí de subir a la parte más alta de las ruinas.
-No manches, tú eres el causante de cada una de mis locuras-Sonrió un poco cansado.
-Ay si, ahora quiero que grites que estás enamorado de mi-El tono sarcástico era muy notorio en mis palabras, Mailo solo me miró de reojo.
-No me rete, señor Bondoni. Se puede llevar una gran sorpresa-Habló con la frente en alto indicando que estaba orgulloso.
-Creo que correré el riesgo, me gustan las sorpresas-Sonreí ladino haciéndome ver coqueto.
-¡Joaquín Bondoni Gress, estoy estúpidamente enamorado de ti!-Gritó sobresaltandome y el eco se hizo presente por todos lados.
-¿Que haces, tonto?-Puse mis pies de puntitas y coloqué una mano sobre su boca para evitar que siguiera gritando.
-¿Qué? Fue lo que me pediste-Se encogió de hombros quitando mi mano de su boca.
-Estaba jugando-Giré los ojos.
-Lo haré una vez más... Solo por gusto.-Tomo aire pero logré interrumpirlo.
-Un momento, si vas a hacer el ridículo vale la pena que haya evidencias-Tome de nuevo mi teléfono y comencé a filmar.
-¿Ya?-Miró a la cámara y sonrió-¡Joaquín Bondoni estoy enamorado de ti!-Extendió los brazos al aire para luego soltar una risa y así finalizó el video-Bien, te toca. Solo para estar a mano.
-¿Que? No, no pasará, Marcos.-Me miró abriendo los ojos de manera tierna logrando convencerme-Esta bien, solo lo haré una vez.
Tomé todo el aire posible desde mis adentros y lo dejé salir.
-¡Emilio Osorio Marcos, no tienes idea de lo enamorado que estoy de ti!-Sonreí alzando mis brazo hacia el cielo, claro que Emilio se encargó de filmarme bien con su móvil para luego guardarlo.
Después de un rato viendo el atardecer, decidimos volver a la que por esta noche sería nuestra habitación.
EMILIO
Luego de tumbarnos en la cama por el cansancio, en mi cabeza comenzó a surgir la idea de ir a los ríos subterráneos, Joaquín en un inicio se negó rotundamente, pero al final logré convencerlo. Pasado un rato estuvimos con el equipo pertinente y nos sumergimos a la aventura con la ayuda del brillo de la luna que se encontraba en el punto más alto del cielo. Nos encontrábamos nadando de la mano y la escena me resultaba realmente tierna.
-Es preciosa, ¿No lo crees?-Se detuvo soltando mi mano.
-Hoy la luna brilla en todo su esplendor-Sonreí al recordar el significado que el fandom le había tomado al sol y a la luna. Eso en mi cabeza, tomaba el sentido de que yo era feliz brillando en el cielo libremente.
Joaquín suspiró y siguió su recorrido por aquellas aguas casi invisibles ante nuestros ojos. Después de tomar un par de fotos al cielo y su gran estrella principal, decidimos que teníamos que volver a la cabaña y así fue, Joaquín se quedó dormido casi inmediatamente, yo también lo hice. Hasta que unas horas después yo me encontraba abrazado a la diminuta cintura del joven Bondoni y su movimiento me despertó.
-Joaco, ¿Estás bien?-Susurré en caso de que siguiera dormido, no hubo respuesta de su parte, así que me desperté del todo-Joaquín, ¿Que pasa?
Él se mantenía con los ojos cerrados pero estaba llorando, su respiración lo decía, después comenzó a hablar y a moverse como si tratara de soltarse de algo.
-Papá, papá, déjame por favor-Sollozaba y la verdad es que yo no sabía que hacer, me sentía inútil en ese momento. Me encontraba sentado a su lado viendo como lloraba y gritaba, creo que me quedé en shock un momento, nunca lo había visto así-¡Déjame, ya para! ¡Detente por favor, ya!
No aguanté mucho tiempo, tuve que sacudir su hombro un par de veces hasta que logré despertarlo de golpe, su respiración era rápida y se encontraba desconcertado.
-Shhh, Joaquín mírame. Todo está bien, bonito-Se enderezó tomándome por el cuello desesperadamente haciendo ya nuestras frentes se juntarán.
-Esa pesadilla de nuevo, todo están horrible. Mi padre me golpea una y otra vez...-Sorbía su nariz debido a la mucosidad cerrando los ojos, mientras la imagen atormentaba su cabeza.
-Sólo fue un mal sueño, siempre te voy a cuidar mi pequeño. Ven aquí-Me acosté extendiendo mi brazo para indicarle que se recostara sobre el.
-Perdón por despertarte-Parecía un poco avergonzado.
-Bonito, podría quedarme como búho toda la noche si me lo pidieras-Hice que soltara una pequeña risa y yo sonreí igual.
-¿Me cantas?-Dijo tierno, yo no me pude negar ante su petición, parecía un pequeño niño y en el fondo yo anhelaba cantarle.
-Quiero volar contigo, muy alto en algún lugar, quisiera estar contigo viendo la estrellas sobre el mar-Comencé a cantar entonando la letra con un ritmo lento. Cuando mencioné la última frase sonreí-Quiero decirle al mundo que no somos amigos, decirle a la tristeza que no se cruce en mi camino-Miré su rostro que se encontraba a la altura de mi pecho y sus ojos cerrados junto con sus respiraciones largas y calmadas me hicieron saber que había hecho un buen trabajo-Descansa, solecito.

BetterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora