13. ¿No es una zorra común?

6.4K 602 66
                                    

¿Entonces porque dices que no contestabas mis mensajes? —Lili se rió mientras su novio le reclamaba.

Ellos apenas iban saliendo de su hotel, luego de entrenar un poco, descansar, tomar una ducha y abordarían nuevamente el largo viaje.

Ya sabes Jack a veces no para pedirme atención. —Era una mentira, pero no quería preocupar a nadie.

Luego de que las cosas se relajaron para ambas en la noche, suponían que ya nada ocurriría porque Lili si había prestado más atención a su alrededor esta vez. Y nadie las estaba vigilando, nadie excepto su vecino de enfrente que siempre tenía un ojo sobre su condominio o más bien sobre su apartamento.

—Bueno, recuerda siempre cerrar con llave y no olvides tu celular. Me llamas si ocurre algo.

Wyatt no soy una niña pequeña que no sabe cuidarse. —

—No, pero eres la novia de Wyatt Cooper. Y no me importa si te molesta mi preocupación. —Lili sonrió.

No me molesta, pero no deberías preocuparte. Deberías prepararte y divertirte en el partido. —Asintió Lili con una sonrisa, y sonrió aún más al escuchar a sus amigos reir tras el celular.

Como quieras te enviaré un par de fotos. —Ella supo que tendría para más fondos de pantalla.

Ok. Bye Bye. —Se despidió.

—Tú sí que eres más seca que mi podrido corazón. —Se quejó Wyatt por la forma de despedirse de su novia. Ellos no se decían te amo, pero porque no necesitaba decirlo.

¿Qué esperabas? Yo también estoy en ese podrido corazón. —Wyatt sonrió en el celular.

No espero nada, porque contigo lo tengo todo. —Su novia sonrió. —Y daría aún más por ti... —

—No te pido que des algo por mi Wyatt. Porque yo también tengo más que suficiente contigo. Cuidate Cooper, ten cuidado y recuerdales a las chicas que espero un segundo hijo tuyo para que se alejen. —Wyatt carcajeó de inmediato. Ah su novia era una diosa como para tenerlo de buen humor con solo escuchar su voz a través de su celular.

—Lo haré hermosa. Cuida a nuestros hijos por mi. —Habló en voz alta cuando un par de chicas pasaban frente a él moviendo el trasero excesivamente, para Wyatt aquello parecía hasta ridículo, ¿No dolía la espalda si se doblaban así?

Lili regresaba su camino al interior de la biblioteca, en realidad mandando mensajes a Emi sobre cómo estuvo su día en su facultad, con lo que su amiga le contestaba que todo había estado normal.

—¿Alan? —Este asintió ordenando y etiquetando un par de libros.

—¿Si? —

—¿Tú sabes algo sobre el chico que envió a un par de chicas al hospital? —Alan asintió.

—Iba a la facultad de Zoología y Zootecnia. —

—¿Tú sabes si está en la cárcel? —Quería creer que todo era producto de su imaginación.

Porque Lili estaba consciente que su peor enemigo era su miedo, cuando algo le aterraba se bloqueaba y eventualmente ni su mente, ni su cuerpo respondía. La última vez que ocurrió algo así terminó internada en el hospital, y estaba a punto de ocurrir otra vez en el pasado, pero sus mejores amigos lo impidieron.

Todavía recuerda la voz preocupada de Wyatt y la mirada perdida de Edward en el parque de atracciones, así como también el distintivo aroma dulce de la sangre de Edward en su suéter y sus manos.

Cuando el Demonio Ama al Ángel. © CORRIGIENDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora