Cuando el Demonio Ama al Ángel. © CORRIGIENDO.

43. Muero por ti Wyatt Cooper.

Anderson se levantó en medio de una pesadilla en la noche, adormitada su novio la abrazó contra su pecho.

- ¿Pesadilla? - Ella asintió. - ¿Quieres que te prepare algo? - Preguntó adormitado. Ella negó, había sido realmente horrible.

- Iré al baño. - Susurró dejando un beso en la frente de su novio adormitada y cansada. Entre la oscuridad de la noche camino a ciegas y con mucha calma al baño fuera de la habitación.

Luego de hacer sus necesidades, observó como la cortina de la sala estaba recogida por el viento de la noche, su ceño se frunció extrañada, porque estaba casi segura que la había mucho antes de ir a dormir, sin embargo recordó que vivían en la cuarta planta, era imposible que alguien entrara, a menos que tuviera las llaves a las escaleras de incendio. Suspiró con pesadez yendo a cerrar la ventana, sus pies y manos estaban helados por el frío de la noche colándose a través de la ventana abierta.

Cerró la ventana casi con fuerza cuando vio como alguien la saludaba desde la calle de en frente fumando un cigarrillo y recostado sobre un auto. Volvió a cerciorarse de que no fuera producto de su imaginación, y en efecto no lo era, el tipo era uno de los que habían acompañado a Yakov a la fiesta. Por lo que en conclusión, Lili lo supo de inmediato si, la estaban vigilando de cerca.

- ¿Qué pasa? - Susurró Wyatt aún adormitado mientras su novia se acobijaba entre sus brazos fuertes y cálidos con sus manos y pies helados.

- N-Nada. - Susurró su novia depositando un beso en el pecho cálido de su novio. - Creí que seguía en mi pesadilla solo. - Él apenas asintió y Lili supo que aún seguía en su horrible pesadilla.

•••

- Solo iré un rato a visitar a los chicos. Al parecer van a jugar videojuegos en casa de Edward. - Lili asintió. - ¿Segura que no quieres venir? - Lili apenas negó, estaba algo ajetreada.

- No te preocupes, terminaré con el trabajo y luego te llamaré si voy. - Wyatt asintió, en realidad él solo iba porque Edward le prestaría algunos libros para un trabajo que él tenía que entregar.

- Ya regresó entonces. - Se acercó a depositarle un beso en los labios mordiendola un poco, y Lili lo vio alarmada golpeandolo en el intento.

- Wyatt no me muerdas. - Él quiso reir.

- Eso no decías anoche. - Ella fue la que no pudo evitar carcajear.

- Cerdo. -

- Si, si... Pues este cerdo es el más ardiente y caliente que hayas visto ¿Verdad? - Decía viéndose en el espejo de la sala antes de terminar de medio peinar su cabello. Y Lili río aún más, pero su muy guapo novio estaba en lo cierto.

- No voy a negarte eso. - Aclaró y luego recibió un par de besos más en el rostro.

- Di que soy ardiente. -

- Wyatt tengo que terminar el trabajo y tú tienes que ir por esos libros. - Él rodó los ojos.

- Di que te mueres por mi, y tal vez te dejé escapar de mi ahora. - Decía poniéndo sus manos alrededor de la silla en la que Lili estaba sentada, causándole gracia a su novia. Ella decidió jugar un poco con él, así que pasó sus manos por el cuello de su novio, con su cabello estratégicamente cortado, y el cual Lili le gustaba disfrutar acariciando con sus dedos.

- ¿Y quién dijo que no muero por ti Wyatt Cooper? - Preguntó viéndolo fijamente su novia, tan tierna que parecía demasiado sensual. ¿Cómo era que su nombre en la boca de su novia sonaba tan sexy?

- Dilo una vez más. - Pidió su novio besando su frente y viendo esos ojos oscuros en su novia que tenían completamente perdido a Wyatt por ella, y es que el contraste de su voz y su nombre siendo pronunciado por su tierna y linda novia hacían crecer más su ego, y alguna que otra cosa.