5. Eres el más maravilloso arte.

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— Lili. — Esmeralda sonrió recibiendo con emoción a su nieta.

Abrazándola con fuerza, Lili a veces simplemente no tenía mucho tiempo para ir, aunque ella intentaba organizarse para visitarla así fuera el sábado en la noche. O ese sábado en la mañana como estaba haciendo.

— Wyatt, mi nieto favorito. — Sonrió abrazando a Wyatt también. Este rió y besó con una sonrisa las mejillas de la abuela de Anderson que era como su nana ahora también.

— Oh ¿Y esto? — Preguntó Esmeralda viendo con detenimiento el brazo de Wyatt en realidad siendo una señora mayor a pesar de que no lo parecía era un poco despistada, no había notado el retrato de su nieta en el brazo del joven que tanto le agradaba para que cuidara de ella.

— ¿No lo habías visto Abuela? — Preguntó Lili, mientras su abuela negaba, la razón era porque ella no le prestaba tanta atención a los tatuajes de Wyatt.

— No. — Admitió. — Pero es bonito. Tienes buen gusto. — Asintió la señora mayor haciendo sonreír a los más jóvenes. Luego observó tras ellos. — ¿Y los demás? — Preguntó por lo amigos de su nieta.

— En realidad estaban un poco ocupados. — Comentó Lili ingresando a la vivienda de su abuela, mientras Wyatt entraba con libertad a dejar un par de cosas a la despensa que habían pasado comprado en el supermercado.

— ¿Y ustedes? — Preguntó la señora mayor. Mientras los más jóvenes ordenaban las cosas que traían para Esmeralda y su despensa.

— Un poco. — Asintió Wyatt. — Pero no quiero vivir con el remordimiento de no visitar a la mujer más hermosa del mundo. — Lili rodó los ojos.

— Tranquila no te pongas celosa, después de tu abuela eres la más preciosa. — Le guiño un ojo a Lili, haciéndola soltar un bufido que hizo reir a su abuela.

— Ustedes estén tranquilos. — Les comento Esmeralda. Y Lili negó, sabía que tenía que aprovechar todo el tiempo con su abuela para que cuando ella tuviera que estar en la maravillosa presencia de su creador, Lili no tuviera remordimiento alguno.

— Claro que no. — Negó, pero Esmeralda sabía el esfuerzo que hacía su nieta, y lo agradecía porque era particularmente la única familiar que estaba pendiente de llamarla o cuidar de ella, así como de estar al tanto de sus medicamentos.

— Quería contarles algo. — Declaró Esmeralda con una sonrisa brillante, y Lili frunció el ceño extrañada, nunca había visto ese brillo en los ojos de su abuela, incluso Wyatt sonrió extrañado. Pero le agradaba ver a la anciana feliz.

— ¿Qué estuviste haciendo, Esmeralda picará? — Le preguntó Wyatt y la anciana carcajeo.

— Últimamente he estado saliendo mucho más tiempo a los jardines gracias a la rampa que Wyatt ha hecho para mí, y en una ocasión pues decidí, ya sabes merodear por ahí con mis amigas al bingo. —

— Abuela. — Sonrió Lili esperando una respuesta.

— Conocí al nuevo Sheriff. —

— ¿Estás intentando ponerme celoso abuela? — Le preguntó Wyatt de brazos cruzados y con una sonrisa en los labios.

— Claro que no. — Negó Esmeralda. — Pero lo conocí, y ahora el Sheriff y yo... Oh ahí viene. — Escucharon un auto aparcarse en la entrada. Wyatt observó el patio con ganas de salir y Anderson lo detuvo.

— ¿Es un nuevo Sheriff viejo o un nuevo nuevo Sheriff? —

— Uhh asaltacunas. — Se rió Wyatt y Esmeralda vio mal a su nieto favorito.

Cuando el Demonio Ama al Ángel. © CORRIGIENDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora