6 meses después.
- ¿Qué pasa? - Lili estaba exhausta.
- Quiero irme. - Admitía por primera vez en voz alta a un Alan muy desorientado terminando su último trabajo de la jornada.
- ¿Ah? -
- Quiero ser un alma libre y escapar de esto. - Se sentía distraída. Además el tema de un Wyatt actuando raro las últimas semanas la alteraba un poco.
- Si se lo dices a Wyatt estoy seguro de que te lleva por el mundo. - Decía animándola.
- También estoy segura de eso. - Decía de mala gana bostezando, pero a Lili le gustaba la seguridad esa que aunque no le ofrecía al 100% un titulo académico, si le daba una licencia para ejercer algo que en el futuro la beneficiaría más. Volteó a ver el reloj en la pared, y supo que era hora de salir de su trabajo. - Me voy yendo. -
- ¿Ya no puede venir a traerte? - Incluso Alan había notado que Wyatt ya no iba a recogerla a su trabajo como siempre.
- Quizá solo estaba ocupado. - Se encogió de hombros. - Como siempre. - Susurró lo último. Tomando su mochila y con calma caminando a la salida luego de marcar su salida. En el camino respondió la llamada de su suegra, una que le causo una sonrisa y mejoro su humor considerablemente.
- No se preocupe, yo le diré a Wyatt, también fue un placer. - Decía colgando la llamada. Soltó un fuerte suspiró, parecía que si el viento soplaba fuerte la arrojaría al suelo con facilidad al sentirse una inútil y débil.
Tenía muchas cosas más en su mente ahora, no eran simplemente nuevas responsabilidades y que ahora estuviera casi de lleno en el mundo adulto, con cuentas que pagar, casa que limpiar, proyectos que terminar y un novio que ya no pasaba mucho tiempo en casa, diría que sería bueno visitar a sus amigas en casa, pero o tenía sentido porque ambas habían dejado una materia y la llevaban ahora cerca de las 5 o 6 de la tarde.
Su vida se había vuelto aburrida, como justo antes de que no conociera a sus amigos y a su novio, ella nunca mostraría lo asustada que estaba de regresar a ese mundo, un mundo en el que solo huía de los problemas como probablemente lo estaba haciendo ahora.
- ¿Wyatt? - No estaba ahí cuando llamó su nombre al llegar al departamento. El minino que se rozo en sus pies la hizo sonreír al menos. Lo tomó entre sus manos para darle un par de caricias en el nuevo conjunto de sillones que su novio había comprado, su rostro de sorpresa y sus preguntas acerca de donde había sacado el dinero, lo habían tomado por sorpresa, su respuesta fue la misma. "Del trabajo en el gimnasio" ¿Donde había un gimnasio donde pagaran tan bien?
- ¿Crees que papi no vendrá esta noche? - Preguntaba Lili a la minina que tenían de mascota. - Si creo que no vendrá a cenar, quizá... Ya sabes el trabajo. - Decía con un poco de tristeza en su voz. Lili ya no podía darle los besos de las buenas noches. Apenas podía decir buenos días, y aprovechar ese momento para darle esos besos que no pudo darle en el día.
- Saldré un momento entonces. - Decía dejando a su mascota en el suelo y asegurándose que tenía lo necesario en sus tazones de alimentos y agua.
Un par de enfermeras la saludaron, pues la veían cada tanto ahí. Además Lili tenía ese nuevo pasatiempo de ayudar en lo que podía y la dejaban. Con su tarjeta de visita y más bien su presencia conocida en el hospital, la saludaban por los pasillos.
- ¿Vienes a leerle otra vez? - Lili asintió, y luego de ponerse las mascarillas y guantes necesarios pudo entrar a ese cuarto de hospital que ya no estaba custodiado. Entró con ese libro de poesía que leía con un poco de frecuencia al chico en coma. Aunque muchos decían entre susurros que merecía estar como estaba Lili solo se sentía culpable de que él no despertará como se supone debía hacerlo. Cuando termino de leer habló.
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Cuando el Demonio Ama al Ángel. © CORRIGIENDO.
RomansaDerechos de autor completamente reservados a Kennya Chávez. NO COPIA NI PLAGIOS NI ADAPTACIONES. Segundo Libro de El Demonio es un Ángel. - La trama se basa después del primer libro. Así que para que no te sientas tan perdid@ te recomendaría leer e...